Unión de Uniones recalca que las implicaciones de bajar el umbral a partir del cual se aplicará la Directiva de Emisiones Industriales (350 UGM para cerdos, lo que se traduce en unas 700 reproductoras y unos 1.170 cerdos de más de 30 kg; 300 UGM para ponedoras, unas 21.430 gallinas; 280 UGM para el resto de aves, unos 40.000 broilers y 9.330 pavos), incrementarán la carga burocrática, los costes de gestión y niveles de inspección a las granjas que apenas alcanzan una UTA (trabajo efectuado por una persona dedicada a tiempo completo durante un año a la actividad agraria), por lo que las exigencias pasarán a ser inasumibles para este rango de granjas.
El acuerdo se alcanza bajo la presidencia española de la UE, con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, al frente del Consejo de Medio Ambiente, mientras que el mandato negociador del Parlamento defendía mantener los umbrales actuales.
En este sentido, la organización se pregunta qué clase de sector consideran desde el Consejo que hay en España y la Unión Europea, cuando han negociado unos umbrales sobre los que establecerán cargas burocráticas inviables sobre granjas de medio tamaño a las que exigirán lo mismo que a las grandes industrias energéticas, metalúrgicas, minerales, químicas…
Además, la organización recuerda que, pese a su aplicación gradual a partir de 2030, estas nuevas exigencias se suman a las normativas de bienestar animal que están obligando a reducir el censo de las granjas o la implantación de MTD, entre otras, que están ahogando a la actividad ganadera.
“Las palabras y las declaraciones de nuestros gobernantes son papel mojado, lo que vemos en la realidad es que se aprueban normativas que promueven un modelo ganadero en la Unión Europea en el que se expulsa del sistema a las granjas de mediano y pequeño tamaño a base de aumentar exigencias, desde las instituciones están industrializando la actividad ganadera y borrando cualquier oportunidad de relevo generacional”, asegura Unión de Uniones.
La organización considera que otro de los posibles efectos de este nuevo aumento de las exigencias se traducirá “en una fuga de emisiones al aumentar estas imposiciones para miles de granjas europeas, de las que muchas acabarán finalmente cerrando”.
Con estas inaceptables condiciones, -señala Unión de Uniones- “ponemos en bandeja que las empresas deslocalicen su producción fuera de la UE, a zonas con menos exigencias ambientales y de todo tipo y como no se ha trabajado en implantar un sistema de cláusulas espejo, van a poder importar esa producción mucho más contaminante y nociva para el medio ambiente sin ningún problema”.
A este respecto, Unión de Uniones ha solicitado ya una reunión con el Ministerio para la Transición Ecológica para trasladarle cómo los umbrales adoptados por el acuerdo provisional afectan a granjas que no pueden asumir estas exigencias y los riesgos ambientales y sociales que esto provoca.
Así mismo trasladará estas mismas cuestiones al Comité de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, encargado de la aprobación de este acuerdo provisional por parte del Parlamento, alertando de las consecuencias para las ganaderías de medio tamaño de este acuerdo provisional en caso de ser ratificado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario