miércoles, 4 de septiembre de 2024

El Banco de España concluye que la mitad de los trabajadores extranjeros están sobrecualificados para las labores que realizan

 

 BARCELONA.- Ocho de cada diez extranjeros que residen en España, un 78% en concreto, trabajan o están buscando activamente un empleo, según el último informe del Banco de España sobre flujos migratorios firmado por Pilar Cuadrado, Ángel Luis Gómez y Teresa Sastre. De esta forma, la tasa de participación en el mercado laboral de los inmigrantes que eligen las poblaciones nacionales como destino para desarrollar un futuro vital es una de las más altas de la Unión Europea, superando a las de Alemania (73%), Italia (71%) y Francia (70%), según recoge La Vanguardia.

España se ha convertido en uno de los principales países receptores de inmigrantes de la UE. A cierre del 2022, el porcentaje de población extranjera que reside en el país en relación al censo global alcanzó el 17,1%. 

El flujo de entrada de extranjeros en las fronteras españolas es el cuarto más alto de la OCDE, por detrás de Estados Unidos, Alemania y Reino Unido, lo cual es importante de cara a la sostenibilidad del sistema de pensiones. La diferencia que el Banco de España remarca es que los migrantes que eligen España tienen una de las tasas de actividad más elevadas de Europa.

La tasa de participación o de actividad de una economía mide la proporción de la población en edad de trabajar que participa activamente en el mercado laboral, ya sea trabajando o bien en una búsqueda activa de un empleo. 

En esta variable, España es una referencia a nivel comunitario. Y es un dato importante, teniendo en cuenta el elevado porcentaje de migrantes que llegan al país en edad de trabajar, especialmente procedentes de Latinoamérica y, en mayor proporción, mujeres.

Otra característica reseñable de los inmigrantes llegados a España es que su tasa de actividad supera a la de los nativos (cuatro puntos más en el 2023), lo cual supone una anomalía en relación a la mayoría de los países de la UE, concluye el Banco de España. 

Esto ha ocurrido en el mercado laboral español durante los últimos años, aunque este diferencial positivo se ha ido estrechando desde 2008. En Italia la tasa de actividad de los extranjeros residentes también es superior a la de los nativos, pero en Alemania y Francia ocurre lo contrario.

El supervisor concluye que “puede deducirse que los extranjeros contribuyen a incrementar la oferta laboral en España en mayor medida que en otros países de la UE”. La contribución de los extranjeros al crecimiento de la población y al dinamismo del empleo ha sido “muy importante” en los países europeos, añade el organismo.

 En cifras concretas, los trabajadores nacidos en el extranjero aportaron 2,3 puntos al incremento total del empleo registrado en el 2023, que fue de 3 puntos. En Alemania apenas aportaron un punto.

Es común que en la UE los trabajadores extranjeros suelan concentrarse en actividades que no requieren un nivel elevado de formación y con condiciones laborales más desfavorables. España no es ajena a esta realidad. En el 2022, la focalización de trabajadores extranjeros en labores de servicio doméstico y cuidados fue superior a la de los empleados nacionales en 7 puntos (en Italia llegó a 10 puntos). 

Ocurre lo mismo en el sector de la hostelería. En España, la concentración del empleo en bares y restaurantes de ciudadanos nacidos fuera del país supera en 9 puntos a la de los nacionales.

Los inmigrantes llegan a España con mejor formación. Según datos correspondientes al 2022, el nivel medio de educación de los extranjeros que llegaron a España era más elevado que el de los que entraron en Alemania e Italia. Los que tenían un nivel alto —estudios terciarios— representaban un 43% en España, mientras que en Alemania eran un 38% y en Italia un 15%. 

Los extranjeros que accedieron a España ese mismo año con un nivel educativo bajo fueron el 30% de las entradas.

Estos datos implican que los inmigrantes que trabajan o buscan empleo en España cuentan, en ocasiones, con estudios medios y superiores. El Banco de España apunta en este sentido que se produce una “cierta infrautilización del capital humano que estos pueden aportar”. 

Así, el grado de sobre cualificación de los trabajadores extranjeros supera al de los trabajadores nacionales en todos los países de la UE receptores de inmigrantes, según las conclusiones de Eurostat. España tiene a la mitad de sus trabajadores extranjeros en situación de sobre cualificación, al igual que Italia. Este porcentaje se reduce al 30% en Alemania y Francia.

El mercado laboral nacional está cambiando y los inmigrantes no son ajenos a esa transformación. El Banco de España concluye que desde el 2008 se ha producido un aumento del porcentaje de extranjeros que se dirigen a actividades de mayor cualificación y se ha reducido la proporción de los que se emplean en sectores de baja formación. 

En concreto, entre ese año y el 2022 creció el porcentaje de trabajadores extranjeros recién llegados (con un año o menos de residencia) dedicados al sector de las comunicaciones (del 2% al 12%), manufacturas (del 5% al 11%), comercio (del 12% al 17%), sanidad y servicios sociales (del 1,6% al 3,3%). 

En cambio, disminuyó el porcentaje de extranjeros ocupados en el servicio doméstico (del 22% al 9%) y la hostelería (del 13% al 8%).

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