VALENCIA.- El Valencia Container Freight Index (VCFI)
que mide los fletes de exportación desde el Puerto de Valencia ha
experimentado un fuerte incremento respecto al mes de febrero con una
tasa de crecimiento del 7,81% hasta alcanzar los 1.235,58 puntos. Unas
cifras que, según ha explica la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) en
un comunicado, vienen "determinadas por una situación económica global
totalmente condicionada por los efectos del brote del coronavirus
COVID-19".
Si bien su aparición y primeras consecuencias tuvieron lugar en
China en enero de 2020, su rápida propagación por el resto de los países
del mundo en las semanas posteriores está generando una situación
económica "sin precedentes", asegura la APV.
En este sentido, la paralización de la actividad productiva en
China por las medidas de contención de la enfermedad ha generado un
"efecto cascada" sobre los flujos comerciales con origen y destino el
país asiático y, en consecuencia, sobre la industria de transporte
marítimo.
El drástico descenso de la actividad en China ha supuesto un
'shock' para el comercio de una de las principales rutas de contenedores
del mundo, la que transita entre el Lejano Oriente y Europa. Un claro
ejemplo de esto se muestra en el descenso de los niveles de los puertos
chinos, que han visto reducido su volumen de TEUs entre enero y febrero
en un 10,1% comparado con el mismo periodo de 2019.
Como consecuencia de la debilidad de la demanda, la oferta de
capacidad para esta ruta se ha visto reducida en gran medida, aumentando
los viajes cancelados más de lo habitual. Como resultado, la 'flota
ociosa' --estacionada y en espera de operaciones-- alcanzó un récord
histórico el 2 de marzo con 402 buques, el 10,6% de la flota activa, los
2,46 millones de TEU.
Sin embargo, dado que la expansión del virus continúa, alcanzando a
la mayoría de las zonas de Occidente, estos efectos sobre la demanda,
flota ociosa y fletes pueden multiplicarse en los próximos meses ante la
paralización de la actividad económica en otros países, como España, y
la incertidumbre sobre su duración, adiverten desde la APV.
En concreto, es necesario destacar principalmente tres áreas, pues
son en las únicas donde los cambios son de una magnitud considerable.
Por un lado, destacan la subida de los fletes en Lejano Oriente
(42,42%), Subcontinente Indio (24,16%) y Oriente Medio (16,72%). Estas
tres áreas se ubican geográficamente a lo largo de la ruta de
contenedores Lejano Oriente - Europa/Mediterráneo, por lo que la
cancelación de servicios y de viajes han provocado una reducción de la
capacidad oferta que ha presionado al alza los fletes.
En el caso específico de Lejano Oriente, la tasa de crecimiento en
el mes de marzo alcanza el 42,42%, lo que constituye la segunda mayor
subida de la serie tras la acontecida en noviembre de 2019, situando al
índice en un valor de 1.362,83 puntos.
Como ya se ha expuesto, el brote de coronavirus en China y las
medidas de contención adoptadas para frenar su expansión, ha provocado
una desaceleración de la actividad en China.
Esto ha derivado en una fuerte reducción de la capacidad ofertada
por el aumento de cancelaciones, lo que sumado a la situación de
congestión que se dio en los primeros momentos de la crisis en ciertos
puertos chinos, ha tensionado fuertemente la ruta, traduciéndose en un
fuerte incremento de los fletes.
En cuanto al Mediterráneo Occidental, los fletes se han contraído
un 2,04% respecto al mes anterior. Si bien los tráficos de exportación
desde Valenciaport hacia Argelia y Marruecos han crecido durante los dos
primeros meses del año, lo cierto es que tras la fuerte subida de
fletes para estos mercados en enero de 2020 (11,57%) por la entrada en
vigor de la IMO2020, los meses posteriores han encadenado una moderación
en sus niveles.
En este sentido, es necesario destacar la fuerte subida de los
tráficos con Marruecos, principalmente debido al tirón del sector
cerámico tras la cancelación de las conexiones desde el puerto de
Castellón con el país magrebí.
Como contrapunto para los operadores marítimos, el precio del
barril de Brent se ha reducido un 60,07% en marzo respecto al mes
anterior, situándose en una cotización media mensual de 34,45 euros; y
un precio a 31 de marzo de 14 dólares. Un precio europeo (el del último
día de marzo) notablemente inferior al que mantuvo la referencia OPEP,
de 22,71 dólares barril.
Esto supone un "descenso histórico" provocado principalmente por
la contracción de la demanda de petróleo fruto de la desaceleración de
la actividad económica y la guerra de precios entre Arabia Saudí y
Rusia.
En cuanto a los precios de 'bunkering', estos también han sido arrastrados por la coyuntura económica actual.
Así, según los datos recopilados a partir de Ship&Bunker, el
precio medio del combustible IFO 380 en los 20 puertos del mundo más
relevantes se ha contraído un 29% en marzo con respecto a febrero,
mientras que el VLSFO lo ha hecho cerca del 48%.
De este modo, la diferencia entre ambos combustibles se ha
reducido y en estos momentos es inferior a cien euros, lo que ejerce una
presión a la baja en los fletes que, en muchos casos acaba siendo
contrarrestada por las excepcionales circunstancias de la dinámica
comercial en estos momentos como trataremos de explicar a continuación
Por lo que respecta a la evolución de las diferentes áreas, la mayoría
de ellas sufren variaciones moderadas o permanecen en los mismos niveles
que el mes anterior.
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