domingo, 8 de abril de 2018

Rajoy también ha perdido el máster / Xavier Sardà *

Felicidades al independentismo porque sus tesis sobre lo sucedido en Catalunya durante el 'procés' han sido plenamente aceptadas en Europa.  La argumentación ha sido un éxito porque, entre otras razones, el Gobierno español ha sido incapaz de estructurar una sola frase para contrarrestar el mensaje independentista. 

Del mismo modo que el Gobierno español ha sido autista respecto a lo que ha sucedido en Catalunya a lo largo del último decenio, ha sido sordomudo respecto a lo que ha sucedido en Europa y en el mundo en los últimos años.

Periódicos y medios de comunicación americanos y europeos han asumido la versión soberanista con profusión de tesis y agravios apasionados, ante el mutismo del Gobierno español. Es cierto que en general la prensa ha manifestado que la independencia sería negativa para Catalunya, pero ha urgido a reconocer el problema político.  'The Times': "Desde octubre del año pasado, el Gobierno español ha manejado el espinoso problema del separatismo catalán con imprudencia, dureza y aparente deseo de empeorar la situación".

Diputados y eurodiputados europeos y representantes de distintas formaciones políticas han acogido progresivamente como válidas las valoraciones y los puntos de vista independentistas. Entre tanto el Gobierno español, goyescamente ensimismado.  Agilidad y torpeza. Como si el independentismo y el Gobierno español viviesen en siglos distintos.


¿Hubiese sido diferente la decisión del juez alemán si el Gobierno español hubiese mantenido una política comunicativa efectiva y contemporánea?  Puede que no, pero cuanto menos Europa podría conformarse un criterio con la información brindada por las dos partes en litigio.

El 'procés' se ha marcado muchos autogoles y no ha conseguido prácticamente ninguno de sus objetivos políticos, pero también es cierto que cuando juega en la 'euroliga', arrasa. España no comparece porque a Rajoy le aturde esto de que, en realidad, se trata de un problema político. El 155 no tiene cobertura en Europa.


¿Alguien ha visto a algún embajador, algún ministro de asuntos exteriores o algún eurodiputado rodeado de decenas de micrófonos diciendo que España no es Turquía? ¿Alguien ha visto algún líder político de otras formaciones convocando a la prensa internacional? ¿Hemos visto algún expresidente español dando su punto de vista en los centros europeos de poder?


Hay que felicitar a Puigdemont y al independentismo por su capacidad comunicativa y su audacia jurídica. Junto a verdades a medias, algunas subjetividades y claras falsedades, han conformado una realidad que, también por ausencia del contrincante, ha cuajado en el panorama internacional. Ahora llega el noqueo judicial, puede que para bien. Hace años que Rajoy perdió el máster.


 (*) Periodista


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