Este complejo se desarrollará entre los términos de Cabanes y Oropesa (Castellón) sobre una superficie de dieciocho millones de metros cuadrados. Cuando presentó el proyecto hace seis años fijó en 6.000 millones de euros la inversión necesaria para llevarlo a cabo, cantidad actualmente imposible de conseguir en el mercado financiero.
La empresa presidida por el multimillonario Jesús Ger dice que necesitará tres años para reparcelaciones y trámites y ocho más para la urbanización del PAI, donde podrán construirse siete hoteles, 36.000 viviendas y tres campos de golf para dentro de veinte o veinticinco años.
Estos plazos hacen pensar que Marina D´Or utilizará la licencia conseguida para poder construir un campo de golf que refuerce el valor de las miles de viviendas que tiene en la costa sin poder colocar en el mercado, así como para ofrecer suelo a inversores extranjeros que quieran desarrollar el proyecto.
Eso sí, en un comunicado, Marina D´Or se desentiende del parque temático que iba en sus instalaciones por entender que ya no le interesa, aunque tendrá que ceder 800.000 metros a la Generalitat cuando la urbanización esté acabada para que el gobierno valenciano haga el citado parque de ocio, dentro de veinte años.
El primigenio macroproyecto de Mundo Ilusión diseñado ya no le interesa actualmente a Marina D´Or por la crítica situación del mercado inmobiliario, lo que ha llevado a la compañía a promover ofertas de bajo precio para alcanzar mínimos niveles de ocupación y servicios durante esta primavera. Ger ha diversificado el riesgo de la compañía con urbanizaciones en Marruecos y Ecuador y una empresa de energía renovables.
Marina compró por cantidades millonarias los primeros miles de metros para su macroproyecto a Enrique Bañuelos (Astroc), que se adelantó a todos en la compra de solares en la costa y el interior de Oropesa y Cabanes. El PAI iba a ser el mayor proyecto de ocio de Europa, conectado directamente por una carretera interior con el aeropuerto de Castellón, acabado y todavía sin inaugurar por retrasos en las decisiones de AENA.
La llegada de la crisis ha frenado tanto el gran proyecto como las construcciones previstas en la ribera de Cabanes, donde Ger tiene en propiedad miles de metros para construir nuevas edificaciones, a la vista de la demanda popular que tenía su producto tanto en España como en otros lugares (París, Londres) donde abrió delegaciones.
Hoy han cerrado estas y otras delegaciones y han realizado varios expedientes de regulación de empleo al no poder mantener los objetivos.
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