miércoles, 26 de septiembre de 2007

Rosa Díez dice que UPD aspira a ser una "pieza clave" para la formación del próximo Gobierno

MADRID.- La ex militante socialista Rosa Díez aseguró hoy que Unión, Progreso y Democracia (UPD) será una formación "inequívocamente nacional" que trabajará por "obligar" a las dos grandes fuerzas políticas, PP y PSOE, a que se comporten como "partidos de Estado".

Por ello, reveló que el nuevo partido que lidera y que se presentará a los comicios generales del próximo año aspira a ser en una "pieza clave" para la constitución del próximo Gobierno de España.

Durante un desayuno informativo organizado por Forum Europa y que compartió con uno de los promotores de UPD, el filósofo vasco Fernando Savater, la que fuera eurodiputada socialista justificó el nacimiento de su partido en la necesidad de "regenerar la Democracia en España".

En este punto, cargó concretamente contra el PSOE y contra el Ejecutivo, a los que acusó de haber "tirado por tierra" en estos tres años y medio de legislatura "consensos básicos", entre los que citó la idea de España o el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo.

Sobre la primera de las cuestiones, Díez criticó que España esté yendo hacia un modelo de Estado "confederal", que, a su juicio, resulta "inviable" desde la perspectiva de la igualdad, como así lo demuestra, dijo, el contenido de la reforma del Estatuto catalán.

En este sentido, la ex consejera de Turismo del Gobierno vasco denostó la actitud del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, por haber hecho de la suya la legislatura "de la disgregación" y por haber discutido y discutir cuestiones de Estado, como el modelo territorial o la lucha antiterrorista, con partidos nacionalistas que "no creen en el Estado".

Frente a ello, Rosa Díez destacó que UPD, que cuenta ya con 3.500 afiliados de toda España, concurrirá a los próximos comicios con un programa "ambicioso y concreto" que apostará "básicamente" por la igualdad de los españoles ante la Ley, pero también por la reforma constitucional y electoral, y la regeneración democrática.

A las líneas básicas que contemplará el programa electoral de UPD también se refirió Fernando Savater. El reconocido filósofo puso de relieve que la igualdad de los ciudadanos ha de estar "por encima" de las divisiones territoriales.

Tras apelar a la necesidad de superar la actual "fragmentación" entre comunidades autónomas que sufre España, Savater señaló que la reforma constitucional que defiende UPD persigue "luchar contra los males de esa desigualdad acotando y definiendo el Estado de las Autonomías" porque, al fin y al cabo, remarcó, "los importantes logros progresistas se hacen en nombre de la igualdad, y no de la diversidad".

Durante sus intervenciones, ambos ponentes coincidieron en definir a UPD como un partido "progresista" al ser preguntados en qué espacio se moverá la nueva formación, y apuntaron que esperan captar votos de una parte "muy importante" de la izquierda "desencantada" y de "un 20%" de personas que se abstienen pero que "no son abstencionistas".

En todo caso, UPD, según explicó Rosa Díez, lo que busca es conseguir que el partido acabe convirtiéndose en una "pieza clave" para la formación del próximo Gobierno de España, sin definir, no obstante, a cuál de las dos fuerzas con posibilidades de ocupar el sillón presidencial otorgaría su apoyo en caso de empate electoral. "Habría que ver el grado de cumplimiento de los programas de ambos partidos", se limitó a decir.

Preguntada sobre si el partido que lidera cuenta con el dinero suficiente para su formación, Díez indicó que, como el resto de fuerzas políticas, pedirán un crédito que, posteriormente y en función de sus resultados electorales, será devuelto, si bien quiso dejar claro que aún no han comenzado el "peregrinaje bancario".

A Díez también se le preguntó sobre la propuesta de consulta popular del lehendakari, Juan José Ibarretxe, y sobre si su apuesta por la derrota de ETA pasa por algún tipo de negociación con la banda armada.

Sobre la primera de las cuestiones la política vasca sostuvo que el jefe del Ejecutivo vasco, al que acusó de servir de "instrumento político de ETA", debería saber que tiene "límites constitucionales" y, en este sentido, le recordó que si su iniciativa "no es constitucional, no la podrá hacer".

A la segunda pregunta Rosa Díez respondió que su formación, que será presentada oficialmente el sábado en la Casa de Campo de Madrid, nunca defenderá el diálogo con una organización terrorista. "Con los terroristas no se dialoga porque no hay nada que dialogar", manifestó.

