MADRID.- El envite del coronavirus ha hecho temblar los cimientos del sistema
sanitario español. Tanto que la equidad y la igualdad ya son palabras
que quedan en papel mojado, pues, tal y como ha podido saber La Razón,
el Gobierno bloqueó desde principios de mes la distribución de material
de protección sanitaria a las farmacias y, por tanto, a los ciudadanos
de a pie.
En concreto, según un documento al que ha tenido acceso este diario, desde el pasado 2 de marzo, la Agencia Española del Medicamento
(dependiente del Ministerio de Sanidad) informó a los proveedores y
distribuidores de la obligación de «iniciar un procedimiento para
someter la comercialización de mascarillas sanitarias a condiciones
especiales adoptando como medidas provisionales las siguientes: obligación
de destinar con carácter prioritario la comercialización de mascarillas
al abastecimiento de centros y servicios sanitarios en detrimento del
suministro a otros establecimientos. Y, en segundo lugar, prohibición de comercializar mascarillas sanitarias fuera del territorio nacional».
La consecuencia directa de esta decisión avalada por el Ministerio de Sanidad ha sido que, en las últimas semanas, las farmacias españolas han quedado totalmente desabastecidas
de cualquier tipo de material de protección, como mascarillas, guantes o
geles hidroalcohólicos. «Tras recibir esta comunicación, teníamos
absoluta obligatoriedad de, en caso de tener material, enviarlo a
centros sanitarios como hospitales o ambulatorios y no a
establecimientos como puede ser una farmacia, aunque lo cierto es que ya
por aquel entonces era complicado disponer de este tipo de productos.
De hecho, todo el material que hemos intentado conseguir en estos últimos días se ha parado en aduanas y se ha requisado», aseguran fuentes del sector de la distribución farmacéutica.
Ante
esta tesitura, y con los centros de salud abarrotados, el sector
farmacéutico ha alzado la voz,
ya que su situación también comienza a ser crítica por la falta de
medios con la que se encuentran para atender a la avalancha de pacientes
que ahora acude a la farmacia. «Estamos desprotegidos. Atendemos
directamente a muchos pacientes con síntomas de fiebre sin mascarilla y
sin ninguna protección,
tan solo confiando en que respeten la línea de seguridad que hemos
marcado en la farmacia».
Es la queja de una farmacéutica madrileña que
describe la cruda realidad de muchos farmacéuticos, que están atendiendo
las necesidades de un gran número de ciudadanos en total desamparo y
poniendo en riesgo su propia salud.
Por ello, Luis González, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, COFM, ha hecho un «llamamiento a las administraciones y a las autoridades sanitarias para que no se olviden de los farmacéuticos
de oficina de farmacia, ya que se trata del sanitario al que el enfermo
acude en primer lugar, y distribuyan con urgencia material de
protección, como mascarillas, guantes, gafas… si quieren seguir contando
con nuestro personal en la primera línea de la atención ciudadana».
«Somos
conscientes de que la prioridad ahora son los hospitales, pero no se
puede dejar de lado a la farmacia, que se ha quedado totalmente
desamparada»,
confiesan fuentes del sector, que hacen hincapié en que «la falta de
previsión del Gobierno y la escasa información que se ha ofrecido ha
hecho que lleguemos a esta situación de desprotección, porque hubo un
momento en el que las farmacias tenían mascarillas y se vendían al
ciudadano. En ningún caso se guardó ese material para uso propio de
los farmacéuticos y distribuidores porque nadie nos informó de la
gravedad de lo que estaba por venir».
Y es que la falta de
protección ya está provocando consecuencias en las boticas, pues, tal y
como ha confirmado el COFM, «a día de hoy, sin ningún tipo de ayuda,
desgraciadamente tenemos el conocimiento de que cuatro oficinas de
farmacia de la red de la Comunidad de Madrid han comunicado su cierre
temporal como consecuencia del coronavirus».
Ante
la inminente llegada de material de protección, el sector de la
distribución farmacéutica recibió el pasado viernes día 20 un escrito en
el que se informaba de forma literal de que “debe asegurarse la
continuidad en el suministro de medicamentos y productos sanitarios
regulados por la Agencia Española del Medicamento, preservando en la
medida de lo posible la actividad de todos los agentes del sector.
Muchos
de estos agentes necesitan acceso de esas materias primas,
equipos materiales, auxiliares y consumibles para mantener su actividad.
Una vez cumplida la obligación de informar, los fabricantes,
importadores o distribuidores, podrán seguir suministrando las
cantidades imprescindibles a aquellos clientes que lo necesiten”.
De esta manera, “desde este viernes, si entrara material sí nos
permitirían suministrar cantidades imprescindibles para aquellos
clientes que lo necesiten para mantener su actividad, como por ejemplo
las farmacias o los propios profesionales de la distribución”, advierten
fuentes del sector.
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