VALENCIA.- El jefe del Puesto de Mando de Ferrocarrils de la Generalitat, José Miguel Santos, ha desvelado que fueron los bomberos los que les avisaron del accidente de metro de 2006, y que en un primer momento pensaron que se había caído el techo del túnel de la estación de Jesús "por el polvo que había".
En su comparecencia en la comisión parlamentaria de investigación del accidente de metro del 3 de julio de 2006, en el que murieron 43 personas, ha explicado que ese día el servicio se desarrollaba con normalidad y en un momento dado se quedaron sin tensión en el túnel, algo que ocurría "a veces", y después la pantalla de control de tráfico de la estación de Jesús se quedó "congelada".
A continuación recibieron una llamada de los bomberos, quizá porque alguien llamó al 112 y avisó de un descarrilamiento, y entonces empezaron a "sospechar que pasaba algo", pero no tenían constancia de nada, ha explicado Santos, quien ha agregado que llamaron "un montón de veces" al maquinista que creían que estaba en el túnel para que les informara.
Según su relato, en el circuito de televisión vieron "humo o polvo" en la estación de Jesús y pidieron a los bomberos que se dirigieran allí, mientras que pidieron a un maquinista que iba a salir desde la estación de Jesús a Ayora que se acercara al túnel, quien lo hizo y les comunicó que el metro "había volcado".
Santos ha afirmado que fue "muy duro" seguir regulando la circulación y sacar adelante el servicio ese día, pues estaban todos "en estado de shock" y se hundían "por momentos" conforme iban conociendo los datos de una tragedia que "no se olvida nunca" y no se "digiere fácilmente".
Ha admitido que recibió la carta de la entonces gerente de FGV, Marisa Gracia, en la que se pedía que se evitara mostrar opiniones que pudieran perjudicar a la empresa, pero ha afirmado que no la vio "con ninguna mala fe", sino "como un poco de apoyo" a los momentos "duros" que estaban viviendo, porque lo que ocurrió fue "gravísimo".
Ha explicado que nunca ha visto el llamado "informe Contreras", elaborado en 2005 sobre la obsolescencia de las unidades UTA, aunque cree que "era un canto más" a que les compraran "nuevos trenes", y ha opinado que, viendo lo que había en el mercado en ese momento, "a lo mejor" quedaban "un poco obsoletas".
Santos ha admitido que andaban "un poquito escasos" de unidades, porque las UTA no tenían capacidad y siempre iban acompañadas de otra unidad, por lo que las 40 existentes se convertían en 20, y ha afirmado que "en algún momento" se suspendió el servicio por falta de material, "pero no era una cosa exagerada".
Ha asegurado que no conoce ni sabe quiénes son la consultora HM&Sanchis, y ha considerado que si no se le citó en la comisión de investigación de 2006 sería porque el jefe del puesto de mando "no tiene nada que ver con el material móvil", y "otra cosa es que hubiese habido un choque de trenes".
Santos ha admitido que un descarrilamiento con vuelco "no es lo habitual"; ha afirmado que desconoce si había muchos baches en la vía, pues él no iba por ella y le corresponde a los maquinistas avisarlo, y ha negado que se haya presionado desde el puesto de mando a ningún maquinista para cumplir la puntualidad.
Preguntado sobre las "prisas" por retomar el servicio tras el accidente, ha indicado que "es normal que se tenga que restablecer lo antes posible, con total seguridad".
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