MADRID.- El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha instado
este lunes a las autoridades a adoptar una respuesta "contundente,
rápida y coordinada" a nivel fiscal, monetario y prudencial a fin de
evitar que los efectos de la crisis del coronavirus sean duraderos.
Tras la publicación del Informe de Estabilidad Financiera del
organismo, Hernández de Cos ha reconocido que las “necesarias” medidas
de contención del coronavirus adoptadas por el Gobierno han tenido un
impacto “muy severo” en la actividad económica, que ha incrementado
“sustancialmente” los riesgos para la economía.
Con todo, el gobernador destaca en el comunicado que los hogares y
las empresas afrontan la situación con una posición financiera
“significativamente más favorable que antes de la crisis financiera
global”, como resultado, sobre todo, de la “sustancial reducción de su
endeudamiento” durante los últimos años.
Además, el sector bancario español ha mejorado “de forma
significativa” la calidad de su balance y sus niveles de solvencia en la
última década, lo que le coloca en una “mejor situación para absorber
esta crisis y para seguir facilitando la financiación que la economía
precisa”.
No obstante, Hernández de Cos advierte de que la magnitud del
deterioro económico de corto plazo “sin precedentes cercanos”, la
incertidumbre sobre su duración y la heterogeneidad en sus efectos y en
la posición de partida de los agentes y de las entidades, obligan a
mantener un seguimiento supervisor muy estrecho.
En este sentido, urge a las autoridades a adoptar una respuesta “en
las áreas fiscal, monetaria y prudencial”, que deberá complementarse
desde Europa, también de forma contundente.
En concreto, sostiene, más allá de la batería de medidas ya aprobadas
por el Consejo Europeo, “debe darse prioridad a la puesta en marcha de
instrumentos que refuercen la capacidad de la Unión Europea para
favorecer unas condiciones de financiación adecuadas con las que
sufragar los cuantiosos costes de la crisis, y que impulsen la capacidad
de crecimiento económico del área”.
Sobre la política fiscal, el gobernador del Banco de España considera
que deberá adaptarse a la intensidad final de la perturbación y
acompañar a la economía durante su reactivación.
Esta necesaria reacción llevará a un incremento “muy significativo
del endeudamiento público, cuya reducción habrá de afrontarse, una vez
que se disipen los efectos de la crisis, a través del diseño y la
implementación de un programa de consolidación fiscal de medio plazo y
de la aplicación de las reformas estructurales necesarias”.
Respecto a la política monetaria, recuerda que el Banco Central
Europeo (BCE) está preparado para aumentar el tamaño del nuevo programa
de compra de activos y ajustar su composición, en la medida requerida y
durante el tiempo necesario.
Mientras que las decisiones de política prudencial “se han dirigido a
permitir a las entidades financieras utilizar los colchones de capital
acumulados, a limitar la distribución de sus beneficios, y a evitar la
potencial prociclicidad indeseada en la aplicación de la normativa
contable y prudencial”.
El Banco de España prevé que la crisis económica y social vinculada
al coronavirus provocará “ajustes a la baja” en el mercado de la
vivienda a corto plazo, debido al impacto “muy significativo” que habría
tenido en la demanda el confinamiento por la pandemia. Aunque la
recuperación dependerá de cuánto persistan los efectos de esta
“perturbación”, el organismo destaca que, a diferencia de la crisis de
2008, el sector no parece sobredimensionado, y el endeudamiento de las
familias se estaba contrayendo, lo que mitiga “el alcance de los
posibles riesgos para la estabilidad económica”.
En este sentido, el Informe de Estabilidad Financiera del Banco de
España publicado este lunes insiste en que la concesión de las hipotecas
ha sido “mucho más prudente” en los últimos doce años, factor que
arroja una menor probabilidad de que un préstamo entre en dudoso ante un
posible impago. El organismo adelanta que el impacto de la crisis
sanitaria será “significativo”, al menos en el corto plazo, en el
sector, que ya se encontraba en una fase de desaceleración, tanto a
nivel de actividad como de precios, tras la “notable expansión” de los
años anteriores.
