En cualquier caso, en un comunicado emitido a última hora de este
miércoles, ha asegurado que estas quejas «en ningún caso aludieron a
hechos de la naturaleza que se narran» en los medios de comunicación y
ha sostenido que desde entonces «jamás se volvió a recibir ningún tipo
de queja».
Desde el Arzobispado han manifestado al respecto que confían
«plenamente en la acción de la Justicia» y han insistido en que son «los
más interesados en el pronto esclarecimiento de los hechos».
Sobre el procedimiento judicial abierto en relación al fallecimiento
del canónigo, el Arzobispado ha explicado que planteó personarse en la
causa como acusación particular, aunque asegura que el juzgado
instructor lo rechazó al entender que la personación corresponde
«únicamente a la familia directa», motivo por el cual «ha desistido»
finalmente de su intención.
Además, la Archidiócesis ha añadido que considera otros motivos como
«la confianza en la Justicia, suficientemente protegida por el
ministerio fiscal», así como que los hechos de la investigación
«narrados por los medios de comunicación se refieren a actos cuya
responsabilidad pertenece personalmente al fallecido».
Sobre «estos
presuntos hechos», garantiza que «jamás tuvo conocimiento» de los
mismos.
Paralelamente, desde el Arzobispado han remarcado que el secreto de
sumario «no se ha levantado» y han indicado que no tienen «información
oficial de las noticias que revelan los medios de comunicación».
En cualquier caso, «si lo publicado es verdadero», han manifestado el
«profundo dolor» que producen «los hechos narrados», que son
«manifiestamente contrarios a los compromisos de vida sacerdotal,
asumidos libremente en el momento de la ordenación».
Por último, han transmitido su «pesar» por «el escándalo, el
desconcierto y el dolor que causan a todos, y muy directamente a los
fieles y especialmente a los miembros del presbiterio».
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