domingo, 26 de octubre de 2008

Broseta Abogados da el salto a la 'liga' nacional

VALENCIA.- El mayor despacho de la Comunidad Valenciana, Broseta Abogados, se ha marcado como objetivo estratégico la consolidación en el mercado de Madrid. Su último movimiento consiste en incorporar al departamento de Derecho Mercantil en la capital a un equipo liderado por Isidro del Moral, hasta ahora socio de Baker & Mc Kenzie, al que acompañan María Luisa Guardo y Jacobo Sánchez, procedentes de la misma firma, según "El Mundo".

Dicho de otro modo, Broseta Abogados ha arrebatado al despacho internacional Baker & Mc Kenzie en España el área de inmobiliaria, un departamento que se había especializado en los últimos años en el segmento de los servicios a grades patrimonios y family offices.

Entre las operaciones en las que ha participado el equipo encabezado por Isidro del Moral está la compra de Occidental Hoteles o las adquisiciones de activos inmobiliarios a Banco de Santander o Caixa Galicia de los que recientemente se han desprendido estas entidades financieras.

Con estos fichajes, Broseta Abogados refuerza un área de trabajo a la que tradicionalmente ha prestado «especial dedicación», según fuentes del despacho valenciano. La incorporación de este equipo se enmarca en el proceso de expansión de la firma, en ejecución de su plan estratégico para el período 2008-2011, que contempla «un incremento continuado y selectivo de profesionales».

El bufete está consolidándose en el mercado nacional gracias a hitos como su participación en los procesos concursales de Martinsa-Fadesa o Llanera.

En la actualidad, la firma, fundada por el catedrático de Derecho Mercantil Manuel Broseta Pont, dispone de oficinas en Madrid y Valencia. Y además de las áreas tradicionales, presta servicio en otras como nuevas tecnologías, propiedad intelectual, medio ambiente, grandes eventos deportivos y derecho del deporte.

Lo que no hemos hecho bien / Jordi Sevilla

Parece que estamos en un segundo tramo del tobogán de la crisis.Como resulta evidente que si tenemos dificultades graves es porque no todo lo hemos hecho bien, tal vez convenga aprender de alguno de los errores cometidos. En primer lugar, no hemos prestado atención a las voces que venían denunciando lo insostenible de un modelo de crecimiento basado en la especulación financiera.Y no me refiero a críticos radicales como Chomsky, sino también a Soros.

La ordenación del crédito permitió dar un gran salto adelante al capitalismo comercial. Pero cuando el volumen de crédito mundial es 10 veces superior al valor del PIB mundial, esto se aproxima, de manera peligrosa, al timo de la pirámide. Sobre todo, cuando ese crecimiento exponencial del crédito, en sus mil formas, se basaba en la esperanza de que algunos activos que los soportaban, como las viviendas, seguirían incrementando su precio de manera indefinida.

Poner límites a esta expansión especulativa y casi ilimitada del crédito, mediante normas prudenciales extensibles a todo el sistema financiero, tendrá que formar parte de las reformas necesarias.

Tampoco, en segundo lugar, hemos sido capaces de reaccionar frente a los problemas de gestión en grandes corporaciones cuyo reparto accionarial es tan disperso que nadie ejerce de dueño, siendo los gerentes quienes hacen y deshacen con el único criterio del valor de la acción en Bolsa al que, además, suelen ligar sus cuantiosos estipendios.

Cuando los inversores de riesgo se mueven únicamente por la cotización en Bolsa y no por los beneficios, el empleo o la producción, el incentivo para adoptar decisiones cortoplacistas, desestabilizadoras en el medio plazo, es demasiado fuerte. Ha habido quien a esto le ha llamado avaricia o codicia excesiva de los gestores. Creo que el problema es más de lógica del sistema que de fallos individuales aunque, como ha señalado Emilio Botín, también ha habido errores cometidos por personas con mucho poder y sin nadie que les impidiera adoptar esas decisiones que han resultado equivocadas.

Las políticas de responsabilidad social de las empresas son cruciales, junto a los códigos de buen gobierno, para mitigar estos riesgos.

En tercer lugar, llevamos años haciendo oídos sordos a quienes denuncian los problemas que acarrea la asimetría existente entre una globalización económica muy acusada y la ausencia de instituciones de control que le pueda dar réplica adecuada. No hablo del déficit democrático y de las injusticias que permiten un mercado mundial sin el contrapeso de un gobierno mundial.

