martes, 31 de octubre de 2023

El ahora auxiliar de Valencia, Arturo Pablo Ros Murgadas, nombrado nuevo obispo de Santander


VALENCIA.- El papa Francisco ha nombrado nuevos obispos en Sigüenza-Guadalajara, Santander y Palencia, tras darse a conocer estos tres nombramientos episcopales desde la Nunciatura Apostólica a la Conferencia Episcopal Española (CEE).

En concreto, Julián Ruiz Martorell, actualmente obispo de Huesca y de Jaca, ha sido nombrado obispo de Sigüenza-Guadalajara, mientras que Arturo Pablo Ros, en la actualidad obispo auxiliar de Valencia, será obispo de Santander. Mientras, el sacerdote Mikel Garciandía será el nuevo obispo de Palencia.

Arturo Pablo Ros Murgadas, que hasta ahora era obispo auxiliar de Valencia, sustituye en el cargo a Manuel Sánchez Monge, obispo de Santander desde 2015. 

Ros nació el 10 de junio de 1964. Después de haber trabajado en el sector de la banca, entró en el Seminario Mayor de Valencia, donde completó los estudios filosóficos y teológicos en la Facultad de Teología San Vicente Ferrer (1987-1993) y donde obtuvo la Licenciatura en Teología. Fue ordenado sacerdote el 29 de mayo de 1993 en Valencia.

En esta diócesis ha sido vicario parroquial de La Asunción, en Torrent; párroco de S. Vicente Ferrer y de Nuestra Señora de la Buena Guía, además de consiliario diocesano de Cursillos de Cristiandad; miembro del Consejo Presbiteral; formador del seminario mayor de Valencia; párroco de Requena; y vicario episcopal de la Vicaría V (Llíria-Requena-Ademuz).

El Papa Francisco le nombró obispo auxiliar de Valencia el 27 de junio de 2016. Recibió la ordenación episcopal el 3 de septiembre del mismo año. El entonces arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, le asignó la Vicaría General para el laicado, familia, vida, pastoral de la caridad y la evangelización de la juventud.

En la Conferencia Episcopal Española es presidente de la Subcomisión Episcopal de Juventud e Infancia desde marzo de 2020, y miembro de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar desde 2016.

Tras conocerse su nombramiento, Ros ha abogado por una "pastoral sencilla", así como por "estar con la gente, acompañarla, animarla, cuidarla" y "darle ganas de vivir" en el ejercicio de su nueva responsabilidad.

Ros, que ha expresado su agradecimiento por esta designación, ha valorado la oportunidad de estar al frente de "una Iglesia viva" y se ha comprometido a acompañarla y ofrecerle "lo mejor que pueda" de su vida.

"Me siento entre agradecido e interiormente confuso", ha indicado Arturo Ros en declaraciones a los medios de comunicación tras ese acto. 

Así, ha apuntado, junto a lo "sorprendente" de este momento, su agradecimiento. "Muchas gracias, de corazón", ha dicho el nuevo obispo, que se ha mostrado "muy agradecido por la confianza que la Iglesia" ha depositado" en él y "dispuesto a servirla" y a entregarse "totalmente".

Ros ha comentado que estuvo en Santander "hace muchos años, siendo seminarista" y ha dicho que después no ha vuelto, al tiempo que ha manifestado que "toda la información" que le llega es "que es una tierra preciosa, geográficamente de una gran belleza" y con buena gente, noble, cántabra".

"También me hablan muy bien de las delicias gastronómicas, que es importante para poder alegrar el paladar", ha bromeado, antes de indicar que "sobre todo" le han hablado de "una Iglesia viva" a la que "me incorporo y a la que quiero acompañar, ofreciéndole lo mejor que pueda de mi vida".

Preguntado por las acciones que pretende llevar a cabo en esta nueva etapa y por la huella que busca dejar en su nueva diócesis, ha mostrado su deseo de anunciar el Evangelio, así como su intención de acompañar a la gente. 

 "Estamos en tiempos que no son fáciles en ningún sitio. Yo soy una apasionado de Jesucristo, Nuestro Señor, y del Evangelio. Entonces, quiero vivirlo y anunciarlo, como lo hacía él", ha asegurado.

"Es verdad que a veces, aparentemente, hacemos las cosas un poco complicadas", ha apostillado, tras lo que ha considerado que "es propio de este tiempo una pastoral sencilla" y "estar con la gente, acompañarla, animarla, cuidarla y darle ganas de vivir".

 "Y ese es mi propósito. Mucho más no sé hacer", ha precisado.

Preguntado por lo que se lleva de Valencia, Arturo Ros ha respondido que "todo". 

 "Todo porque es mi vida, es mi historia, es mi familia, es mi diócesis", ha remarcado. "He sido 30 años cura, contando los años de obispo auxiliar. Me llevo muchas cosas, pero como he dicho antes, me llevo el afecto de la gente", ha añadido.

"Es verdad que los curas son interlocutores, los diáconos, las personas consagradas, pero el pueblo de Dios: las mujeres, los hombres, jóvenes, mayores, niños, me han dado tanto, me han regalado tanto, me han llenado tanto. Ellos me han sostenido en el ministerio. Sin ellos no hubiese sido capaz de hacer muchas cosas que he tenido que hacer. Y eso siempre lo llevaré en el corazón", ha expuesto.

Por su parte, el arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, ha asegurado que "para la diócesis de Valencia es un motivo de alegría que un obispo auxiliar haya sido promovido como obispo titular de una diócesis importante como es la de Santander". 

El arzobispo ha dicho que Ros ha sido en la diócesis valenciana "un sacerdote y un obispo auxiliar que ha hecho grandes servicios en los distintos cargos que ha tenido, como vicario, párroco, formador del seminario, vicario episcopal y como obispo auxiliar".

"En ese sentido vamos a sentir como un vacío que se nos queda", ha aseverado Benavent, que ha mostrado también alegría por la designación de Ros como nuevo obispo. "Nos alegramos también de que el Santo Padre se haya fijado en él y le haya confiado esta responsabilidad al servicio de la Iglesia, que también es una responsabilidad y un trabajo al servicio de la Iglesia de toda España".

Enrique Benavent ha agradecido a Arturo Ros su trabajo en la diócesis valenciana y le ha felicitado por el "gesto de confianza que el Santo Padre ha tenido hacia él".

Preguntado por el nombramiento de nuevos obispos auxiliares en Valencia, tras haberse quedado sin ellos a partir de la marcha de Ros, el arzobispo ha indicado que "en una diócesis como Valencia se necesitan obispos auxiliares", dado su tamaño. 

"Por tanto, es previsible que los pida al Santo Padre y comience pronto el proceso para nombrar a algún obispo auxiliar próximamente", ha dicho.

"Es un proceso que tardará unos meses. No es rápido porque se hacen investigaciones, se pregunta sobre los posibles candidatos. Tardará unos meses, pero se necesitan en esta diócesis", ha insistido el arzobispo.

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