MADRID.- Las cuotas participativas de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), únicas en su especie, no son acciones sino que dan derecho a una teórica participación en los beneficios y otros derechos económicos de la caja de ahorros. Pero lo que pone de manifiesto la subasta de Banco CAM, al que la CAM traspasó su negocio financiero, es que en realidad la entidad está en la práctica quebrada. Sin embargo, sus cuotas se dispararon en Bolsa un 6,35%, hasta 1,34 euros. Llegaron a escalar el 32% por la mañana. ¿Por qué suben si teóricamente no valen nada?, se pregunta 'El País'.
Las cuotas no forman parte del acuerdo del miércoles. Lo que se subastó es Banco CAM, que solo tiene acciones y no cuotas. En el banco se segregó todo el negocio de la CAM y la caja tendrá un 0% del capital del banco. Nada. Hasta el presidente del Sabadell lo dejó claro ayer: es de prever que las cuotas de la CAM no tengan "ningún valor económico" tras la operación de absorción por parte de su banco.
La entidad comunicó a la CNMV que el patrimonio segregado en el Banco CAM recogía "todos los elementos que componen el negocio financiero de CAM entendido en el sentido más amplio", pero quedaban excluidos la Obra Social, las cuotas participativas y por el momento, los activos y pasivos de la oficina de CAM en Miami (Estados Unidos). La cuestión es que, una vez vaciado el negocio financiero (que, como se ha visto, no solo no vale nada, sino que tiene un agujero de más de 5.000 millones) el valor contable del patrimonio de la caja CAM es cero.
Y sin embargo, las cuotas participativas, que representan un 5% de los derechos económicos de la vaciada caja, valen en Bolsa cerca de 67 millones de euros, lo que daría al 100% de esos derechos un valor de 1.340 millones. Es decir, el mercado está diciendo que la CAM vaciada, la CAM sin CAM, vale 1.340 millones. La confusión puede venir en parte de que la CAM se planteó el pasado julio amortizar las cuotas pagando 4,77 euros por título.
Pero luego la caja fue intervenida por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y los nuevos administradores dejaron sin efecto la propuesta. Lo más curioso de todo es que así como el Sabadell ha dado cumplidas explicaciones de cómo queda su negocio, sus previsiones o sinergias, la CAM no ha dicho nada sobre cómo queda la situación de los cuotapartícipes. Y, en medio de la confusión, en lugar de desplomarse, las cuotas se disparan en Bolsa como si hubiera un tesoro oculto, un pacto secreto o un rescate pendiente. Pero no tiene pinta de que lo haya.
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