Pero esta diferencia podría estar ampliándose aún más de acuerdo con los datos aportados por el Consejo Oleícola Internacional. Según el organismo, ambos países son los mayores productores y consumidores de aceite de oliva en todo el mundo, pero la tendencia parece estar cambiando.
Bien por los nuevo hábitos de alimentación -consumo de ultraprocesados-, nuevas opciones a la hora de cocinar -con menos aceite- o también el aumento de los pedidos a domicilio, están provocando que el aceite per cápita consumido por ambos países haya descendido de manera notable en la última década.
Según informa el Consejo, desde 2013 hasta ahora, en Italia se ha pasado de consumir 12 kilos de aceite de oliva al año per cápita a 7,1 kg en la actualidad. Esto ha provocado que el país transalpino baje un escalón en la clasificación de mayores consumidores de aceite del mundo: de segundo a tercero, en favor de Grecia.
Este problema no es menor, ya que, según el Teatro Naturale, Italia pretendía incluir su cocina en el Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, algo que podría quedar en el aire si este descenso en el consumo de aceite continúa acentuándose.
Y es que, a lo largo de la historia, los países que más aceite han producido han sido a su vez los que más han consumido, algo que por primera vez parece haber cambiado. De hecho, si la tendencia continúa, Italia podría caer otro puesto en la clasificación de consumidores, en favor de Siria (6,8 kg per cápita en la actualidad).
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