La construcción, recuerda el Banco de España, es una de las
actividades más golpeadas por esta emergencia sanitaria, como muestra
que la afiliación a la Seguridad Social en este sector cayera un 11,3 %
el pasado marzo. En total, el retroceso, que se concentró en la segunda
quincena del mes, llegó al 4,3 % (833.979 afiliados), con especial peso
en la hostelería (un 11,9 % menos).
Por otro lado, el Banco de España ha advertido de que la pandemia
tendrá un impacto negativo sobre la “ya modesta” capacidad de generación
de resultados por parte de las entidades bancarias españolas. Según ha
puesto de manifiesto, el sector bancario español continuó su proceso de
desapalancamiento y mejora de la calidad crediticia en 2019, al tiempo
que aumentó ligeramente su solvencia y disminuyó su rentabilidad por
factores extraordinarios. En este contexto, el Banco de España espera
que la irrupción del coronavirus y las medidas de contención
implementadas tengan un impacto negativo en la morosidad, presionando
adicionalmente la rentabilidad a la baja.
El organismo espera que el programa de avales a empresas para mitigar
el impacto de la crisis del coronavirus contribuya a que el crédito
siga fluyendo al sector productivo, pero prevé que la expansión de la
pandemia cause aumentos en las ratios de dudosos y el volumen de
refinanciaciones y reestructuraciones de las entidades, pese a su
descenso en 2019.
En concreto, espera un aumento más rápido de la morosidad en el caso
de los préstamos al consumo de los hogares, dado el elevado crecimiento
que registró esta cartera en los últimos años y el comportamiento que
tradicionalmente se ha observado en respuesta a este tipo de
perturbaciones.
Aunque desde 2013 los flujos anuales de nuevos dudosos se han visto
más que compensados por las recuperaciones y salidas a fallidos, el
organismo gobernado por Pablo Hernández de Cos ha advertido de que la
actual crisis revertirá este proceso de saneamiento. “Las entradas en
dudoso aumentaron en cierta medida ya en 2019, pero la crisis pandémica
hará que este flujo de entrada aumente adicionalmente.
En este sentido,
resulta crucial que las entidades mantengan unos adecuados estándares de
concesión de los préstamos”, ha señalado.
Asimismo, ha recordado que, aunque las recuperaciones y las salidas a
fallidos siguieron compensando el incremento de los nuevos créditos
dudosos 2019, la crisis también dificultará mantener esta diferencia
positiva, así como la liquidación de activos problemáticos a través de
ventas de activos adjudicados y fallidos.
En préstamos a empresas, el impacto adverso de la crisis del
coronavirus sobre la mora será heterogéneo entre sectores y entre
empresas, dependiendo de su situación financiera de partida. Además, las
medidas económicas de apoyo al sector privado reducirán el impacto de
la pandemia en la mora de los préstamos empresariales, tanto a través
del apoyo directo a la situación financiera de las empresas como a
través del estímulo macroeconómico.
Respecto a los depósitos, que continuaron aumentando en 2019, el
Banco de España prevé que la crisis del COVID-19 sostenga su
crecimiento, debido al previsible aumento de la tasa de ahorro de los
hogares y la búsqueda de activos líquidos y de bajo riesgo.
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha
incidido en que la significativa mejora de la calidad del balance y los
niveles de solvencia del sector en la última década “le colocan en mejor
situación para absorber esta crisis y para seguir facilitando la
financiación que la economía precisa”.
Sin embargo, ha alertado de que
la magnitud del deterioro económico de corto plazo, sin precedentes
cercanos, la incertidumbre sobre su duración y la heterogeneidad en sus
efectos y en la posición de partida de los agentes y de las entidades
“obligan a mantener un seguimiento supervisor muy estrecho”.
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