MADRID.- La confianza del
inversor español ha bajado en el último trimestre de 2015 debido a las
dudas sobre la fortaleza de la recuperación económica, y el 53 % de los
inversores prevé que la crisis no termine hasta el 2020, según el índice
de confianza que elabora J.P. Morgan Asset Management.
Ese indicador sitúa la confianza de los inversores españoles en 0,14
puntos entre octubre y diciembre del año pasado, y suma así dos
trimestres consecutivos de descensos.
No obstante, el índice se encuentra en terreno positivo desde el
cuarto trimestre de 2014, casi dos años y medio después de haberse
situado en negativo durante toda la crisis.
La incertidumbre de los inversores españoles se refleja sobre todo en
el enfriamiento de las expectativas en torno a la mejora de la economía
y su fortaleza, así como en la volatilidad de los mercados.
El 53 % de los encuestados todavía considera que el fin de la crisis
se producirá dentro de más de cuatro años, y el 27 % estima que el PIB
bajará en los próximos seis meses, un porcentaje que es cinco puntos
superior al que se registró en el tercer trimestre.
Sin embargo, las señales que refleja este índice son variadas, ya que
por otro lado hay un mayor optimismo sobre la evolución de la bolsa
española y el 30 % de los encuestados cree que subirá en los próximos
seis meses, frente al 27 % que mantiene su fe en las bolsas europeas.
Los mercados emergentes y la Bolsa japonesa son los que suscitan menos optimismo sobre futuros avances.
En cuanto a los productos donde piensan invertir los españoles en el
próximo semestre, continúa el avance de los activos de ahorro a largo
plazo, frente a los depósitos o libretas de ahorro.
El indicador señala que ha aumentado en casi cuatro puntos los
inversores que centran su atención en los fondos de inversión, renta
variable o fija y planes de pensiones, que suponen el 21 % del total.
Por otra parte, el índice de confianza de J.P. Morgan también mide de
forma semestral las expectativas de los inversores en las siete
comunidades autónomas más representativas y señala que Andalucía y
Aragón fueron las más optimistas entre julio y diciembre del 2015 y
Cataluña y Castilla y León, las más pesimistas.
En Andalucía, la confianza de los inversores mejoró en el segundo
semestre del año pasado y el indicador se situó en 1,6 puntos, cuatro
más que en la primera mitad del año.
En sentido contrario, en Castilla y León se registró un gran
deterioro y la confianza retrocedió 3,2 puntos y cayó hasta el -1
situándose en niveles de hace tres años.
También en Cataluña, el índice de confianza se situó en terreno
negativo entre julio y diciembre de 2015, después de haberse mantenido
un año y medio en positivo.
Por otra parte, mientras en la Comunidad Valenciana y en Madrid la
confianza de los inversores se mantuvo estable, en el País Vasco bajó
hasta 0,1 puntos, frente a los 2,8 que registro en el primer semestre
del año pasado.
La confianza de los inversores vascos supone el mayor retroceso de las comunidades consideradas en el estudio.
En Galicia, el índice baja hasta 0,5 puntos pero la confianza
continúa en valores positivos y completa dos años por encima de cero.
La encuesta de confianza de J.P. Morgan se ha realizado sobre una
muestra de 1.421 entrevistas a inversores españoles de más de 30 años y
que son consumidores de productos de ahorro e inversión como acciones,
fondos, letras del Tesoro, Bonos del Estado o depósitos.
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