MADRID.- Banco Sabadell
no levanta cabeza. Si hace apenas cinco años, el 27 de febrero de 2015,
cotizaba a 2,46 euros por acción, hoy lo hace a apenas 0,87 euros por
título, no muy lejos de los mínimos de 0,78 euros por acción que alcanzó
el pasado verano.
A
pesar del desplome de dos tercios del
valor de la acción, las perspectivas siguen siendo malas. Las reuniones a
los inversores u otras más generalistas, como la que cada año realiza
el presidente de esta entidad financiera, Josep Oliu, en la Cámara de
Comercio de Sabadell, donde tiene sus Oficinas Centrales, no convencen a
casi nadie, según https://extraconfidencial.com.
Descrédito y fusión a la desesperada
La primera respuesta de los analistas no ha podido ser peor. El Banco suizo UBS acaba de rebajar el precio objetivo (el que estima que debe valer cada acción) de Banco Sabadell hasta los 0,89 euros por título desde un precio anterior de 1,05 euros; es decir, no ven ningún potencial de revalorización. Todo ello a pesar de que la entidad también acaba de anunciar que recortará gastos en TSB, su filial en Reino Unido.
En este contexto, las declaraciones de Josep Oliu, en las que “animaba” a la banca a continuar reduciendo costes y una mayor concentración, en la que incluía al propio Banco Sabadell, se han interpretado claramente como una asunción de la incapacidad de generar valor por si misma.
Porque a BBVA no le interesa el Sabadell
Banco Sabadell ha salido en las quinielas de los procesos de fusión en varias ocasiones emparejándole, especialmente, con Bankia y BBVA. El problema es que para estas entidades no parece estratégico fusionarse con una entidad como Banco Sabadell.
Bankia, está
desarrollando una exitosa estrategia de crecimiento interno, refrendada
en sus últimos resultados y ganando cuota en nuevos segmentos. Mientras,
BBVA, que es del que más se habla en los últimos
meses, tampoco parece para nada interesado, a pesar de lo que afirman
algunas informaciones. Las duplicidades son muchas y ya le costó digerir
la compra de una entidad (Caixa Catalunya), con un peso tan importante en esta región para repetir el mismo error.
Sin factor diferencial
Todo ello cuando los anteriores puntos fuertes del Banco Sabadell se van diluyendo. Este es el caso de la banca de empresas. En grandes corporaciones, Banco Santander y CaixaBank crecen a un ritmo muy superior que el Banco Sabadell. Igual pasa en el de pequeñas empresas y comercios, donde le están ganando la partida Bankinter y Bankia, esta última con un salto espectacular tras hacerse con la cartera de clientes de ING.
Una de las razones de esta huida de
clientes radica en su obsolescencia. La muestra más clara está en la
página web que se ha quedado completamente desfasada con respecto a su
competencia. Lo mismo ocurre con sus cajeros automáticos muy limitados
para casi todo tipo de operaciones.
Josep Oliu ganó un 56,8% más en 2019
Esta situación parece no importarle a Josep Oliu
que ha elevado su retribución el pasado año hasta los 3,09 millones de
euros frente a los 1,97 millones de 2018. Esta subida se debe a que este
año si ha cobrado bonus, mientras que en 2018 renunció a esta remuneración por la mala situación de su filial británica TSB.
Estos 3,09 millones son el resultado de
2,49 millones de sueldo y otros 600.000 euros de beneficio de productos
financieros que ha percibido. A punto de cumplir los 71 años y tras
cerca de 21 en la entidad, sus ganas de que otra entidad se fusione con
Banco Sabadell suenan a canción de despedida.
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