VALENCIA.- El sector forestal valenciano ha valorado en
más de 1.000 millones de euros las pérdidas económicas por la catástrofe
de los incendios forestales de Cortes de Pallás y Andilla, según ha
indicado el Colegio de Ingenieros de Montes de la Comunitat Valenciana
en un comunicado.
Según este colegio algunas zonas no volverán a recuperarse hasta
dentro de 100 años. Desde el sector forestal se espera que "el Consell y
el partido político que lo sustenta, como también el principal partido
de la oposición y el resto de los partidos políticos, hagan una
profunda reflexión y consensúen una política forestal a largo plazo
contando con las asociaciones que representan el sector valenciano".
El sector considera que de continuar con "políticas partidistas a
corto plazo" y de seguir con el "inmovilismo" demostrado durante los
últimos 15 años y las "trabas burocráticas" a los propietarios y
empresas para realizar la labor de gestión forestal sostenible que han
venido haciendo sus anteriores generaciones, "sin duda se está gestando
el siguiente gran incendio, quizás este mismo verano".
Los incendios forestales de Cortes de Pallás y Andilla no solo
suponen un desastre ecológico de "enorme magnitud, también asustan los
perjuicios socioeconómicos de primer orden que ocasionan". La pérdida de
50.000 hectáreas de superficie forestal en el interior de las
provincias de Valencia y Castellón conlleva una serie de perjuicios
ambientales directos, "que no sólo tienen un impacto puntual directo,
sino que se va a proyectar durante muchos años".
Los especialistas han explicado que la devastación por el fuego de
hábitats y ecosistemas forestales lleva consigo la pérdida de
biodiversidad en flora y fauna, y la desaparición cientos de especies
vegetales y animales en las zonas quemadas.
A la "reducción drástica del valor" de los recursos forestales
destinables a madera y bioenergía hay que añadirle la "destrucción de la
fauna silvestre". Solamente en impacto directo de la actividad
cinegética en las zonas devastadas "se calcula un pérdida directa anual
de más de 1 millón de euros". En cuanto a los ciclos hídricos, es
"sumamente difícil" poder estimar el impacto directo sobre la calidad y
ciclos del agua a corto o medio plazo.
Desde el sector se ha apuntado que el impacto directo sobre
emisiones de carbono, entre el efecto directo de los dos incendios y
posterior pudrición de madera "se puede calcular una emisión total de
unos 2,5 millones de toneladas de carbono". Es decir, más de lo se emite
en un año en la Comunidad valenciana en industria, transporte y consumo
doméstico.
El sector ha calculado que la pérdida de poder calorífico de esta
biomasa perdida en los dos incendios es el equivalente a 1.500 millones
de litros de diesel. "Es decir, si pudiéramos poner en valor energético
absolutamente toda la biomasa que se nos ha ido, podríamos calcular un
valor añadido máximo posible de casi 1.000 millones de euros", ha
agregado.
Los expertos cree que las causas de los incendios son derivadas de
la "falta de gestión y actividad socioeconómica" en el sector forestal
valenciano. El cambio de paradigma forestal viene condicionado por el
abandono de la actividad agraria y forestal en el interior de la
Comunidad Valenciana desde mediados del siglo XX.
Desde el conjunto del sector forestal en la Comunidad Valenciana,
representado por el Colegio de Ingenieros de Montes, el Colegio de
Ingenieros Técnicos Forestales, PROFOR (Asociación Profesional
Forestal), AFOVAL (Asociación de Propietarios Privados Forestales),
afoca (Asociación de Propietarios Forestal del Caroig y Montes de
Alicante), AMUFOR (Asociación de Municipios Forestales), AVEFOR
(Asociación de Empresas Forestales) y SAEM (Sociedad de Agricultura
Ecológica y de Montaña) desde hace años han avisado del riesgo que
"supone el abandono de la gestión y actividad forestal frente a grandes
catástrofes como los dos grandes incendios que hemos sufrido".
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