VALENCIA.- La
maestría como dibujante del pintor valenciano Joaquín Sorolla, quien
"dibujaba como el que respira" y se instalaba a la orilla de la playa
para "apoderarse de la realidad", puede contemplarse en Valencia en 123
obras, que en su práctica totalidad se exponen por primera vez en una
muestra.
El
Museo del Carme de Valencia, en cuyas aulas el artista estudió Bellas
Artes, acoge desde hoy y hasta el próximo 29 de mayo la exposición
"Sorolla. Apuntes en la arena", una selección de entre los más de 5.000
dibujos que hizo a lo largo de su vida para intentar tener un "dominio
absoluto" de los gestos y las posiciones.
Barcas,
velas, bueyes arrastrando las barcas, niños jugando en la playa,
mujeres de los pescadores esperando su regreso y, en definitiva, "la
vida de la playa de Valencia", se refleja en esta muestra producida por
la Fundación Museo Sorolla, en colaboración con la Obra Social La Caixa y
el Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana.
A
Sorolla "le fascinaba" todo lo que ocurría en la playa de Valencia,
porque era algo "muy vital" y además sucedía en lo que para él era "el
escenario de los escenarios, la orilla del mar, donde la luz se
multiplica", ha explicado la directora del Museo Sorolla y comisaria de
la exposición, Consuelo Luca de Tena.
El
pintor se colocaba en la orilla a "tomar nota" de todo lo que ocurría
en la playa de Valencia, que era de trabajo y no de veraneo, y "de esa
maraña de dibujos que iba tomando de vez en cuando salía un cuadro", ha
señalado la comisaria.
Ha
precisado que Sorolla usaba el dibujo como paso previo a la pintura,
pero no como una preparación estricta para luego copiarlo en la pintura,
sino como un ejercicio para asimilar los gestos, posturas, escenas y
composiciones, y luego poder enfrentarse al cuadro "con total libertad".
La
exposición, que constituye la muestra más completa dedicada a la faceta
de dibujante del pintor valenciano, incluye obras de todas sus épocas
de producción y está dividida en cinco apartados, como son el trabajo en
el mar, barcas y bueyes, mujeres el mar, la alegría del agua y
elegantes en la playa.
La
mayoría de los dibujos los realizó al aire libre y en ellos utilizaba
todas las técnicas, principalmente el lápiz, que era "lo más fácil de
llevar a todas partes", pero en ocasiones también empleaba la tinta a
pluma, la aguada para darle un aspecto más pictórico, o el clarión.
Luca
de Tena ha destacado que "la aparente facilidad" con la que Sorolla
pintaba, que "parece que le sale solo", lleva detrás "una intensa y
larga disciplina de dibujo", y ha resaltado que la mayoría de dibujos
que se pueden ver en esta exposición son "de estudio, de trabajo, no
dibujos acabados para enmarcar".
Sorolla
"era un trabajador infatigable, que iba siempre cargado a todas partes
con sus cuadernillos y lápices, y que allí donde estuviera estaba
continuamente dibujando", ha explicado la comisaria.
Según
Luca de Tena, la idea de esta exposición surgió cuando al terminar la
catalogación en el Museo Sorolla de los dibujos del pintor se pensó que
había que hacer algo con ellos y mostrar la relación de estos con sus
pinturas, que no consiste en una "trasposición", sino en estudios que al
final dan una creación nueva.
El
director del Centre del Carme, Felipe Garín, ha hecho un elogio del
dibujo, que en su opinión se ha minusvalorado muchos siglos, pero es "el
primer paso entre la cabeza y la mano", y ha destacado que Sorolla era
"meticuloso y lo guardaba todo".
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