VALENCIA.- La Fiscalía Provincial de Valencia ha
advertido de situaciones "dramáticas" que se están viviendo en muchas
residencias de la provincia como consecuencia del coronavirus. Tal y
como están trasladando desde los centros de ancianos al ministerio
público, existe una "patente" falta de medios y los empleados están
"desbordados", "al límite" de sus posibilidades.
Así lo ha manifestado la
coordinadora de la sección de Civil de Valencia, Ana Lanuza, en relación
con la situación que atraviesan las residencias en la provincia de
Valencia y el elevado número de ancianos contagiados y fallecidos.
Desde esta sección de la Fiscalía, que no observa ningún tipo de
responsabilidad en la forma de actuar de las residencias, se han puesto
en contacto con la mayoría de centros de la provincia, tanto públicos
como privados, para conocer de primera mano cómo están afrontando la
crisis del coronavirus, saber sus necesidades y ofrecerles ayuda.
Así, en primer lugar, se les remitió un oficio para preguntarles
por su situación y seguidamente se ha ido llamando una a una para
conocer su estado. En estas comunicaciones, según ha indicado Lanuza, desde las residencias están trasladando una carencia de
recursos "extrema" y, como ejemplo, ha manifestado que en ocasiones los
empleados se encargan de elaborar sus propias mascarillas porque
disponen de algunas que tienen más de 10 años.
"Nos estamos encontrando con situaciones realmente dramáticas, en
las que los profesionales de las residencias están desbordados y no
saben ya cómo actuar. No disponen de medios ni tampoco de test rápidos
para detectar posible coronavirus en trabajadores y aislarlos de los
ancianos", ha comentado.
Así, ha resaltado la actuación "heroica" de estos profesionales,
que ahora mismo tienen encargada esta "gran responsabilidad" de cuidar a
los mayores, un colectivo vulnerable en medio de esta crisis sanitaria.
Estos trabajadores, ha insistido, "están haciendo mucho con muy
poco y, encima, se les está cuestionando su actuación en muchos
lugares", ha lamentado, para apostillar que "puede haber algún supuesto
mal hecho, pero no es ni mucho menos la tónica general. Más bien al
contrario", ha puntualizado.
La fiscal ha explicado que los empleados de residencias están "muy
asustados" y "preocupados" porque "cuando entra el virus en un centro,
el desenlace es letal. Se trata de gente mayor y los trabajadores tienen
un miedo del que no sé si es realmente consciente la sociedad", ha
dicho.
Así, ahora mismo, ha incidido, la "obligación" del ministerio
público es velar por esta gente tan vulnerable, con el objetivo de que
no se encuentre "desemparada" y también por los trabajadores de los
centros, para que no sean "cuestionados".
Desde el ministerio público están recabando todos los datos,
carencias y deficiencias, y por parte de las residencias también se los
están trasladando a la Conselleria de Sanidad, con el objeto de
conseguir más recursos. También han agradecido la labor del Ejército en
cuanto a la desinfección de los locales, "algo que también ayuda", ha
sentenciado.
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