Pero si de la más modesta pretensión asociada a la existencia de mecanismos adecuados de gobernanza de esa globalización que impidieran, por ejemplo, la existencia de paraísos fiscales, de intermediarios financieros sin control o competir en precios a países que obtienen sus productos vulnerando derechos laborales o medioambientales que deben ser exigibles a toda la humanidad.

En cuarto lugar, no solo han fallado los sistemas de alerta previa.Una vez desatado el tsumani de las subprime -y la primera quiebra se produce en abril de 2007-, se ha reaccionado con mucha lentitud, lo que ha obligado a que, al final, haya habido necesidad de una cierta sobrerreacción.

Es cierto que las características de la crisis lo han favorecido, dado que ella misma se ha desarrollado a cámara lenta. Si el desencadenante ha sido los activos tóxicos, el problema no ha consistido sólo en determinar quien tenía y por qué cuantía.
El problema es que muchos activos sanos, en principio, se han convertido en tóxicos por la evolución de los acontecimientos, afectando en cadena a la solvencia de varias entidades. Y a priori, no se podía saber qué activos podían convertirse en tóxicos y cuales no.
Pero, aún así, los gobiernos han pecado de excesiva prudencia, tardando en reconocer y asumir la gravedad de una situación que les debía llevar a adoptar medidas excepcionales como al final han hecho. Esto ha sido especialmente evidente en el caso del Banco Central Europeo, su política de tipos y su gestión en plazos de la oferta de liquidez.

Ese retraso en el reconocimiento adecuado de la situación ha sido lo que nos hizo intentar caminos, a la postres sin salida, como fue dejar quebrar a Lehman o, entre nosotros, a Martinsa.Cuando se pensaba que esto no era para tanto, parecieron soluciones acertadas. Hoy, seguramente, ni lo uno ni lo otro hubiera ocurrido.De hecho, se ha abandonado, para grandes entidades, la postura de dejar que el mercado se limpie a si mismo.

En quinto lugar, algo de razón tienen quienes señalan a los gobiernos y a los bancos centrales, en especial a la Fed, de tener responsabilidades en esta crisis. En EEUU se combatieron las crisis puntocom o las derivadas del 11-S con ingentes inyecciones de liquidez y bajadas de tipos.

Estas condiciones hicieron posible un endeudamiento masivo de empresas y familias que las convirtió en muy vulnerables cuando, a partir de 2005, empezaron a subir los tipos para combatir la inflación.

Junto a eso, no regular los productos derivados fue una decisión consciente de Greenspan, que frenó varios intentos legislativos en ese sentido. Por otro lado, los mismos gobiernos que criticaban los excesos en el sector de la vivienda, mantenían incentivos fiscales a su compra o aprobaban nuevos planes de recalificación de suelo, cebando una burbuja especulativa que los bancos ayudaron a engordar con préstamos hipotecarios de alto riesgo.

En sexto lugar, el asalto a lo público que ha hegemonizado la política en las últimas décadas ha ayudado a generar un clima social en favor del beneficio privado incluso en materias en que este no es aconsejable, ni estable. Se ha estado desprestigiando aquello que, al final, es lo que va a salvar, otra vez, al sistema capitalista.

Aunque ahora, más que refundarlo, me temo que todo quede en un discreto aseíto ya que casi nadie lo cuestiona de raíz, a diferencia de lo que ocurría cuando Bretton Woods. Y ya se sabe, sin competencia.

www.elmundo.es

Alerta por el temporal en la Comunidad Valenciana

VALENCIA.- El fuerte temporal que ayer azotó Melilla no se quedará en la zona del Estrecho de Gibraltar, sino que también amenaza con lluvias intensas a la Comunidad Valenciana hoy y mañana.


La Generalitat mantiene la preemergencia en toda la región con el fin de proporcionar a los ayuntamientos información actualizada de todos aquellos aspectos de especial importancia relativos al riesgo de inundaciones.

Como medidas de precaución, el Centro de Coordinación de Emergencias (CCE) recomendó a los ciudadanos que se mantengan alejados de las riberas de los ríos y barrancos, y que no permanezcan en los puentes.

El coche debe utilizarse solamente en caso de que sea estrictamente necesario, aunque antes de iniciar el viaje debemos informarnos de la situación de las carreteras, y no intentar nunca cruzar un lugar inundado o un puente que ofrezca dudas sobre su resistencia.

A partir de mañana martes, las temperaturas experimentarán un fuerte descenso.

Los mercados financieros se preparan para una semana difícil

PARÍS.- Las Bolsas de todo el mundo se disponen a empezar una semana que se augura estrepitosa mientras la crisis financiera sigue empujando al mundo a una gran recesión económica.

"Si la caída de las Bolsas está causada por los temores a una recesión internacional, entonces la semana que viene será muy mala. El calendario económico está lleno de indicadores que serán generalmente atroces", advirtió el viernes en Nueva York el analista Carl Weinberg, de High Frequency Economics.

Los inversores vigilarán de cerca la publicación el jueves de la primera estimación del Producto Interior Bruto (PIB) estadounidense en el tercer trimestre, que se espera en retroceso, así como varios índices macroeconómicos en Estados Unidos y Europa.

Los mercados esperan también una avalancha de resultados y previsiones de empresas estadounidenses, europeas y japonesas, en general pesimistas.

En Nueva York serán ExxonMobil, la primera capitalización del Dow Jones, Kraft Foods y Procter & Gamble. También los gigantes petroleros BP y Shell en Londres.

En Fráncfort, Lufthansa, Bayer, Deutsche Bank y Volkswagen. Y en París, presentarán sus datos Alcatel-Lucent, France Télécom, Michelin, L'Oréal y Pernod Ricard. Tras una advertencia el viernes de Sony, la época de resultados trimestrales se abre igualmente el lunes en Japón.

El "miedo en estado puro" empuja los mercados, analizaba el viernes en Nueva York Gina Martin, de Wachovia Securities, mientras las grandes Bolsas mundiales (Nueva York, Tokio, Londres) bajaron al mismo nivel que en la primavera de 2003, tras cuatro semanas de caída.

La Reserva Federal de Estados Unidos tendría que reducir de nuevo el miércoles su principal tasa, fijada actualmente en 1,5%. Y el Gobierno japonés anunció el domingo que estaba dispuesto a multiplicar por cinco, hasta 110.000 millones de dólares, la suma para inyectar a los bancos del país en situación difícil.

Pero estas medidas podrían tener poco peso en la situación actual, ante unos mercados bursátiles aterrorizados que hicieron caso omiso a los planes masivos de intervención de los bancos centrales y a los programas de apoyo de los Gobiernos estadounidenses y europeos para los sectores bancarios.

Las únicas abiertas este domingo, las Bolsas de las ricas monarquías petroleras del Golfo evolucionaban a la baja. La Bolsa de Dubái abrió perdiendo un 5%, la de Kuwait cedía un 2,4% y la de Abu Dhabi retrocedía un 3%. El mercado local más importante, Riad, había perdido un 8,7% el sábado.

A la espera de la cumbre del G-20 de Washington el 15 de noviembre para tratar la reforma del sistema financiero global, la economía real del mundo sigue viéndose afectada por los temores de los mercados bursátiles.

En América Latina, los ministros de Economía y los gobernadores de los bancos centrales del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) se reúnen el lunes para tratar la tormenta financiera. Los países asociados (Chile, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia) y Venezuela también participarán en esta reunión regional.

"Nadie tiene una respuesta inmediata. No nos hacemos ilusiones de resolver todos los problemas", advirtió el ministro de Asuntos Exteriores brasileño, Celso Amorim, anfitrión de esta reunión extraordinaria, que se llevará a cabo tras una semana negra para los mercados latinoamericanos, en especial en Brasil y Argentina.

El anuncio del Banco Central de Brasil (BCB) de inyectar 50.000 millones de dólares en su mercado de cambios para respaldar al real no logró frenar el pesimismo de los mercados el viernes.

Además, el proyecto gubernamental de nacionalización del sistema privado de jubilaciones en Argentina agravó la agitación de los mercados, con consecuencias en Madrid.

Por otra parte, las monarquías petroleras del Golfo afirmaron el sábado que confían en seguir creciendo pese a la crisis y la caída de los precios del crudo, tras una reunión ministerial extraordinaria de los seis miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).

En China, y pese a la amenaza de cierre de miles de fábricas en el sur del país, el gobernador del banco central, Zhu Xiaochuan indicó este domingo que el país no debe subestimar el impacto de la tormenta financiera pero tiene una economía bastante fuerte para superarla.

Las fusiones llaman a la cajas de ahorro

MADRID.- Las cajas de ahorro españolas se encuentran en el ojo de huracán. Los tambores de fusiones vuelven a sonar con fuerza ante las dificultades a las que se enfrenta el sector por la crisis internacional, que ya se deja notar de lleno en sus cuentas: los beneficios han caído un 35% en el primer semestre.

Mientras la morosidad se dispara –ronda ya el 2,5% de los préstamos concedidos, casi cuatro veces más que a mediados de 2007– por la crítica situación de familias y empresas; y se frena en seco el negocio inmobiliario, el gran trampolín de la expansión de estas entidades en el pasado reciente, que hace un año avanzaba a un ritmo superior al 20%, según www.finanzas.com

La necesidad de crear grupos de mayor dimensión y con más músculo financiero para capear el temporal ha reabierto el debate sobre las integraciones, impulsado por el propio Gobierno y por el Banco de España. Un proceso que es «inevitable», según un profundo conocedor de esta actividad, ya que las cajas de tamaño mediano o grande necesitan crecer para blindarse; y las pequeñas, más vulnerables, resguardarse al abrigo de otra más potente para pasar la tormenta o, simplemente, sobrevivir.

El movimiento ya ha comenzado. Y con algunas singularidades. Por ejemplo, las denominadas fusiones ‘virtuales’, que permiten integrar las cuentas de distintas entidades, compartir costes de gestión y emprender inversiones y acciones conjuntas a través de un ‘holding’, pero conservando las marcas, los consejos, las sedes, las respectivas obras sociales y amplios márgenes de autonomía.

A esa fórmula se han acogido las cajas de Castilla y León –Caja Duero, Caja España, Caja Municipal de Burgos, Caja Segovia, Caja Ávila y Caja del Círculo Católico–, que acaban de iniciar un proceso en ese sentido. Esa vía sería válida para integrar firmas de distintas comunidades autónomas y superar así las trabas legales y reticencias políticas que frenan, hoy por hoy, las operaciones de ese tipo. El Gobierno se plantea posibles reformas de la normativa vigente para favorecer esos proyectos.

Mientras tanto, en el País Vasco la BBK y la Kutxa trabajan en un ‘matrimonio’ convencional que tropieza con las dificultades de la entidad guipuzcoana para alcanzar una mayoría suficiente en la asamblea a favor del proyecto. La Vital alavesa ha optado por quedarse fuera de las negociaciones, al menos hasta que pasen las elecciones autonómicas de marzo.

El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ha apostado públicamente por unir las cajas de su región, una de las más afectadas por el ‘boom’ inmobiliario. «Existen conversaciones, aunque no formales, para crear la ‘gran caja’», admitió el viernes. En la Comunidad Valenciana, otro de los epicentros de la crisis del ‘ladrillo’, Galicia y otras autonomías también se mueven fichas.

El debate ha sido azuzado por el Banco de España y por el propio Gobierno. José Luis Rodríguez Zapatero proclamó la pasada semana que es «probable» que se produzca un proceso de fusiones y se mostró dispuesto a «colaborar para conseguir un mapa más racional, competitivo y eficaz».

Su mensaje fue captado a la primera. Las principales destinatarias eran las cajas, que conforman un sector muy atomizado. Está integrado por 45 entidades, muchas de ellas de muy pequeño tamaño y, por lo tanto, con escasas armas de defensa ante una coyuntura como la actual.

El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), Juan Ramón Quintás, deja la puerta abierta a las integraciones siempre que tengan lógica empresarial, pero advierte de que un mayor tamaño «no solucionará los problemas de liquidez» que ha desatado la crisis financiera.

La patronal del sector quiere eliminar cualquier urgencia en ese sentido. Fuentes de esa organización aseguran que, a día de hoy, no hay ninguna entidad que se encuentre con el ‘agua al cuello’ y que, más allá de los proyectas iniciados o sondeados tiempo atrás como en Andalucía, Euskadi y Castilla y León, «no hay ninguna entidad que haya dado el paso hacia una fusión».

El máximo responsable de la CECA_sí ha admitido, en cambio, que aumenta el número de entidades que estudian la posibilidad de realizar uniones ‘virtuales’ con socios de otras comunidades. Una integración de esas características entre todas las cajas, destacó, «crearía el mayor operador financiero del país, mayor incluso que los dos bancos más grandes».

También empieza a tomar cuerpo la idea de que es necesario ir un paso más allá para, pensando en el futuro inmediato, impulsar fusiones entre todas las instituciones de distintas comunidades, una fórmula hasta ahora no explorada y que nadie duda de que toparía con numerosos obstáculos de carácter político y territorial.

Medios del sector consultados admiten que existe inquietud entre las propias cajas sobre su porvenir y que cada vez son más los adeptos de operaciones entre varias autonomías. Uno de los principales defensores de esa alternativa es Braulio Medel, presidente de Unicaja y de la Federación de Cajas Andaluzas.

