Gómez Navarro, que ofreció la Conferencia inaugural del II Congreso Europeo de Turismo Industrial, destacó que cada vez hay más países que crean su oferta turística y, por ello, la diversidad "se convierte en un valor absoluto" y obliga al público y a los touroperadores a cambiar los productos y destinos que se ofrecen y generar "nuevas motivaciones de viaje".
En ese contexto se sitúa el turismo industrial, una actividad "naciente casi en España", dijo, a excepción de las visitas realizadas durante años a las bodegas de Jerez o más recientemente a las de La Rioja, que permite comprobar cómo se realiza la fabricación de productos, tanto en su vertiente artesanal como en la de desarrollo tecnológico, y permite vender.
Sin embargo, insistió en que "cualquiera que quiera vender un producto turístico debe ser capaz de generar ilusión", y ver en qué medida ese producto es capaz de convocar a la gente y motivar un cambio en la forma de vivir, algo que, en el caso del turismo industrial, está ligado al conocimiento y el aprendizaje.
Por ello, y destacando la actitud de la gente de "moverse para aprender cosas", Javier Gómez Navarro recomendó a las empresas --a las que recordó que no hay promoción mejor que "el boca a boca"-- que hagan visitable su fábrica, porque les aportará aspectos positivos, y porque esta actividad "deja un margen importantísimo de creatividad" y genera muchas expectativas.
Previamente, en el acto inaugural, el presidente de la Cámara de Comercio de Toledo, Fernando Jerez, tras dar la bienvenida a los asistentes, destacó el doble beneficio de esta nueva dimensión turística industrial, tanto para la competitividad de la empresa como la del territorio donde se asienta esa industria, convencido de que apostar por este turismo es apostar "por el futuro de nuestras empresas".
En nombre del presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda --que no pudo asistir por estar presidiendo la reunión del Consejo de Gobierno-- intervino en la inauguración la consejera de Cultura, Turismo y Artesanía, Soledad Herrero, quien advirtió de que el turismo "es una industria que no podemos permitir que sea coyuntural sino una realidad económica".
En opinión de Herrero, el turismo industrial entendido como actividad transversal "puede y debe acercarse al tejido productivo, generando valor añadido para la empresa", que puede ver cómo mejora su imagen corporativa, incrementa sus beneficios y motiva a su personal. Por último, defendió que en Castilla-La Mancha, en materia de turismo industrial, "tenemos los mimbres para hacer el mejor cesto".
El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, por su parte, resaltó la riqueza monumental que tiene Toledo como un "poderoso imán para atraer visitantes", pero reconoció que el consumo turístico está cambiando en los últimos años y que hay que "estar despiertos para atraer visitantes", pues en materia de turismo industrial aún "queda camino por avanzar".
García-Page, que comprometió el apoyo del Ayuntamiento por alcanzar ese reto, reconoció que aunque todavía no tenemos los niveles de desarrollo de otras provincias españolas u otros países, "podemos avanzar y a un ritmo rápido", pues a pesar del "momento delicado" actual que "hace necesario trabajar duro", la capital regional acoge más de un millar de encuentros profesionales, sectoriales o científicos y tiene buenas comunicaciones.
En la apertura también intervinieron el vicepresidente de las Cámaras francesas, André Marcon, y el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano, que subrayó cómo la gente "cada vez busca más otras alternativas al turismo de sol y aparecen nuevas etiquetas" como la de turismo industrial, al que la región puede aportar muchos sectores que necesitan ser conocidos como el agroalimentario o el artesano.
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