Mal se le presentan a Mariano Rajoy sus próximas citas negociadoras
con Albert Rivera y Pedro Sánchez tras los últimos escándalos del PP
valenciano y el blindaje de Rita Barberá en el Senado, que implica que
todo el PP y su Presidente, están de alguna manera afectados por este
nuevo y flagrante caso de corrupción en el Ayuntamiento de Valencia que
presidía Barberá. La que amén de responsabilidad política puede tener
otras penales, como sus concejales valencianos. De lo contrario su
blindaje en la Diputación Permanente del Senado no habría tenido lugar.
El portavoz del PP, Pablo Casado, le ha tomado el pelo a los medios
de comunicación al anunciar el lunes que Rita Barberá abandonaría el
cargo de presidenta de la Comisión Constitucional del Senado, pero
ocultando a los informadores que semejante movimiento llevará a Rita
Barberá a la Diputación Permanente de la Cámara Alta, con lo que la
exalcaldesa de Valencia se queda blindada y aforada, incluso en caso de
que se convoquen unas elecciones anticipadas.
La decisión sobre Rita es de Rajoy quien, de esa manera, incumple su
compromiso de no dejar pasar ‘ni una’ en los casos de corrupción del PP,
como en el nuevo vendaval valenciano que señala a Rita como la muy
presunta responsable de la trama de lavado de dinero negro de las
comisiones ilegales, por el que han sido imputados la casi totalidad de
los actuales concejales del PP en Valencia.
Lo que podría provocar que Barberá fuera imputada o investigada por
el juez del caso, pero su aforamiento impide semejante actuación de la
Justicia salvo que lo pida el Tribunal Supremo y lo autorice la mayoría
del Senado que está en manos del PP.
El caso de Rita Barberá es emblemático, y deja al PP y a Rajoy en la
peor de las situaciones posibles, y falto de toda credibilidad para
mantener su deseo de volver a ser investido presidente del Gobierno. E
incluso para que el PP asuma el liderazgo de un nuevo Gabinete porque
están rodeados por la corrupción: Nóos, Bárcenas, Gürtel, tesoreros,
Púnicas, Valencia, Bankia, etcétera. Y eso obliga a Rajoy a retirarse de
una vez por todas del proceso de investidura.
Lo insinuó Albert Rivera cuando dijo que Rajoy ‘no está en
condiciones de abanderar la lucha contra la corrupción’. Y puede que en
la reunión que ambos van a celebrar este jueves el líder de Ciudadanos
dé un paso al frente en este sentido, y le diga a Rajoy que su partido
no lo apoyará como presidente del Gobierno. Máxime ahora que Rajoy se ha
prestado al blindaje descarado de Barberá en el Senado usando de la
inmunidad parlamentaria. La que por otra parte C’S quiere que se suprima
de una vez por todas.
Y lo mismo le puede ocurrir a Rajoy, a propósito de la corrupción del
PP valenciano y de Barberá, durante su encuentro con Pedro Sánchez
quien ya acusó a Rajoy en el debate electoral televisivo de deshonesto.
De manera que, cuando parecía que el PP abandonaba a Rita Barberá a
su suerte frente a la acción de la Justicia, se produce un golpe de mano
de Rajoy y el partido la blinda lo máximo posible. ¿Por qué?
Puede que por dos motivos como podían ser los siguientes: porque la
imputación de la que durante tantos años fue alcaldesa valenciana y
lideresa del PP en la ciudad, sería un duro golpe para la imagen del PP;
y puede también porque Rita haya advertido a Rajoy de que si el PP la
abandona ella contará que lo que se hizo en Valencia con el lavado del
dinero negro pudo haber sido aconsejado o avalado por un destacado
dirigente del PP nacional.
En consecuencia el caso de Rita y del PP valenciano abunda más si
cabe en las responsabilidades de Rajoy y merman sus posibilidades para
ser el candidato a la Presidencia del Gobierno. Y además daña mucho las
expectativas del PP ante unas posibles nuevas elecciones, a la vez que
desdibujan y dejan en segundo plano los argumentos económicos y los
políticos que suele utilizar Rajoy para proponer una ‘gran coalición con
PP, PSOE y Ciudadanos’.
(*) Periodista
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