Se trata de un dirigente muy cercano al PSOE y que, según algunos medios, ya está impulsando cambios normativos como la modificación de la Ley de Órganos Rectores de Cajas de Ahorro (LORCA), necesarios para promover esas uniones. La base, que sean aprobadas por el Gobierno central _o por el Banco de España –la opción más probable en estos momentos– y no, como hasta ahora, por los autonomías.

Las fusiones interregionales también son abiertamente apoyadas por dirigentes de la Federación de Banca de CC OO, uno de los sindicatos más dinámicos del sector. El propio gobernador del Banco de España, Miguel Fernández Ordóñez, apostaba por esa fórmula antes de acceder al cargo, según los medios consultados.

Quienes defienden la uniones intraterritoriales consideran que el modelo tradicional está prácticamente agotado y, salvo en contadas ocasiones, no hará sino incrementar los problemas debido a las duplicidades existentes por la concurrencia de redes, la falta de complementariedad geográfica de sus mercados y la acumulación de riesgos.

Además, existen numerosas entidades que no tienen capacidad de crecer con el actual patrón, ya que son únicas en sus respectivas autonomías. En esa situación se encuentra, entre otras, Caja Navarra, Caja Murcia, Caja Rioja, Caja Extremadura o la misma Caja Madrid.

Puede que, efectivamente, no haya ninguna caja en situación extrema. Las medidas de apoyo puestas en marcha por el Gobierno –concesión de avales y compra de activos– han eliminado cualquier posibilidad de ahogamiento financiero a corto plazo. Pero no es menos cierto que el sector atraviesa un momento complicado.

Aunque su heterogeneidad hace prácticamente imposible realizar un diagnóstico común a todas las cajas, casi todas sufren en sus carnes, con mayor o menor intensidad, las crudas consecuencias de la crisis que ya nadie duda de que se agravará en 2009: escasa capitalización, problemas de liquidez, severas caídas del beneficio y un aumento galopante de la morosidad.

Esas dos últimas variables han golpeado con fuerza al líder de esta actividad, La Caixa, que en los nueve primeros meses del año ganó 1.571 millones de euros –un 14% menos que en el mismo periodo de 2007– debido a las fuertes dotaciones que ha realizado.

Además, su morosidad se ha multiplicado por cuatro y al cierre de septiembre trepó al 1,69%. CajaMadrid, la segunda del ranking, también ha visto caer un 11,1% sus resultados entre enero y septiembre; y sus créditos de dudoso cobro representan ya el 3,37%, cinco veces más que a estas alturas del pasado ejercicio.

Salvo raras excepciones, la mora se ha convertido en una gran patata caliente. La crisis y el fuerte incremento del paro han disparado los impagos Frente a la tasa del 0,74% con que las cajas cerraron 2007, el porcentaje se disparó hasta el 2,5% en julio y, según la estimación efectuadas por la CECA, podría aún escalar hasta el 3,3% en diciembre de este año.

Lo peor llegara en 2009, cuando no se descarta que trepe hasta superar ampliamente el 5%.

Además, los resultados se están viendo seriamente penalizados. Según los últimos datos oficiales, las 45 cajas españolas cerraron el primer semestre con unos beneficios de 4.267 millones de euros, un 35% por debajo de los 6.557 millones registrados en el mismo periodo del año anterior.

Esa tendencia a la baja se agudizará, previsiblemente, a corto plazo, lo que podría obligar a reducir las dotaciones a reservas e, incluso, la inversión en obra social.

Pese a la que está cayendo, las cajas no han cerrado el grifo del crédito. Según las cuentas consolidadas, hasta junio concedieron 905.000 millones a su clientela, casi 80.000 millones más que un año antes.

Desde el punto del pasivo también han apretado el acelerador para lograr liquidez. Los 644.508 millones de depósitos captados en la primera mitad de 2007 se han elevado hasta los 716.000 este ejercicio.

Aún así, el sector padece un severo déficit de capitalización. Esa dolencia, que afecta a una gran número de entidades, tiene su origen en distintos elementos. De un lado, en su propia estructura. De otro, en la gigantesca apuesta realizada por la expansión territorial, que ha consumido ingentes cantidades de fondos propios y que, a día de hoy, se les está atragantando a muchas cajas .

En pocos años, el sector se ha lanzado a la conquista de otros mercados a través de la apertura masiva de sucursales. Su red ya concentra en torno a 25.000 oficinas.