Por último, se refirió a su relación con "Ciutadans" para reiterar que su formación continúa abogando por articular en el futuro un trabajo en común. No obstante, subrayó la necesidad de esperar a que UPD se acabe de constituir como partido para definir a partir de la próxima semana la estrategia a seguir.- (Agencias)

La UE aprueba definitivamente la reforma del sector de frutas y hortalizas

BRUSELAS.- Los ministros de Agricultura de la UE aprobaron hoy definitivamente la reforma del sector de frutas y hortalizas, que tiene como novedades un cambio en las ayudas y la puesta en marcha de medidas para evitar crisis como las caídas de precios o el clima.

El Consejo de Agricultura ratificó sin debate la nueva legislación para regular el mercado hortofrutícola, que los Veintisiete acordaron por unanimidad el pasado mes de junio en Luxemburgo.

España es el primer interesado en esta reforma, pues afecta a uno de cada tres de sus agricultores o al 34% de la producción nacional; además es el primer productor comunitario de frutas y hortalizas, con una facturación anual de 14.500 millones de euros.

La reforma pactada hoy, que entrará en vigor en 2008, se caracteriza por una lista numerosa de medidas y más libertad a los países para que gestionen el sector.

Sin embargo, no supone cambios presupuestarios (la partida para la regulación de frutas y hortalizas se mantendrá en 1.500 millones de euros para toda la UE), sino ajustes para que los fondos sean más eficaces.

El aspecto central de la nueva normativa es la transformación de las ayudas directas -que antes de la reforma solo se daban a la producción entregada a industria-, por un pago por superficie o por hectárea, independientemente del volumen declarado y que valdrá tanto para frutas y verduras en fresco como para transformación.

Antes, la ayuda se basaba en un complejo sistema de cupos y de límites para las producciones que el agricultor entregaba a la fábrica.

La UE permitirá un plazo de transición antes de que todas las subvenciones sean totalmente convertidas en un apoyo por hectárea o explotación.

En el tomate, durante cuatro años se podrá mantener hasta un 50% de la ayuda ligada a la producción.

En frutales, habrá un período transitorio de cinco años -en los tres primeros se permite que el 100% de la ayuda no varíe y siga ligada al volumen producido y en los dos restantes, el 75%-.

La UE mantiene hasta el 31 de diciembre de 2010 la prohibición de plantar frutas y hortalizas en explotaciones de otros sectores agrícolas, que ya tienen derecho al pago único por explotación.

Por otro lado, la reforma incluye medidas para la gestión de crisis, tanto desde las Organizaciones de Productores (OP) como para los agricultores no asociados, aunque en este caso serían limitadas, se otorgarían por medio de ayudas estatales y con menos dinero que en el caso de las OP.

Al hablar del sector hortofrutícola, la OP es la figura en la que la UE centra el deseo de concentrar a los productores, para poder afrontar así retos como la competencia o el dominio de las grandes cadenas de la distribución.

Los programas que realizan las OP para inversiones tienen cofinanciación del 50% por parte de la UE y la reforma se elevará al 60% en algunos casos, como por ejemplo para Canarias, para el fomento de agricultura ecológica o para promover el consumo.

Asimismo, la reforma incluye medidas para promover el consumo de frutas y verduras, como un aumento de los fondos para fomentar la ingesta en los centros educativos y un presupuesto para la distribución gratuita en hospitales, colegios y centros caritativos, con un cien por cien de financiación comunitaria.- (EFE)
(Vista de un rincón de L´Horta)

Con amigos así... / Adolfo Suárez Illana


En este país y desde hace ya treinta años, cada cual tiene la libertad de escribir sobre lo que estime oportuno y, por supuesto, la responsabilidad sobre aquello que escribe. Eso mismo es lo que le dije a don Luís Herrero-Tejedor cuando me reclamó ayuda para escribir un libro acerca de mi padre. Le expliqué, con la mayor cordialidad y respeto, el compromiso que contraje con mi padre y que ello me impedía participar en cualquier obra del tipo de la que él pretendía abordar.

Me di cuenta que no le hacía ninguna gracia lo que le estaba contando y, si bien es cierto que no esperaba grandes aportaciones a la historia -no por la falta de talento del autor, que lo tiene y mucho, sino por la falta de datos importantes y reales-, lo que no esperaba en absoluto es el resultado final que hoy se nos ofrece bajo el presuntuoso título de "Los que le llamábamos Adolfo". Suele ocurrir que los que más alardean de una determinada cercanía son los más distantes.

Es importante matizar que el gran y mejor amigo de mi padre fue -y ha seguido siendo mientras ha podido recordar- don Fernando Herrero Tejedor, hombre recto y admirable donde los haya, no su hijo don Luis, a quien mi padre siempre ayudó como forma de honrar la memoria de su amigo, tristemente fallecido en accidente de tráfico un 12 de junio de 1975, mientras su mujer, doña Joaquina, y mis padres asistían a una corrida de toros en Las Ventas.

A pesar de la gran relación con sus padres, siempre mantuvo hacia él una especial desconfianza por muy diversas razones, entre las que se encontraba el convencimiento de que todo lo que se dijera en su presencia lo iba a utilizar, y lo iba a hacer de forma interesada. Esto es muy conocido por todo el círculo íntimo de mi padre y del que no ha formado parte nunca don Luis, fuera de ser el hijo de quien era. Es cierto que se han visto en muchas ocasiones, pero no son tantas ni tan importantes como intenta traslucir.

En cualquier caso, no recuerdo en los últimos 30 o 35 años un solo domingo en los que don Luis participase en una de las meriendas que regularmente organizaba mi madre para ese grupo de amigos tan reducido del que disfrutábamos. Tampoco le he visto nunca pasar unos días de verano en nuestra casa familiar, cosa que sí hacían los verdaderos amigos de mis padres como Emilio Vera o Fernando Alcón y que no salen de su asombro por las afirmaciones vertidas y la utilización que se intenta hacer de ellos.

Tal desconfianza, muy típica de mi padre y manifestada en numerosas ocasiones, queda hoy más que justificada con la publicación de la obra citada más arriba. En ella, se deslizan insinuaciones -cuando no afirmaciones- en las que no voy a entrar, pero se hace algo extremadamente más grave y que demuestra el poco respeto de su autor por alguien que, entre otras cosas, sigue vivo: poner en boca de mi padre frases con las que se hace daño a instituciones y personas a cuya defensa ha dedicado toda su vida política y por las que hubiera dado materialmente la vida.

Muchos de los datos que se vierten en ese libro son absolutamente falsos y forman parte de leyendas urbanas del peor gusto, lo que demuestra la mala calidad de algunas de sus fuentes y la falta de rigor. Aún así, es mucho más grave el uso que hace el autor del entrecomillado para atacar, él sabrá por qué, a Su Majestad el Rey. Nunca le he oído semejantes palabras a mi padre, y dudo mucho que la confianza con don Luis fuera mayor que la mía. Pero suponiendo que fuera verdad -y me es imposible creerlo-, su revelación hoy sería una traición en toda regla a esa supuesta amistad y confianza. Máxime cuando el interesado no puede defenderse. O miente don Luis, o traiciona don Luis.

En cualquier caso, se aprovecha don Luis de la enfermedad de una persona que no puede rebatir sus afirmaciones, como estoy absolutamente seguro que haría si pudiera.

Me entristece profundamente escribir estas líneas. Tengo un respeto reverencial por los apellidos Herrero Tejedor y una profunda gratitud y cariño por esa familia. No quiero yo, en memoria de ese gran hombre, decir nada que pueda dañar a nadie de los suyos, pero debo desautorizar con toda severidad, por falsas, las afirmaciones que se vierten en el citado libro, muy especialmente aquéllas que se dirigen contra la Corona. Dirá don Luis que es su palabra contra la mía... y así quedará; hasta que el tiempo ponga las cosas en su sitio.

La bronca de la que todos hablan: una polémica biografía sobre Adolfo Suárez

MADRID.- “Realmente, Adolfo Suárez, el hombre que hizo la transición, aquel gran presidente del Gobierno, hubiese merecido un cumpleaños mejor”. Este fue el comentario que ha hecho alguien que tuvo una gran amistad pública con el ex presidente del Gobierno, en el día de su 75 aniversario. Esta fuente, que prefirió que su nombre no fuese revelado, atacó con dureza el último libro aparecido sobre Adolfo Suárez, una obra que está protagonizando un gran escándalo.

El libro del ex periodista y eurodiputado Luis Herrero, que se jacta de su amistad con Suárez, revela ‘indiscreciones’ que, seguramente, fueron comentarios (¿o no?) de quien fuera presidente y amigo del propio padre de Herrero, el fiscal general del Estado Fernando Herrero Tejedor, muerto en un accidente de automóvil. Esos comentarios fueron aparentemente hechos como confidencias al hijo del amigo, y no al periodista y sin duda no tenían el ánimo de ser publicados, dice ahora el hijo del duque de Suárez , Adolfo Suárez Illana.

La indignación de Suárez Illana es grande, primero por la confianza traicionada y segundo, porque en el libro se utiliza al que fuera presidente para atacar al Rey. “Que yo sepa, mi padre no ha sido nunca amigo de Luis Herrero, ni le ha hecho confidencias jamás”, dijo Suárez Illana a este periódico.

Suárez Illana, albacea de los papeles y de la memoria de su padre, impedido por el alzheimer, califica de mentiras buena parte de las conversaciones que Herrero reproduce con el líder de UCD cuando éste estaba en plena forma. Sobre todo, las referidas a la relación con Don Juan Carlos.

Suárez Illana comentó también que “Luis Herrero es un político ahora, no un periodista y lo que se dice en el libro puede dañar a mi partido, el PP, que es donde él también milita ahora” . “No se puede hacer simultáneamente el papel de político y de periodista”, añadió.

Tras la salida del libro la relación entre Suárez Illana y Herrero se ha roto abruptamente.

También en el seno del eurogrupo del PP se ha detectado un enorme malestar con respecto a este libro, algunos de cuyos protagonistas han comenzado a rechazar haber narrado algunas de las cosas que aparecen en esta obra. Entre otras cosas, un eurodiputado del PP señaló que “parece que desde el partido se quiere atacar al Rey, y eso, desde luego, es radicalmente falso, faltaría más”.

Este lunes, en vísperas del 75 cumpleaños de Adolfo Suárez, se presentó en Madrid la “biografía sentimental” que le ha dedicado el periodista y eurodiputado popular Luis Herrero en un acto marcado por la controversia y el enfrentamiento entre el escritor y el hijo del ex presidente.

Los que le llamábamos Adolfo, el último libro de Luis Herrero presentado el lunes en Madrid, no ha pasado en absoluto inadvertido. En sólo cinco días se han vendido más de 25.000 ejemplares, y La Esfera de los Libros ya va por la tercera edición de la obra. Tal vez es la propia polémica que rodea al libro la que ha motivado estas buenas cifras de ventas.

La relación entre las familias de Suárez y Herrero, muy unidas hasta ahora (el padre del periodista fue el mentor político del ex presidente) parece haberse enfriado a raíz de la publicación de este libro. A un sector de los allegados del ex dirigente de UCD encabezado por su hijo Adolfo Suárez Illana no le han gustado en absoluto las declaraciones en contra del Rey que el eurodiputado pone en boca de Suárez, hoy enfermo de Alzheimer.

De hecho, Suárez Illana publicó este fin de semana en el suplemento Crónica del diario El Mundo un duro artículo en el que aseguraba que son falsas muchas de las conversaciones que recoge el libro. La relación de amistad entre el ex candidato del PP a la presidencia de Castilla La Mancha y el escritor parece haber sufrido una abrupta ruptura y, de hecho, el hijo del ex presidente no acudió a la presentación del libro.

Tampoco acudieron los cinco amigos íntimos de Suárez que estaba previsto que presentasen la obra. Según Herrero, él mismo al saltar la polémica llamó a Manolo Santana, Gustavo Pérez Puig, José Luis Graullera, Fernando Alcón y Aurelio Delgado para que no tuvieran que pasar por la situación “incómoda” de hablar del polémico libro. En su lugar, Federico Jiménez Losantos dedicó unas palabras de elogio al que fuera líder de UCD.

En declaraciones a La Mirada Crítica de Telecinco, Herrero se refirió a la parte del libro en la que se menciona que Suárez, en 1994, le confesó: “No descarto la posibilidad de que, muy pronto, me toque ir al despacho del Rey para decirle: Majestad, no tiene usted más remedio que abdicar por el bien de España”. El líder de UCD pensaba dar este consejo ante la aparición de informes sobre los supuestos negocios privados de don Juan Carlos, algo que desmiente rotundamente Suárez Illana.

