MADRID.- Bancaja se ha visto obligada a ceder algunas de las funciones que llevaba a cabo en sus titulizaciones, debido a la bajada de calificación que la entidad valenciana sufrió en septiembre, al mismo tiempo que Moody's ha rebajado el rating a 14 titulizaciones de la CAM, la otra caja de la comunidad. El pasado 23 de septiembre, la agencia Standard & Poor’s rebajó la calificación de Bancaja hasta A-/A-2 (largo/corto plazo), según www.americaeconomica.com
Como consecuencia de esta revisión en el rating, la entidad valenciana no puede actuar como proveedor de la cuenta de tesorería en diez titulizaciones propias en las que actuaba como tal. La caja presidida por José Luis Olivas se ha visto obligada de esta manera a ceder esta función depositaria con el fin de mantener el rating de estas titulizaciones.
En su informe, la agencia de calificación explica que el actual rating a corto plazo de A-2 es incompatible con el rol de proveedor de la cuenta de tesorería y de la línea de liquidez. No obstante, Bancaja sí mantendrá la función de agente de pago en todas las titulizaciones.
Las entidades en que ha recaído la responsabilidad depositaria son el Banco Popular y el Banco Sabadell, según un comunicado de S&P. Ambos bancos presentan una calificación suficiente para desempeñar dicho rol de acuerdo con los criterios de la agencia. En el caso de Banco Popular, la calificación es de AA-/A-1+, y en la de Banco Sabadell, de A+/A-1.
Menos suerte ha tenido otra de las cajas valencianas, después de que la agencia de calificación Moody's haya rebajado la calificación de riesgo de crédito de 14 titulizaciones españolas emitidas por la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). En concreto se trata de valores respaldados por hipotecas residenciales (Residential Mortgage Backed Securities) emitidos por la CAM (TDA CAM 6,7,8,9 y 10). Estas titulizaciones respaldadas por hipotecas residenciales cerraron entre 2006 y 2007.
La agencia de rating Moody's ha explicado que la bajada de la calificación de riesgo sufrida por la CAM se produjo porque todas las carteras mostraron un comportamiento de las garantías peor de lo previsto, que condujo a que se produjeran impagos por encima de la media del mercado.
Como consecuencia de esta revisión en el rating, la entidad valenciana no puede actuar como proveedor de la cuenta de tesorería en diez titulizaciones propias en las que actuaba como tal. La caja presidida por José Luis Olivas se ha visto obligada de esta manera a ceder esta función depositaria con el fin de mantener el rating de estas titulizaciones.
En su informe, la agencia de calificación explica que el actual rating a corto plazo de A-2 es incompatible con el rol de proveedor de la cuenta de tesorería y de la línea de liquidez. No obstante, Bancaja sí mantendrá la función de agente de pago en todas las titulizaciones.
Las entidades en que ha recaído la responsabilidad depositaria son el Banco Popular y el Banco Sabadell, según un comunicado de S&P. Ambos bancos presentan una calificación suficiente para desempeñar dicho rol de acuerdo con los criterios de la agencia. En el caso de Banco Popular, la calificación es de AA-/A-1+, y en la de Banco Sabadell, de A+/A-1.
Menos suerte ha tenido otra de las cajas valencianas, después de que la agencia de calificación Moody's haya rebajado la calificación de riesgo de crédito de 14 titulizaciones españolas emitidas por la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). En concreto se trata de valores respaldados por hipotecas residenciales (Residential Mortgage Backed Securities) emitidos por la CAM (TDA CAM 6,7,8,9 y 10). Estas titulizaciones respaldadas por hipotecas residenciales cerraron entre 2006 y 2007.
La agencia de rating Moody's ha explicado que la bajada de la calificación de riesgo sufrida por la CAM se produjo porque todas las carteras mostraron un comportamiento de las garantías peor de lo previsto, que condujo a que se produjeran impagos por encima de la media del mercado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario