En una conferencia sobre banca internacional en Boadilla del Monte (Madrid), Botín consideró que en estos momentos la contribución de las autoridades es "clave" en cuanto a atender la liquidez, fomentar la transparencia y reforzar la supervisión del sistema financiero para que éste salga fortalecido de la crisis.
La liquidez debe recibir atención porque la crisis ha demostrado su capacidad de poner en peligro a algunas entidades, mientras que la falta de información sobre el riesgo ha derivado en una crisis de confianza generalizada, y ha puesto de manifiesto la importancia de los mecanismos de control y valoración de la información, dijo.
"Necesitamos una hoja de ruta", dijo Botín, partidario de que se dejen claras las reglas a seguir en caso de crisis y de que no se transmita el mensaje de que se puede actuar sin responsabilidad sobre los errores que se cometan.
La pérdida de referentes en un entorno extraordinariamente favorable "ha llevado a olvidar los fundamentos de la banca", que son: conocer muy bien a los clientes y los productos que se intermedian y mantener la prudencia para no aceptar niveles de endeudamiento desproporcionados al riesgo que se asume.
Botín también incidió en la necesidad de valorar adecuadamente todos los riesgos en que se incurre y no olvidar que existen ciclos económicos y financieros, que el crédito no puede crecer indefinidamente, que la liquidez no siempre es abundante y barata, y que la innovación financiera no puede hacerse a espaldas del riesgo que conlleva.
No obstante, confió en que el sistema financiero "saldrá reforzado de la crisis" y podrá "continuar contribuyendo positivamente al crecimiento económico" si recupera estos principios y se dota de un marco de supervisión más completo y coordinado, de los incentivos adecuados y de una mayor transparencia.
Por otro lado, el presidente del primer banco español recalcó que la aportación de las entidades al nuevo escenario debe venir de recuperar el foco en el cliente, potenciar el negocio recurrente, gestionar con prudencia el riesgo y reforzar el gobierno corporativo.
"La base del negocio bancario está en las relaciones estables y directas con nuestros clientes. Y para mantenerlas tenemos que aportarles valor, servicios y productos adecuados y ajustados a sus necesidades", recalcó.
La segunda clave para las entidades, consideró, es centrarse en el negocio recurrente, ya que la relación con el cliente a largo plazo proporciona un modelo de negocio rentable que no necesita "inversiones en títulos y estructuras financieras opacas" para generar beneficios.
El tercer punto, agregó es "gestionar con prudencia el riesgo".
"No hay que inventar nada nuevo. Hay que dedicarle tiempo y atención al más alto nivel en todas las entidades", recalcó Botín, quien recordó que los consejeros del Santander dedican "muchas horas, aunque nunca nos parecen demasiadas" a la gestión del riesgo.
"Son errores que no se pueden volver a cometer", aseveró.
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