viernes, 7 de diciembre de 2007

El ex presidente balear Jaume Matas fija en USA su residencia gracias al contrato laboral con "Barceló"

PALMA.- El ex presidente de Baleares Jaume Matas, del PP, decidió en junio de este año abandonar la política. Pocos meses después, ha reaparecido como ejecutivo de un importante grupo hotelero, el mismo al que su Gobierno adjudicó un macro proyecto urbanístico hace menos de un año, cuando aún era presidente del Gobierno balear, según "El País".

La ley de incompatibilidades que rige en Baleares establece que durante el año siguiente a la pérdida del cargo, Matas no puede trabajar en una empresa sobre la que hubiera tomado decisiones como presidente autonómico en sus dos últimos años de mandato.

Matas ha fijado su residencia en Washington gracias a un contrato de la compañía hotelera balear Barceló, según confirman la empresa y portavoces del ex ministro de Medio Ambiente. La empresa turística de la que Matas es ahora ejecutivo en EE UU logró en 2007 una importante concesión en concurso público resuelto por el Gobierno de Matas.

En febrero pasado, Barceló -con otros socios menores- ganó la concesión de un enorme negocio, la construcción y explotación por 40 años del Palacio de Congresos de Palma, con un hotel, un centro comercial y aparcamiento. La decisión fue adoptada por el consorcio formado por el Gobierno de Jaume Matas y el Ayuntamiento de Palma de Mallorca, ambos del PP.

La ley balear 2/1996 -votada por Matas- señala que "durante el año siguiente a la fecha de su cese" los cargos públicos "no podrán realizar actividades privadas relacionadas con procedimientos sobre los que hayan dictado resolución en los últimos dos años de ejercicio del cargo o función correspondiente".

Un portavoz de Matas confirma que el ex ministro trabaja "como consejero delegado" de Barceló en Washington, aunque no quiere desvelar su sueldo, pero asegura que tiene en su poder un informe jurídico que descarta cualquier incompatibilidad.

Matas decidió huir de la política tras no revalidar la mayoría absoluta en las elecciones de mayo. A los 51 años, decidió irse a Washington con una carta que le acredita como director de relaciones institucionales de la hotelera Barceló Crestline. Figura además como ejecutivo de su fondo de inversiones Playa, para la expansión en México, Centro América y el Caribe mediante la compra de hoteles para crear complejos todo-incluido.

Matas logró un permiso de residencia en Estados Unidos, el llamado visado de negocios, al presentar ante la embajada norteamericana de Madrid una carta contrato de trabajo de la empresa familiar de los hoteleros mallorquines.

En Washington el político mallorquín fue huésped invitado de los Barceló en el hotel Phoenix Park, situado ante el Congreso. Actualmente reside en un apartamento.

Economista especializado en tributos, es funcionario de la administración regional. La única actividad empresarial privada que se le conoce es su trabajo en la tienda de electrodomésticos de Palma propiedad de sus padres, que él cerró.- (PRISA)

Amistades peligrosas también en TVE / Carlos Carnicero


Cada presidente tiene un cinturón de seguridad que pretende protegerle y termina por estrangular su futuro. Felipe González conoció amigos que luego no lo fueron tanto, desde Enrique Sarasola a un montón de advenedizos que fueron bautizados como la ‘Beautiful People’. De aquella época de crecimiento nos queda el recuerdo con tufo carcelario de Javier de la Rosa y Mario Conde. Crecieron alrededor del brillo de la economía socialista. José María Aznar privatizó las empresas públicas y en algunas de ellas puso hasta compañeros de pupitre que salieron corriendo con los lapiceros y los bonos. La FAES vive ahora de aquellas designaciones.

Ahora Rodríguez Zapatero ha decidido que quiere su propio imperio mediático. Le encargó a Miguel Barroso, su asesor de cabecera, que repartiera las televisiones nuevas desde la secretaría de Estado de Comunicación y de allí nació ‘La Sexta’, mientras Miguel Barroso se camufló en la Casa de América, en una canonjía en espera de que las aguas de la televisión se reposaran y el fútbol tuviera un nuevo reparto auspiciado desde La Moncloa, de la que su amigo José Miguel Contreras fue el enlace con Jaume Rouras. Todo un descubrimiento. A este empresario hay que seguirle la pista para averiguar en que sección acabarán sus crónicas. De ‘Público’ no merece la pena hablar porque nadie lo lee. Fuegos de artificio.

Ahora se suma Televisión Española al circuito del reparto de poder, influencia y contratos que tiene su epicentro en La Moncloa. Luis Fernández se entiende bien con Miguel Barroso y con José Miguel Contreras. Son cuates antiguos. Todos son amigos y todavía no han acuñado un nombre, pero PRISA, que se resiente del ataque de fuego amigo que anunciaba Felipe González, acaba de denunciar una operación inmobiliaria de gran calado que el presidente de RTVE, Luis Fernández, ha entregado a un amigo personal suyo, Pedro Masilla, promotor inmobiliario. Que nombre para un oficio de estos tiempos. Todo empieza a quedar sospechosamente entre buenos amigos que dicen querer lo mejor para el presidente Zapatero.

En estos tiempos en que la honradez tiene que parecerlo, demasiados beneficios para gente tan cercana convocan a la sospecha. Haría bien el presidente en trazar una línea entre la amistad y los negocios, porque los negocios acaban por dominar a los amigos. Eso es, por lo menos, lo que ha ocurrido siempre. Se sabe, pero no se evita. ¡Que tendrá el poder que es tan amnésico!