Así, la multinacional produce cerca de 1.150 vehículos cada día, frente a los 1.050 previstos durante el periodo de vigencia del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal presentado por la dirección de la planta, y que afecta a 1.013 trabajadores desde el pasado 29 de septiembre hasta el 17 de diciembre.
La secretaria general de CGT en la planta de Almussafes, Francisca Cuesta, explicó que la compañía les informó de estos dos paros ayer, "de un día para otro", algo que dejó "sorprendidos" a muchos empleados. La dirección de la multinacional automovilística alegó que se trataba de una parada técnica motivada por un "exceso de producción", según precisó la representante sindical.
En concreto, los paros que se efectuaron en el turno de mañana de 12.00 a 14.00 horas, y en el de la tarde, de 14.00 a 16.00 horas, y afectaron a la planta de las líneas de montaje y a las de pintura. No obstante, Cuesta precisó que los empleados afectados "no se han ido a casa", sino que ocuparon ese tiempo con charlas, de modo que los trabajadores permanecieron en su puesto de trabajo.
Por otro lado, la secretaria general de CGT en Almussafes, se refirió a la posibilidad planteada ayer por la Dirección de la factoría al Comité de Empresa de que la gestión de los pagos de la Seguridad Social se realice a través de una mutua a partir del próximo 1 de enero de 2009.
En este sentido, señaló que el Comité de Empresa --formado por el sindicato mayoritario UGT, así como por CCOO, CGT y CTM-- rechazó de forma unánime esta propuesta, a pesar de las diferencias mantenidas por las distintas organizaciones.
Los distintos sindicatos mostraron discrepancias respecto a las movilizaciones que se llevarán a cabo, en el caso de formalizarse esta posibilidad, ya que, según Cuesta, UGT no se mostró partidario de aceptar movilizaciones hasta que un trabajador deje de percibir su prestación económica por una baja, mientras que el resto optaron por dar a la compañía un plazo de 15 días para retirar esta iniciativa e iniciar las protestas.
En cualquier caso, al tener UGT la mayoría en éste órgano, salió adelante la propuesta de este sindicato --que agrupa al 80 por ciento de los trabajadores--, que consiste en iniciar las movilizaciones con una concentración en las oficinas centrales, en el momento en el que uno de los empleados deje de percibir su prestación económica, a causa de esta privatización de la gestión de la Seguridad Social.
En cuanto a lo que la formalización de ésta decisión supondría, Cuesta explicó que hasta ahora, los empleados pagaban a la Seguridad Social, mientras que con esta modificación, este dinero se gestionaría a través de una mutua privada, que podrá proponer a los empleados que estén de baja que, a partir del día 16, el seguimiento lo realicen médicos de la entidad privada, con lo que "perderíamos nuestro derecho a elegir el médico, porque con la Seguridad Social se puede cambiar".
No hay comentarios:
Publicar un comentario