José Luis Aguirre, que ha acompañado durante una parte del camino a la comitiva trashumante equina de la Asociación La Dula, en el término municipal de Sacañet, ha expresado que “la ganadería trashumante contribuye a la vertebración territorial, al mantenimiento de las cañadas, a la protección de las razas ganaderas locales, la distribución geográfica y el intercambio genético de las especies silvestres”.
A esto, Aguirre ha añadido otro efecto positivo de la trashumancia, como en el caso de la gestión forestal y en la prevención de incendios de una forma sostenible y asequible. En el mismo sentido, Aguirre ha apuntado que se debe buscar la compatibilidad de las vías pecuarias con las infraestructuras actuales.
Además, también ha querido destacar el trabajo de los pastores, “que resultan esenciales en su función conservadora y protectora del ganado y del territorio, así como fijadora de población”.
El conseller también ha recordado que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró recientemente la trashumancia estacional en España como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y que es una actividad que ha generado un rico patrimonio cultural y etnográfico.
La Asociación La Dula conduce un centenar de caballos y yeguas a través
de unos 200 kilómetros, atravesando 24 municipios y aldeas de tres
provincias de Aragón y la Comunidad Valenciana, entre Villarquemado en
Teruel y Domeño, concretamente hasta el humedal del Tuéjar, donde los
ríos Turia y Tuéjar se unen, con el fin de realizar una estancia de
invierno y controlar la vegetación de carrizo.
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