VALENCIA.- El presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería y
Turismo de la Comunitat Valenciana (Conhostur), Manuel Espinar, ha
advertido este lunes que si se eliminan las máquinas tragaperras en
bares y restaurantes podrían desaparecer 12.000 empleos en la región, y
ha criticado que la nueva ley del juego que se está tramitando
actualmente "demoniza" a este subsector.
Así lo ha señalado después de entregar junto con responsables de la
FEHV y de asociaciones del mundo de las máquinas recreativas (Andemar,
Asvomar y Apromar) un escrito para solicitar diálogo sobre las enmiendas
a esta ley junto con 18.000 firmas recogidas en contra de la norma, con
la que "se está demonizando un subsector del juego pretendiendo
eliminar las maquinas de tipo b de los bares".
El objetivo de la petición es "evitar la aprobación de medidas como
la prohibición de máquinas recreativas y de apuestas en locales de
hostelería, la obligación de retirarlas al vencimiento de sus
autorizaciones cuando el local se encuentra a menos de una determinada
distancia de un centro educativo, sanitario o deportivo o la obligación
de implantar un mando de activación y/o sistema de identificación en las
máquinas instaladas en dichos locales".
Conhostur considera que son "medidas desproporcionadas, teniendo en
cuenta las nulas incidencias relacionadas con el juego que se han
producido en locales de hostelería". Así lo demuestra, según los
hosteleros, el último informe elaborado por la Subdirección del Juego,
que certifica que en ninguna de las 10.000 inspecciones realizadas a
locales de hostelería se ha producido ningún percance gracias a la labor
de supervisión por parte del hostelero.
Por ello, solicitan un periodo de diálogo para buscar puntos de
encuentro y propuestas consensuadas ante la tramitación del texto legal.
"Un 60% de los bares y restaurantes de la Comunitat Valenciana
disponen de este tipo de máquinas, es un acto complementario; no somos
salones de juego, la gente entra a consumir y la máquina forma parte del
ocio del cliente cuando está en el local", ha dicho.
Además, ha hecho hincapié en que esas máquinas tragaperras "forman
parte también de los recursos de la cuenta de explotación de los bares" y
si se retiraran podrían desaparecer 12.000 puestos de trabajo solo en
la hostelería, a los que habría que sumar "los puestos que pueden
desaparecer de los operadores que ponen las máquinas en los
establecimientos".
Espinar ha recordado que el 60% de los 34.000 bares y restaurantes
tienen máquinas de tipo b y una m*quina "está pagando el coste anual de
la Seguridad Social de un trabajador y medio".
Por ello, van a "pelear para que no se lleve a cabo" porque
consideran es "una barbaridad". A su juicio, habría que centrar
esfuerzos en la "desmesurada publicidad que están haciendo especialmente
las plataformas online" del juego, porque en lo que respecta a bares y
restaurantes "el sector está regulado, no hay que tocarlo".
Por su parte, el presidente de la Asociación Empresarial de cafés,
bares y cafeterías de Valencia y Provincia (entidad perteneciente a la
FEHV), Juan Carlos Gelabert, ha señalado que la eliminación de
tragaperras sería "el absurdo llevado al límite" y afectaría sobre todo a
pequeños negocios familiares, "bares con facturación pequeña".
"Se puede trabajar para que el tema de juego online se solucione, por
las distancias, pero una máquina, ¿en qué afecta? Es una ley llevada al
absurdo en contra de los establecimientos pequeños. ¿Qué es lo que
queremos, más gente en el paro?", ha preguntado.
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