Los tractores de los agricultores indignados están ocupando
carreteras y autovías y empiezan a invadir las ciudades como acaba de
ocurrir en Granada y se va a repetir muy pronto en otras capitales de
provincias.
El motivo, la ruina del campo español por causa de unos
precios muy bajos en el pago a los agricultores y ganaderos frente a los
precios muy superiores que paga el consumidor y el impacto de la subida
del salario mínimo.
Lo que lleva a la ruina o situaciones desesperadas de agricultores y
ganaderos a los que desde la UGT, sindicato famoso por sus múltiples
casos de corrupción, se les llama ‘terratenientes’ para desprestigiarlos
e insultarlos.
Y ¿qué hace el Gobierno? Pues de momento nada. El ministro Planas de
Agricultura convocó varias reuniones y le echó la culpa -balones fuera-
de la escasez de los precios en origen a las grandes superficies
comerciales. Y para completar el espectáculo aparece Pablo Iglesias y se
mete en el territorio del ministro Planas creando más confusión,
mientras desde Bruselas llegan malas noticias sobre recortes a las
subvenciones agrícolas.
Dijo hace poco Pedro Sánchez ante el Comité Federal del PSOE que las
concesiones que este gobierno va a otorgar a Cataluña no supondrán una
discriminación del resto de Comunidades Autónomas. Pues bien si a
Cataluña se le van a conceder 4.000 millones en infraestructuras (1.500
millones solo para el aeropuerto del Prat) y otras bichocas y el
Gobierno debe hacer algo similar en el resto de Comunidades Autónomas
destinando buena parte de esas inversiones al campo.
Lo que se deberá acordar en las correspondientes mesas de diálogo
-como la catalana- del Gobierno de España con cada uno de los gobiernos
autónomos del país, para que el trato sea el mismo en todo el territorio
nacional.
Y eso es lo que deben de empezar a decir por toda España los
agricultores y ganaderos a voz en grito: queremos las mismas ayudas e
inversiones que Sánchez le piensa dar al gobierno catalán, que ademas es
separatista e insolidario con el resto de España.
Los gobiernos de Cataluña y del País Vasco se llevan la parte del
león en el reparto del dinero público y a la España rural le toca la
parte del ratón, hasta que los tractores entren en Madrid y bloqueen la
ciudad pidiendo para la agricultura y la ganadería lo mismo o más que el
Gobierno de Sánchez e Iglesias le van a dar a los gobiernos
soberanistas vasco y catalán.
Y ¿qué dicen de todo esto los Presidentes autonómicos del PSOE?
Callados están como muertos, como se callaron hace poco en el Comité
Federal. Eso sí, hasta que los tractores lleguen hasta las puertas de
sus sedes presidenciales, y sólo entonces los empezarán a escuchar. Ese
es el único lenguaje que entiende Sánchez y el que le han enseñado
Urkullu y Torra.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
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