VALENCIA.- El Gobierno estima el cierre de la central nuclear de Cofrentes para noviembre de 2030, según consta en una respuesta
parlamentaria del pasado mes de febrero al senador de Compromís, Carles
Mulet, que se había interesado sobre la fecha para la conclusión de la
actividad en la instalación.
El ejecutivo señala en la respuesta que la seguridad en la
operación de las centrales nucleares es competencia del Consejo de
Seguridad Nuclear (CSN), organismo independiente de la administración
encargado de vigilar que el funcionamiento de estas instalaciones "no
represente riesgo alguno ni para los trabajadores ni para las personas o
el medio ambiente".
Además, es el encargado de elaborar los informes sobre seguridad
de las centrales, que preceden, con carácter vinculante en tal materia, a
la correspondiente autorización del Ministerio para la Transición
Ecológica.
Con estos condicionantes, explica que los propietarios de las
centrales y la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos firmaron en
marzo de 2019 un Protocolo que contiene el calendario de cierre ordenado
de las instalaciones, "con base al horizonte temporal contemplado en el
Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y en base, también, a las
solicitudes de renovación de las autorizaciones para la continuidad de
su explotación, cuya aprobación corresponde al Ministerio para la
Transición Ecológica y el Reto Demográfico".
Así, con dichas premisas, "se informa que se estima el cierre de
la central nuclear de Cofrentes para noviembre del año 2030", concluye
el Gobierno.
Mulet había trasladado al ejecutivo la "preocupación" por el
mantenimiento activo de la central de nuclear de Cofrentes, con unas
declaraciones del diputado de Compromís en Les Corts Juan Ponce, quien
incidía en que ""si no queremos tener un Fukushima valenciano, la
central nuclear de Cofrentes tiene que cerrar el próximo año, en 2021".
Asimismo, recordaba que la pasada legislatura, a propuesta de los
grupos parlamentarios que apoyan al Gobierno del Botànic, se aprobó una
iniciativa para que el Consell exigiera al Gobierno central el cierre y
desmantelamiento de la central y añadía que, cuando queda un año para la
fecha del fin del funcionamiento de la nuclear valenciana, "la empresa
explotadora del suministro, Iberdrola, está maniobrando para alargar la
licencia hasta 2030".
Compromís afirmaba que Cofrentes tiene las piscinas del
combustible usado "llenas de residuos nucleares", lo que significa que
los residuos que se generan cada día "tienen que salir de esas piscinas
al Almacén Temporal Individualizado (ATI) que está situado a la
intemperie, junto a la central, a poco más de un kilómetro del pueblo y a
unos 200 metros del río Júcar, que riega y da de beber al área
metropolitana de València e, incluso, a una gran parte de la provincia".
"Todo con los riesgos medioambientales y para la salud de las personas
que esto implica", alertaba.
Para Mulet, "dejar la decisión política en decisiones técnicas es
de una cobardía política enorme, más cuando los partidos políticos que
conforman el Gobierno, sus sucursales valencianas, aquí dicen justamente
lo contrario. Es preocupante ver cómo algunos partidos hacían bandera
del cierre de todas las nucleares en 2024 y han ido difuminando esa
exigencia", ha lamentado el senador, que asegura que seguirán reclamando
programar el cierre de Cofrentes en 2021 porque "no nos podemos
permitir ese riegos diga lo que diga el CSN".
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