Desde primera hora de la mañana, los clientes han guardado turno en los exteriores de las tiendas, incluso con sillas, como ha apuntado el indumentarista Álvaro Moliner Llorens. «Año tras año, la gente responde a nuestras rebajas porque son buenas», ha asegurado.
Estos descuentos se han convertido en «un clásico dentro del mundo fallero» tras «muchos años» con este tipo de promociones, como la venta de 100 cortes de tela a 100 euros. Para los comerciantes del sector, estas jornadas son el inicio de la próxima campaña fallera: «Es trabajo que ya hacemos pensando en el 2025».
«Ha sido una temporada francamente extraordinaria, no esperábamos esta respuesta de la gente», ha exclamado Moliner, al tiempo que ha afirmado que estos resultados demuestran que hay «muchas ganas de vestirse en Fallas».
Respecto a esta pasada temporada, ha reconocido que cerraron la agenda en mayo y para este año «la previsión es similar». «Las perspectivas para la campaña de 2025 son muy buenas, porque ya tenemos casi 200 trajes apuntados para la confección», ha destacado.
En otras tiendas de indumentaria, amplían su horario y duplican la plantilla. «Únicamente abrimos un domingo al año y es éste», ha afirmado Vicente Pérez, gerente de Roa Indumentaria Valenciana.
«Ya desde las nueve tenemos gente, mucha gente. El inicio está siendo fenomenal, estamos muy contentos», ha subrayado, a la vez que ha señalado que en los primeros días la prioridad de los clientes son las telas: «Los descuentos más agresivos son en las telas de temporada, es lo primero que se acaba».
Tras las primeras horas de rebajas, Pérez ha apuntado la «altísima demanda» de indumentaria en un arranque «mucho más fuerte que otros años». Un inicio que hace prever que el 2024-2025 será «un buen año» para el sector.
Después del «freno» de la pandemia, la recuperación de la indumentaria ha traído un volumen de ventas «más fuerte que antes».
«Pasa como con el turismo, los números de la campaña 2023-2024 son mejores que los prepandemia. La gente tiene ganas de indumentaria», ha agregado.
Entre los clientes que aguardan a las puertas de las tiendas hay quienes buscan telas «bonitas y baratas» y «ofertas interesantes», pero también quienes van de comercio en comercio a la búsqueda de gangas: «Aunque sea un poquito, algo picamos».
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