Herrero lamentó que se dé tanto valor a una parte “tan minúscula de la obra”, que se refiere a “cinco o seis páginas de un libro de más de 300”, y aseguró que su publicación “no pretende sentar cátedra” ni ser “consultado por los historiadores”, sino que es “una humilde contribución a ese ejercicio conmemorativo” del 75 cumpleaños del político.

El eurodiputado del PP Luis Herrero reivindicó la ambición de Adolfo Suárez en la presentación de su libro 'Los que le llamábamos Adolfo', un acto que estuvo marcado por la polémica tras las críticas vertidas a la obra por el hijo del ex presidente del Gobierno.

Herrero explicó que, tras el rechazo mostrado por el hijo del ex jefe del Ejecutivo, Adolfo Suárez Illana, ante la publicación del libro, él mismo decidió contactar con los cinco invitados para comunicarles que no era necesaria su asistencia".

Sobre la figura de Suárez, Herrero apuntó que es "rigurosamente cierto" que el ex presidente del Gobierno fuera "muy ambicioso", una característica que definió como "buena", siempre que no implique "pagar cualquier precio". El parlamentario destacó también la "audacia política" de la que hizo gala Suárez durante su carrera, y manifestó que, con este libro, intenta que "mejore la opinión" sobre su figura.

La presentación de la obra, que se celebró a pocas horas del 75 cumpleaños de Adolfo Suárez, se produjo un día después de que Suárez Illana, en ese artículo en "El Mundo", acusara a Herrero de haber utilizado datos "absolutamente falsos" y que forman parte "de leyendas urbanas del peor gusto".

Herrero, en afirmaciones recogidas en el dossier de prensa entregado en la presentación, afirma que si Suárez hubiera podido leer el libro -sufre Alzheimer- le "habría dispensado más de una mortífera mirada de desagrado por ver publicadas conversaciones que jamás se produjeron con el ánimo de ser publicadas".

Sea o no una parte importante de la obra, la polémica generada hizo que a la presentación del lunes no acudieran tampoco tantos políticos como estaba previsto. De la cúpula del PP sólo Eduarzo Zaplana, Vicente Martínez Pujalte y el ex alcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano acudieron a la cita.

Aún así, el encuentro fue multitudinario, y no faltaron familiares y amigos del primer presidente democrático tras el franquismo a una presentación en la que tanto Herrero como Losantos trataron una vez más de restar hierro a la polémica e insistieron en que el grueso de la obra no contiene ningún tema cuestionable.

El ex presidente del Gobierno, que no recuerda que lo fue, dedica los días a pasear, actualmente lee un poco y se sienta frente a la tele sin hacer comentarios. Padece una enfermedad degenerativa, según sus hijos.

Adolfo Suárez no recuerda que gobernó España entre 1976 y 1981. El ex presidente del Gobierno padece una enfermedad degenerativa que le mantiene como un niño de tres o cuatro años.

Dos médicos amigos de la familia que le han tratado aseguran, ahora que se cumplen 30 años de democracia, que no es alzheimer.

Creen que durante la enfermedad de su esposa sufrió varios ictus cerebrales, una especie de infartos que lesionan venas del cerebro y lo deterioran. Así lo explicaron a la familia.

En su momento, dijeron fuentes cercanas al padre de la Transición, estos ictus no se diagnosticaron. "Hubo despistes, dudas... Ahora es irreversible. Las muertes de su mujer (2001) y su hija Marian (2004) por cáncer aceleraron la enfermedad de Suárez".

El primogénito del que fuera fundador de UCD, relató hace poco que su padre supo, hasta la pérdida casi completa de sus facultades mentales, hace dos años, de la enfermedad que padecía, y que trató siempre de disimularla para evitarnos sufrimiento" y porque, "además siempre ha sido muy coqueto".

Aseguró que, precisamente por el cariño que se le profesa en España, "me comprometo a entregar toda la información sobre su estado". Y señaló que ya "no recuerda quién fue, aunque se muestra participativo a las muestras de cariño que le ofrecemos, interviene en algunas conversaciones con nosotros y sobre todo con sus nietos. Responde, en resumen, a los estímulos del cariño".- (NEM)