VALENCIA.- Vecinos de la Saïdia, distrito de la ciudad de Valencia, se han
manifestado este sábado para defender el derecho a la vivienda, "incidir
a nivel ciudadano y político" y denunciar que, mientras la
turistificación "avanza vorazmente" en la zona, "muchos vecinos tienen
que abandonar el distrito" porque "no pueden costear el acceso a una
vivienda".
Bajo el lema 'Veïnat sí, turistificació no. La
Saïdia per a qui l'habita', los asistentes han criticado la
"proliferación" de apartamentos turísticos, "muchos de ellos ilegales",
que "dificulta el acceso a la vivienda", al tiempo que "amenaza al
tejido social de los barrios".
"Permitir que avance la turistificación
sin tomar ninguna medida supone priorizar el interés económico de unos
pocos frente a las necesidades de los vecinos", han censurado.
Esta protesta estaba inicialmente convocada para el pasado sábado, 24
de febrero, pero las asociaciones convocantes --La Saïdia Comuna, AA.
VV. Saïdia, AA. VV. Morvedre, AA. VV. Sant Antoni-la Saïdia y
EntreBarris-- la cancelaron en solidaridad con las personas afectadas
por el incendio de dos edificios en el cercano barrio de Campanar, que
se cobró la vida de diez personas.
El vecindario del distrito
ha alertado que, según los datos de los principales portales
inmobiliarios, alquilar un piso en la Saïdia en el año 2024 cuesta 300
euros más de media que en 2021, lo que supone un aumento del 50 por
ciento en "solo tres años".
Y han censurado que ha esta
realidad se suma el hecho de que los apartamentos turísticos han
aumentado su presencia en un 30%, "sin contar la oferta ilegal, que se
multiplica semana a semana".
"Mientras tanto, ni la Generalitat
Valenciana ni el Ayuntamiento de Valencia ponen suelo a disposición de
la construcción de vivienda pública y protegida en la Saïdia", han
afeado en un comunicado.
En este contexto, Pablo, un vecino de
la Saïdia, ha denunciado, en declaraciones a los medios, que el precio
del alquiler en "toda València", y en concreto en la zona de la Saïdia,
está "inasumible".
"En los últimos años ha cambiado muchísimo el precio y
los tipos de negocios que también que encontramos aquí", ha sostenido, y
ha agregado que "cada vez hay más pisos turísticos y más espacios que
desaparecen en pro del turismo".
Al respecto, las entidades
convocantes han señalado que el "aumento de la población flotante" en el
distrito genera "problemas de ruido y suciedad", e implica una
"saturación de servicios públicos".
Además, han lamentado que la
turistificación va acompañada de un "proceso de cambio en la demanda
comercial" que "pone en peligro el comercio tradicional y de proximidad y
fomenta otro tipo de establecimientos".
"Hay que proteger el
tejido social y la gente que vive aquí", ha instado Pablo, a la vez que
ha reprochado que no quieren que estos vecinos "sean expulsados" y
"cambie todo".
"Normalmente, eso cambia el modo del barrio, la gente ya
no se siente del barrio o no puede vivir en él y es expulsada hacia las
afueras, que cada vez también son más caras", ha apuntado.
Por otra parte, desde las asociaciones de vecinos del distrito han
asegurado que la concesión de una nueva licencia hotelera en la zona ha
sido "la gota que ha colmado el vaso".
Se trata de un hotel de
apartamentos con aforo para 500 personas, ubicado en una manzana entre
las calles Maximilià Thous y Benipeixcar, y cuya construcción está
previsto que se inicie en breve, han señalado.
Este proyecto
se suma al del "macro-hotel" de 575 habitaciones de las naves de Guatla,
de momento paralizado, que ya despertó una fuerte oposición vecinal, han
añadido.
Sobre el primero de estos proyectos, Pablo ha
lamentado que en esta ocasión "será más difícil de frenar" la
construcción del hotel.
"Parece que este va a ser mucho más complicado",
ha expresado, y ha subrayado que, a pesar de "algunos mensajes
políticos", la situación "no cambia": "No cambia la subida de precios y
este tipo de cambios de modelos".
Previamente a esta manifestación, distintas asociaciones han
programado otras actividades que se enmarcan en una campaña de
movilización para "defender el barrio". De esta forma, el sábado 10 de
febrero se celebró un concierto contra la turistificación en la
asociación cultural La Protectora, con la actuación de los grupos Las
Víctimas Civiles, O.J.O. y Los Malditos, que agotaron las entradas.
Además, el día 15 de febrero se presentó en la librería Nöstlinger
el libro 'L'últim Recer', de Nacho Collado, que aborda la problemática
en torno a la vivienda a partir de distintos casos reales ocurridos en
la ciudad de València.
Unos días después, el día 18 de
febrero, se celebró en el parque de Marxalenes un taller de pancartas,
abierto al público familiar del distrito, que sirvió como preparativo
para la manifestación.
Finalmente, el día 28 de febrero, como cada último miércoles de mes, se llevó a cabo una 'cacerolada antituristificación' desde la calle Guatla.
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