MADRID.- El ministro de Sanidad,
Salvador Illa, ha señalado que su departamento no podía cancelar la
manifestación del Día de la mujer, que se celebró el 8 de marzo, o
cualquier otro evento en esas fechas porque hasta el 14 de marzo, que se
decretó el estado de alarma, las competencias en esta materia las
tenían las comunidades
autónomas.
Illa
ha dado explicaciones sobre este tema durante su
comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso, a la que ha
acudido a informar sobre la situación de la crisis del coronavirus.
Durante la sesión, la portavoz de Sanidad del PP, Cuca Gamarra, y el de
Vox, Juan Luis Steegmann, han criticado que el Ejecutivo permitiera esta
celebración cuando, a su juicio, conocía el riesgo de contagio, ya que
unos días después tomaba decisiones restrictivas para la ciudadanía.
El ministro ha explicado que el mismo 8
de marzo “al anochecer” recibió la llamada de los consejeros de Sanidad
de País Vasco y Comunidad de Madrid en la que le comunicaban un aumento
“sustancial” de los casos en sus autonomías y le trasladaron su
intención de poner en marcha varias medidas que “harían oficiales al día
siguiente”.
En este sentido, ha
recordado que eran los consejeros “los competentes” para actuar de este
modo, al menos “hasta el 14 marzo”, cuando se decretó el estado de
alarma.
“Yo no puedo tomar medidas de salud pública, no puedo suspender una manifestación, no puedo suspender un partido de fútbol
u ordenar una medida restrictiva”, ha apuntado Illa, quien ha explicado
que recibió estos mensajes de los consejeros porque se había convocado
entre ellos y acordado conjuntamente que se coordinarían en este asunto.
De hecho, el ministro reconoce que los dirigentes de País Vasco y
Comunidad de Madrid fueron “leales” en este sentido al informarle.
Fue tras ese contacto, según señala el responsable de Sanidad, cuando los dirigentes autonómicos decidieron suspender la actividad escolar o los eventos de más de 1.000 personas,
entre otras iniciativas. “El día 12 las extendimos a toda España y el
14 dictamos el estado de alarma”, ha apuntado el ministro, señalando la
“rapidez” con la que, a su juicio, se realizó este proceso debido, según
indica, a la “situación cambiante”.
Del mismo modo, apunta que el aumento de casos registrado tras el 8-M es “la fotografía” de lo que pasó entre 7 y 10 días antes,
que es cuando se producen los contagios, es decir “en la última semana
de febrero”.
En este sentido, ha señalado que en Vitoria saben que esta
situación se produjo en un velatorio, mientras que en la capital no
conocen la razón. “Probablemente fue la entrada masiva de gente
contagiada”, ha indicado, para señalar que se podría tratar de un grupo
de 60, 70 o 100 personas infectadas, aunque no puede confirmarlo “con
certeza”.
“Me piden que tenga capacidad de saber aquello que no se me
notifica y no la voy a tener en la vida”, ha concluido el minisitro.
Por su parte, la Ministra de Educación, Isabel Celaá, ha
defendido este jueves de nuevo la decisión del Gobierno de mantener la
convocatoria de manifestación del 8 de marzo, a pesar de los datos que se han conocido posteriormente sobre la incidencia del coronavirus en la población.
Entre los miembros del Gobierno que asistieron a la manifestación, la
vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, la ministra de Igualdad,
Irene Montero, la ministra de Política Territorial y Función Pública,
Carolina Darias, y Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez,
presentes en la manifestación dieron posteriormente positivo en
coronavirus.
La ministra de Educación ha recordado que, en aquel momento,
nada hacia pensar en el incremento de casos en España y otros países del
entorno mantuvieron también las convocatorias.
“Es muy fácil
con el conocimiento que tenemos hoy analizar el pasado, pero no es
justo, porque en todos los países se fue a esa manifestación por la
igualdad de género y nosotros adoptamos medidas de confinamiento desde
el 14 de marzo”, ha indicado Celaá en una entrevista en Onda Cero.
Asimismo, ha recordado que el 8 de marzo se celebraron en España, además de las movilizaciones del 8-M otras convocatorias multitudinarias.
“En todo momento, el Gobierno había seguido indicaciones de los
servicios sanitarios y entonces no se ordenó el confinamiento; sí los
debidos cuidados, pero no el aislamiento social y ese día hubo otras
convocatorias, partidos de fútbol, ferias de arte…”, ha indicado Celaá.
La ministra de Educación entiende, además, que ahora no se el momento para pedir responsabilidades. “Tenemos muchas costumbre de juzgar acontecimientos del pasado con el conocimiento del presente,
pero tiempo va a haber para que unos y otros podamos comentar las
medias que debían haber sido tomadas, ahora tenemos que confrontarnos al
enemigo común y abatirlo”, ha concluido.
En el mismo sentido, el secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, Rafael Simancas, ha acusado al PP de caer en la “deslealtad”, la “incoherencia” e incluso “el ridículo” por seguir insistiendo en criticar al Gobierno por haber permitido las manifestaciones del 8 de marzo cuando ya se conocían algunos casos de coronavirus en España.
“Los reproches del PP por el Covid-19
pasan ya de la deslealtad a la incoherencia y el ridículo”, ha comentado
Simancas en la red social Twitter, en respuesta a la intervención de la
vicesecretaria general de Política Social del PP, Cuca Gamarra, quien
ha aprovechado este jueves la comparecencia del ministro de Sanidad,
Salvador Illa, en el Congreso para volver a echar en cara al Ejecutivo
que permitiera esas manifestaciones cuando se iniciaba la crisis del
COVID-19.
Concentraciones de las
que, según recuerda Simancas, el PP participó “activamente”. De hecho,
Gamarra fue una de las dirigentes ‘populares’ que acudió a la
manifestación en Madrid. “Por favor, algo más de lealtad y unidad frente
al enemigo común”, ha rogado el dirigente socialista en alusión al
coronavirus.
En la misma red social, el ‘número dos’ del PSOE en la Cámara Baja también ha cargado contra Vox, en este caso para denunciar que
esté insistiendo en el Congreso en la exigencia “brutal, inhumana y
demencial” de negar asistencia sanitaria a los inmigrantes sin recursos.
Una posición que Simancas ha contrastado con la del titular de Sanidad,
a quien ha elogiado por llevar adelante una estrategia contra la
pandemia del coronavirus “eficaz, justa y fundada en el consejo de los
expertos”.
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