CASTELLÓN.- Dos técnicos de la Diputación de Castellón han declarado hoy ante la
Sección Segunda de la Audiencia Provincial que el exvicepresidente de
la Diputación Francisco Martínez "sabía lo que estaba firmando" y
conocía el proyecto de la depuradora de Borriol porque se trató en
diversas reuniones.
Así lo han explicado ante el magistrado dos de los nueve testigos
que han comparecido en el juicio, en el que el fiscal pide cuatro años
de prisión para Martínez por los delitos de prevaricación, tráfico de
influencias, fraude y negociaciones prohibidas.
En el juicio comparecen también como acusados el exalcalde de
Borriol Adelino Santamaría, dos hijos de Francisco Martínez, Raúl
Babiloni -empresario y socio de Martínez- y un empleado de Babiloni.
Durante la sesión de hoy, dos técnicos de la Diputación han explicado
que Martínez tenía competencias en el ciclo integral del agua y que
firmó documentos en todas las fases del proyecto de la depuradora en las
que "sabía lo que estaba firmando", porque se habían reunido en
diversas ocasiones para tratar la información al respecto.
Martínez, durante su declaración ante el magistrado, manifestó no
saber qué documentos firmaba -ni el contenido de los mismos- porque no
leía los expedientes, aseguró.
Asimismo, han indicado que era Martínez quien seleccionaba las
obras que se iban a ejecutar de acuerdo a sus competencias en
Infraestructuras, aunque han matizado que las decisiones se aprobaban en
comisiones, normalmente por unanimidad de los diputados asistentes.
Del mismo modo, han explicado que la parcela 42, la que
pertenecía a la empresa de Martínez y sus hijos, no estaba incluida en
el plan especial inicialmente, pero se incluyó "porque era interesante
para maniobrar".
Esa parcela posteriormente se quitó del proyecto cuando se supo
que pertenecía a la empresa familiar de Martínez, aunque a juicio del
técnico "sigue siendo adecuada" para la depuradora.
Durante la sesión de hoy ha declarado también un técnico de la
Conselleria de Agricultura que estuvo trabajando en el proyecto de la
depuradora, del que ha dicho que "lo aprobó la Diputación" tanto en la
licitación como en la redacción.
Asimismo, ha declarado un testigo que fue funcionario del
ayuntamiento de Borriol, quien ha explicado que en el consistorio era el
que debía expropiar los terrenos para la construcción de la depuradora y
"llegar a un acuerdo con los propietarios".
El testigo ha dicho que el entonces alcalde, Santamaría, le dijo
que Raúl Babiloni le había llamado y le dijo que una de las parcelas la
había vendido a una empresa -Franvaltur, la empresa de Martínez- pero
que seguía teniendo poderes sobre la misma.
Sobre el justiprecio que se fijó para las parcelas, ha explicado
que se tomaron como urbanizables, pese a no serlo, porque "se consideró
que era una dotación al servicio de la ciudadanía".
El interventor del ayuntamiento, que ha declarado hoy también, ha dicho "creer" que fue el alcalde el que fijó el justiprecio.
Además, han declarado el hermano de Babiloni quien ha dicho que
le molestó que fueran a construir una depuradora en sus terrenos y le
pidió a Raúl Babiloni que "lo vendiera todo".
Sin embargo, ha afirmado que desconoce por qué solo vendió la
parcela 42, una "puntita" del terreno, y no sabe lo que percibió ni si
le dio algo de dinero por la venta.
La cuñada de Raúl Babiloni, cuya firma consta en documentos de
las parcelas, ha dicho en repetidas ocasiones a las preguntas del
fiscal: "ni me acuerdo ni sé nada".
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