En concreto, según fuentes del sector, los fabricantes de automóviles instalados en España han destruido unos 4.000 empleos en los últimos dos años. Sólo en el ejercicio de 2009, esta industria perdió 2.400 puestos de trabajo y cerró el año con una plantilla de 65.800 efectivos.
Con todo, los fabricantes de componentes han sido el sector más castigado por la crisis económica en términos de empleo. En los últimos dos años, esta industria ha destruido 76.000 puestos de trabajo, como consecuencia de la caída de la producción de vehículos, tanto en España como en los países destino de las exportaciones.
Los datos de la patronal de los fabricantes de componentes, Sernauto, cifran en 169.936 empleos la plantilla de estas empresas al cierre de 2009, un 18% menos que en el ejercicio anterior, lo que equivale a la destrucción de 38.830 empleos en sólo un año.
La caída del mercado y los consiguientes ajustes de producción no sólo han impactado en las operaciones industriales de la automoción. Las empresas de distribución han destruido alrededor de 30.000 puestos de trabajo desde el comienzo de la crisis, según las estimaciones de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam).
En fuentes de este organización indicaron que la finalización de las ayudas directas del Plan 2000E y su repercusión sobre las matriculaciones de automóviles provocarán que en el segundo semestre del año se pierdan entre 5.000 y 8.000 empleos más en las redes de distribución.
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