ALICANTE.- A la espera de que la Subdelegación del Gobierno resuelva el recurso presentado por el Ayuntamiento a la denegación de permiso para la bendición de la Santa Faz desde el Castillo de Santa Bárbara anunciada para este jueves, el Cabildo de la Concatedral de San Nicolás
ha elevado a la propia Subdelegación del Gobierno de Alicante y también
a la Delegación del Gobierno de Valencia una nueva propuesta para
intentar cumplir con la seguridad del estado de alarma: que el traslado
de la Reliquia no se realice en un coche privado como estaba previsto,
sino en un autobús. Y así lo hace constar en una carta remitida a ambas institución dependiente del Gobierno central y firmada por el deán Ramón Egío , según Información.
«Nuestra
proposición que en un autobús sin identificación, el Canónigo Custodio,
portador de la Santa Faz, junto con el Caballero Custodio, el Síndico,
el Rector del Santuario y un cámara y fotógrafo (un total de seis
personas) con las distancias establecidas y provistos de mascarillas y
guantes, pudiesen llegar al Castillo de Santa Bárbara e impartir la
bendición, realizando la vuelta de la misma manera».
Además, en el escrito también trasladan la petición para que el acto pudiera ser retransmitido por televisión:
«Haciéndonos eco del sentir general, sería deseable la emisión por
señal directa. De no ser posible, convendría la grabación del acto para
dejar constancia de que se ha realizado la bendición en los términos
legales».
Con esta nueva opción
para el traslado de la Santa Faz, según el Cabildo, «quedaría patente
el cumplimiento de la normativa que establece el Real Decreto y exigida
por la Subdelegación y el cumplimiento de lo que este Cabildo solicita,
haciéndose voz de miles de alicantinos». El órgano eclesiástico recuerda
que con la bendición desde el Castillo, tras la suspensión de la
romería por el coronavirus,
se daría «continuidad a una tradición de más de quinientos años, que
sirve de consuelo, ánimo y esperanza en estos difíciles momentos».
La
idea de la bendición de la Santa Faz a la ciudad de Alicante surgió
tras la suspensión de la tradicional romería por la pandemia de coronavirus. La primera propuesta que se puso sobre la mesa en el Ayuntamiento fue que la Reliquia recorriese todos los barrios
para estar cerca de los vecinos. Sin embargo, esa posibilidad se
desechó por el riesgo a que los ciudadanos se desplazaran a calles
próximas a su vivienda por las que fuera a transitar la Santa Faz.
La segunda alternativa
fue la que se envió a la Subdelegación. Es decir, que la jornada
empezara con una misa en el monasterio a puerta cerrada y retransmitida
por televisión (9.30 horas) a cargo del obispo, Jesús Murgui. Al acto
acudirían trece personas. Luego estaba prevista la extracción de la
Reliquia, con siete testigos.
A las 10.45, se esperaba la salida de la
comitiva hacia el castillo con cuatro vehículos, en los que iría un
total de seis personas junto a los conductores, que estaría escoltada
por cuatro motoristas de la Policía Local. El mediodía se había marcado
como la hora para la bendición, que se iba a realizar desde cuatro
puntos de la fortaleza.
La última opción es que la Santa Faz se traslade en autobús del monasterio a Santa Bárbara.
Ahora, la
posible bendición de la ciudad de Alicante desde el Castillo está
pendiente, doblemente, de la Subdelegación del Gobierno, que tiene sobre
su mesa la nueva petición del Cabildo y, además, el recurso presentado
por el Ayuntamiento de Alicante.
Fuentes de la institución aseguraron que se está «estudiando» el
recurso municipal, que debe obtener respuesta antes de este jueves,
fecha anunciada para la bendición.
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