VALENCIA.- La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) cifra en 400
millones de euros las pérdidas del sector en 2023, frente a los cerca de
800 millones de euros en el ejercicio anterior, y ha destacado que fue
un «año de paso» marcado por los efectos del cambio climático y la nueva Política Agraria Común
(PAC), que empezará a repercutir a partir de 2024. En los próximos dos
años, considera que crecerá el abandono de tierras y que aspectos como
los ecorregímenes y los cuadernos digitales van a poner a los
agricultores «contra las cuerdas».
Así lo ha expuesto el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado,
durante su Balance Agrario del año 2023, en el que ha destacado las
mermas de las cosechas por las adversidades climáticas, los elevados
costes de producción, la «competencia desleal» en las exportaciones, la
falta de soluciones ante plagas, los daños provocados por la fauna
salvaje y el aumento de robos en el medio rural.
La situación es negativa para el campo valenciano y, aunque menos que
el año anterior, «sí muy preocupante», con «situaciones puntuales que
están ahí y que pesan en el sector», ha manifestado Aguado, antes de
detallar que en 2023, 20 tipos de cultivo han funcionado mal, nueve
«regular» y cinco «razonablemente bien», como la chufa, la agricultura ecológica, el aguacate y el sector ganadero centrado en 'bous al carrer'.
La siniestralidad agraria en la Comunitat Valenciana supuso un coste
de alrededor de 170 millones de euros, frente a los 285 millones de
2022. Debido a fenómenos como la sequía, las elevadas temperaturas y las
granizadas, las cosechas de cereales cayeron un 60%, la del olivar y la
almendra un 50%, las de la uva, el caqui y las frutas de hueso un 40% y
las de cítricos y arroz un 15%.
Aguado ha advertido de que «muchos» de estos daños no están cubiertos
porque «un porcentaje muy importante de agricultores no asegura la
cosecha porque no pueden económicamente», por lo que ha pedido una
«cobertura total» ante el cambio climático.
En ese sentido, ha defendido que «el Gobierno de España tiene que
mojarse más, aportar más dinero y escuchar a los agricultores en sus
reivindicaciones, que no se puede dar un paso atrás en las coberturas de
seguros y es una barbaridad quitar coberturas».
AVA-Asaja también ha
pedido a la Conselleria de Agricultura que el IVIA abra una línea de
investigación para la adaptación de variedades de cultivo y de las
tecnologías al cambio climático.
Según el balance realizado por AVA-Asaja, en un contexto de inflación
en el que los precios de los alimentos sufrieron un incremento
interanual del 9%, la subida generalizada de las cotizaciones a pie de
campo no permitió en la mayoría de los casos compensar la bajada de
producción y, además, cubrir los costes de producción, que se
mantuvieron «extraordinariamente altos», un 30% más que antes de la
guerra en Ucrania.
La nueva Pac, "un verdadero drama"
Para Aguado, la nueva PAC «puede ser un verdadero drama» para un
«grandísimo número» de agricultores valencianos y «la mayoría» de los
ecorregímenes son «inútiles» e «impracticables». A ello se suman
acuerdos internacionales que quiere firmar la Unión Europea como el de
Sudamérica.
«Bruselas es la banda de música que tocaba en el Titánic
mientras el barco se hundía. El barco es la agricultura mediterránea
especialmente, quieren entretenernos mientras nos ahogamos», ha
aseverado.
En ese sentido, Aguado ha explicado que se ha reunido con el
conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, para trabajar en convencer
al Gobierno de España de que aplace la entrada en vigor del cuaderno
digital y que «entienda que el minifundio valenciano no puede tener
agricultores fotógrafos».
Igualmente, la próxima semana, la organización agraria se reunirá con
la consellera de Hacienda, Ruth Merino, y le trasladará que el
presupuesto agrario de la Generalitat es «totalmente insuficiente» para
hacer frente a la falta de relevo generacional y ayudar a la aplicación
de la nueva PAC. También ha reclamado al Consell que se promocionen los
productos valencianos y se revaloricen para recuperar las pérdidas de
cultivo.
Aguado ha lanzado un mensaje al conseller de Agricultura: «Han pasado
seis meses desde las elecciones, hay que pasar de las palabras a los
hechos. Hay que vender realidades y quien tiene la potestad de mandar
tiene que tomar decisiones rápidas, marcar claramente sus objetivos y
metas y ponerse a caminar muy objetivamente. Es el mensaje que le hemos
dado a la Conselleria de Agricultura, no es una amenaza, es un aviso a
navegantes».
Perspectivas de futuro
Tras este año, «a partir de 2024, en los próximos dos años
posiblemente el abandono va a crecer y mucho. Los ecorregímenes,
cuadernos digitales y todas las problemáticas nos van a poner contra las
cuerdas», ha lamentado. Un contexto que la Comunitat Valenciana sufrirá
más que otras comunidades por su carácter minifundista, por lo que ha
pedido «medidas fiscales decididas para juntar explotaciones y hacer
unidades de gestión».
De no ser así, «la media de edad de los agricultores, que hoy está en
65 años, no se conseguirá bajar sino que subirá», ha lamentado, antes
de recalcar que «el relevo generacional es totalmente insuficiente».
Frente a ello, ha defendido trabajar en la estabilidad a través de la
Ley de Cadena Alimentaria y ha expuesto que, en los municipios en los
que hay explotaciones de gran extensión, la media de edad del sector es
mucho más baja.
También ha puesto el foco en que, tras un 2023 con la climatología
más adversa de los últimos años«, en 2024 puede haber »problemas serios«
si no se regeneran los terrenos.
»Alguno debe pisar tierra y ver la
realidad«, ha señalado, antes de insistir en que »el potencial
valenciano está ahí". También se ha referido al problema de la
profesionalización y de encontrar mano de obra cualificada.
Por otro lado, AVA-Asaja ha advertido del «sufrimiento» del secano
valenciano, con las «tierras más secas que nunca» y ha pedido que «no
puede ir ninguna gota al mar» y «no puede dejar de usarse todo el agua
que se depura».
Plagas
A todo lo anterior se suma la incidencia de algunas plagas, tras un
2023 que AVA-Asaja califica de «año negro» en esta materia. Aguado ha
insistido en la llegada a la Comunitat de la Enfermedad Hemorrágica
Epizootica (EHE) y la avispa asiática. También ha avisado del récord en
interceptaciones de mancha negra de los cítricos en los cargamentos de
Sudáfrica con destino a la UE, así como su detección por primera vez en
naranjas procedentes de Egipto.
Ante ello, ha reclamado una misión inspectora a la zona productora de
estos frutos infestados para determinar el alcance de la enfermedad. En
su caso, la organización agraria pide el cierre de las vías de entrada
de la UE a los citricos de Sudáfrica y Egipto mientras estos países
terceros no garanticen su seguridad fitosanitaria. AVA-Asaja ha
insistido en que se exija a países terceros el tratamiento en frío y
reciprocidad en las medidas fitosanitarias.
Finalmente, sobre los efectos que pueda tener en el sector la
situación derivada de los ataques a embarcaciones en el mar Rojo, el
representante agrario ha señalado que los productores valencianos no
mueven un gran volumen de mercancía en esa ruta, pero sí llegan a alguno
de los destinos afectados con productos que son perecedero y no pueden
aguantar un retraso de 20 días en el trayecto.
Por ello, posiblemente se
desvíe parte del producto destinado a esos países hacia otros mercados.