miércoles, 6 de febrero de 2008

El Gobierno de Aragón propone captar el agua en la desembocadura del Ebro

VALENCIA.- El vicepresidente del Gobierno de Aragón, José Ángel Biel, ha manifestado durante una conferencia que la cuestión del trasvase del Ebro no es un problema nacional e incidió en que la única solución es la negociación "bilateral" entre los territorios afectados, al margen de la soberanía nacional. Nada deberían opinar los que ningún interés tienen en la solución del problema".

Biel instó a buscar "alternativas", "fórmulas de colaboración" y "acuerdos", y defendió que mientras Aragón "no tenga garantizado su presente y su futuro, no se puede hacer un trasvase de agua porque eso limitaría el crecimiento futuro".

Luego resaltó que trasvasar 1.050 hectómetros cúbicos del Ebro "significa que Aragón no podrá utilizarlos nunca en el futuro" y, al respecto, remarcó que limitar el crecimiento de una comunidad "beneficiando a otras es muy grave, sobre todo si se hace sin contar con el perjudicado".

Emplazó a estudiar técnicamente la posibilidad de captar aguas en la desembocadura del río, una vez que llega al Mediterráneo pero aún no ha adquirido la salinidad propia del mar.
Biel señaló en esta conferencia que la cuestión del trasvase es "el único problema" entre Aragón y la Comunidad Valenciana y lamentó que el PP la utilice con un "afán exclusivamente electoral y no de construcción del Estado".

Biel, también presidente del Partido Aragonés (PAR), explicó que un recurso sobra "cuando no se utiliza" y en Aragón "sobrará agua mientras no se ejecuten las obras de regulación pendientes desde hace cien años", como son la de la ley de 1915, el Pacto del Agua de 1992 y su actualización de 2007, precisó, al tiempo que criticó que no se realicen esas actuaciones precisamente por la "misma Administración que ha propuesto ya tres trasvases del Ebro", la estatal, e instó a "no confundir el agua sobrante con el agua que llega al mar".

El responsable del Ejecutivo de Aragón incidió en que la transferencia de recursos de una comunidad a otra "limita el crecimiento de la cedente" y, al respecto, remarcó que el agua "es un recurso natural que va implícito al sitio donde está".

Señaló que una vez se realicen las obras necesarias, los técnicos advierten de que no sobrará agua. "Si sobra agua, ya hablaríamos, pero si no sobra agua, no tiene ningún derecho nadie a limitar el futuro de esta comunidad, por mucho caprichito que tenga cada político de turno", apostilló.

Agregó que si los técnicos señalan que, una vez hechas las obras del Pacto del Agua "sólo sobra el caudal ecológico del Delta del Ebro, evidentemente no hay trasvase".

Propuso estudiar técnicamente la posibilidad de utilizar el agua que llega al mar, en un punto fuera de la cuenca del Ebro, sin generar derechos concesionales de cada al futuro. Explicó que cuando el agua llega al Mediterráneo, "hay un momento en que sigue siendo dulce y luego se convierte en salada", y se preguntó si sería "técnicamente viable" poder aprovecharla justo en ese punto. La principal ventaja de esta opción es que no afectaría a la cuenca, por lo que no existirían derechos concesionales.

Apostó por "utilizar el agua mejor" y hacer uso de la tecnología para obtener más recursos hídricos y, al respecto, lamentó que en el siglo XXI "no se plantee la opción de la desalación y solamente se empecinen en hacer un trasvase".

Indicó que cada comunidad "tiene los recursos que tiene y los tiene que saber utilizar en su beneficio", al tiempo que explicó que aunque la toma del trasvase no se realice en Aragón, afecta a la comunidad porque el agua "que se concede más abajo se hipoteca más arriba".

También pidió que no se utilice el trasvase para "crispar" y "enfrentar a dos comunidades autónomas que han estado unidas por la historia durante mil años".

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