Con estas palabras se expresaron algunos de los asistentes al acto por el reconocimiento europeo del Arco Mediterráneo, organizado por el Instituto de Economía y Empresa Ignasi Villalonga en el Palau de Congresos de Valencia. Entre ellos el secretario general de La Unió, Josep Botella; el decano del Col.legi de Economistes de Catalunya, Joan B. Casas; el presidente de Cierval, Rafael Ferrando; y el presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), José Vicente González.
Rafael Ferrando, durante su discurso, urgió a realizar un "contrapunto" mediterráneo al eje transversal ferroviario que atraviesa Reino Unido, Francia y Alemania debido al "importante crecimiento que en los últimos años han experimentado las regiones que integran el Arco Mediterráneo" español y que permitiría "mejorar la competitividad" de toda esta zona, cuyos puertos aspiran a convertirse en "una importante plataforma internodal", indicó.
Señaló, asimismo, que el corredor mediterráneo y sus nodos logísticos "constituyen un elemento esencial y prioritario para todas las regiones implicadas, y más concretamente, para Cataluña y la Comunitat Valenciana".
"Desde la perspectiva europea, los puertos de la Comunitat ofrecen un interés indudable como alternativa para la relación Europa-Norte y África", explicó.
En este sentido, Ferrando argumentó que un tren de mercancías que circule entre Algeciras y Ginebra por el eje mediterráneo será un 25 por ciento más barato que si el mismo trayecto lo realiza por Madrid e Irún, ya que, entre otros aspectos, son 500 kilómetros menos. Además se reduciría el tránsito de camiones por carretera y, con ello, el riesgo de accidentes, y se evitaría la emisión a la atmósfera de 2,9 millones de toneladas de CO2.
Josep Botella, en un discurso que pronunció en nombre de las organizaciones agrarias, manifestó que el "déficit histórico de infraestructuras" para el transporte de mercancías que conecten el eje mediterráneo con Europa hace que los agricultores "pierdan competitividad y eficacia en la distribución". Este factor, agregó, es "una de las piedras del camino" que actualmente obstaculizan la comercialización de los productos valencianos al exterior.
El líder agrario instó a desarrollar "un eje mediterráneo potente que abra la puerta a Europa y deje de condenar a los agricultores a la marginalidad". De lo contrario, "la sociedad corre el riesgo de ver morir el campo", sentenció Botella, quien precisó que "un 10 por ciento de los agricultores de España se ven abocados a abandonar su trabajo".
Por su parte, José Vicente González leyó una intervención preparada por las empresas de automóviles Nissan, Seat y Ford, en la que abundó en el problema del corredor mediterráneo y reveló que "la inexistencia de un eje que enlace Valencia y Barcelona con Francia está suponiendo un lastre excesivamente pesado para la economía de todos los sectores que miran más allá del mercado interior". De hecho, apuntó que el 18 por ciento de los costes asociados a la producción en las plantas automovilísticas valencianas y catalanas son logísticos.
"Los puertos de Barcelona, Tarragona, Sagunto y Valencia tienen un gran potencial, pero la inexistencia de un tren de ancho europeo nos hace perder oportunidades de oro, indicó González, quien lamentó que sin estas acciones "las amenazas aumentan". Por ejemplo, explicó que una multinacional del automóvil puede tomar la decisión de deslocalizar su producción para ahorrar costes.
El presidente del CEV matizó que "en Italia un tren para mercancías puede trasladar sus coches hasta el corazón de Europa en una sola noche. En cambio, si se produce en Cataluña o la Comunidad Valenciana, los vehículos se deben trasladar hasta la frontera con Francia, peajes incluidos, y una vez allá, descargar y volver a cargar su mercancía para que la trasladen en tren hasta el punto final. Un factor competitivo imposible de vencer por parte nuestra".
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