El testigo se ha pronunciado así en el juicio que se sigue contra
Zaplana y otras 14 personas más por el caso Erial, procedimiento en el
que se ha investigado el supuesto cobro de más de 10 millones de euros
en comisiones derivadas de concesiones de ITV y parques eólicos de la
Comunitat Valenciana. El fraude está cuantificado en más de 20 millones
de euros.
El testigo que ya prestó declaración ante la jueza instructora del
procedimiento en mayo de 2018, ha explicado que alquiló en el año 2008
una vivienda en la Plaza Legión Española --que había pertenecido hasta
2006 a Zaplana y su mujer-- y estuvo allí hasta verano de 2015.
Ha indicado que al entrar a la casa se llevó sus muebles pero no
realizó ninguna reforma porque «estaba para entrar a vivir».
Transcurrido el tiempo, aproximadamente un año, halló unos papeles al
lado de una caja fuerte en la habitación principal. En concreto, se
encontraban detrás de la puerta, en una esquina, tras otra puerta
pequeña. Ha señalado que estaban doblados pero no recuerda si se
hallaban en el interior de un sobre.
El testigo ha explicado que observó que los documentos presentaban
tachaduras y aludían a unos parques eólicos. «Me parecía que era algo
importante y por eso llevaba tachaduras y se guardaban al lado de la
caja fuerte», ha indicado.
Por este motivo, los cogió y se los enseñó a Benavent, a quien
conocía «de algunos actos».
«Yo era responsable de la comunidad árabe en
Valencia y acudía a actos que hacía la Administración de la Generalitat
y también en la ciudad y coincidía a veces con él», ha señalado.
«Se los enseñé a él para saber su opinión y me dijo que podían ser
falsos, le quitó importancia al asunto y se los quedó. Y así se quedó la
cosa. No sé si eran una fotocopia o los papeles originales», ha
señalado.
«Yo en ese momento no sabía la casa a quién había pertenecido,
me lo comentaron luego», ha añadido.
Ha indicado que transcurridos unos años, en 2016, le llamó Benavent y
le pidió los papeles originales que había hallado en el piso. «Acudí a
verle a la Puerta del Mar, en la Plaza Tetuán, y él me habló de más
documentos. Yo le dije que desconocía de lo que me hablaba y que lo que
había encontrado en la vivienda era lo que ya le había dado en su
momento», ha aseverado.
Preguntado por el motivo por el que no llevó los papeles a la Policía
o se los entregó al ex director general de Policía Juan Cotino, a quien
también conocía «de los actos» públicos, ha dicho que porque se los
enseñó a Benavent y «se quedó así», ha agregado.
También ha reconocido que tenía relación con la Policía porque, en
ocasiones, los agentes les hacían «visitas» para preguntar si veían
«algo raro o si pasaba algo porque había habido muchos acontecimientos
dramáticos».
Interpelado por si las visitas se justificaban en la
radicalización de su comunidad, ha dicho que «no».
«Eran visitas
normales y corrientes», ha añadido.
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