A ello hay que sumar las consecuencias del parón de la actividad inmobiliaria. Numerosas cajas habían centrado su negocio en el ‘ladrillo’ y están pagando muy caro la gran concentración de riesgos asumida. Un dato: en torno a la mitad de su inversión crediticia se concentra en la construcción. Hace ya tiempo que el Banco de España les pidió que, en las medida de sus posibilidades, liberaran deuda hipotecaria.

La morosidad se ha convertido en la guinda de ese explosivo coctel, que ha derivado en una acuciante falta de la liquidez, agravada por el cierre de los mercados de capitales a raíz de la ‘crack’ de las ‘hipotecas basura’ y la resistencia de las entidades financieras a prestarse dinero entre sí.

Es ese el caldo de cultivo el que ha resucitado el debate sobre las fusiones. Habrá que esperar a la marcha de los acontecimientos, pero la historia más reciente conduce a una clara conclusión: las crisis financieras más recientes han derivado en procesos de consolidación.

El director general de 'La Caixa' dice que las crisis financieras siempre conducen a concentraciones

El director general de 'La Caixa', Juan María Nin, considera que las crisis financieras "siempre conducen a procesos de concentración" en las cajas de ahorro.

"La contención o disminución de ingresos conduce a una reducción de costes cuyos resultados más permanentes, si se hace bien, derivan en fusiones", apuntó Nin en una entrevista con el diario 'El País'.

"En España había en los noventa setenta cajas y ahora hay 45. Por tanto, nada nuevo", añade el ejecutivo de 'La Caixa' al ser preguntado sobre si se avecina un periodo de fusiones en las cajas.

Respecto al recorrido de la crisis, Nin considera que en España se verá "el verdadero alcance de la crisis a lo largo de 2009 y, con más claridad, sus consecuencias en 2010".

"Nuestra crisis tiene distinta naturaleza. Aquí no ha habido inversión en activo dudosos, sino clientes con garantías inmobiliarias que ahora tienen un menor valor y, en algunos casos, fuerte carga financiera por un excesivo endeudamiento", señaló.

El director general de la entidad que preside Isidre Fainé considera "acertadas y necesarias para generar confianza" las medidas adoptadas para atajar la crisis. "Me parece bien calculado en importe y bien financiado con emisión de deuda.

Además, la ampliación de los fondos de garantía responde a la necesidad de contribuir a resolver la confianza y también a un factor competitivo en el mercado europeo, que exige igualdad en esta cobertura", indicó al respecto.

En relación a los orígenes de la crisis reconoció que ha habido excesos. "Ha habido excesos en la sobrevaloración de algunos activos, sobre todo inmobiliarios, con una demanda muy potente y una financiación más allá de lo que aconseja la prudente gestión del riesgo crediticio", explicó.

"Este hecho, junto con un mercado que ha primado el beneficio y el corto plazo, ha sido el caldo de cultivo de esta situación", añadió.

En este contexto, Nin destacó que 'La Caixa' afronta la situación con una solvencia "de primer nivel" y una liquidez de 26.500 millones.

No obstante, no descarta que la entidad aborde eventuales ventas de activos que consideren maduros, "inversiones en compañías que por la potencial generación de plusvalías y recorrido futuro puedan sustituirse por nuevas inversiones en sectores de mayor proyección", según explicó.

Las Cortes debaten la propuesta de que Alicante albergue la sede de la Unión por el Mediterráneo

ALICANTE.- Las Cortes Valencianes debatirán mañana, lunes, en la Comisión de Coordinación de las Instituciones de la Generalitat, la toma en consideración de la proposición no de ley presentada por Compromís para que la Cámara autonómico respalde ante el Gobierno central la candidatura de la ciudad de Alicante para albergar la sede del Secretariado Permanente de la Unión por el Mediterráneo.

El secretario comarcal del Bloc, Ignasi Bellido, destacó en un comunicado que "la escasa actividad que el PP permite en las Cortes ha hecho que nuestra propuesta, presentada hace meses, se debata tarde y esto resta competitividad a Alicante y al País Valenciano a la hora de exigir y presentar una candidatura que pueda ser tenida en consideración por las instituciones de la Unión Europea".

El dirigente del Bloc apuntó que fue la única formación que desde mayo de 2007 pretendía que Alicante fuera la capital de la Unión por el Mediterráneo. "El PSOE ha apostado desde siempre por Barcelona, y cuando el nombre de nuestra ciudad saltó como competidora, los socialistas la ningunearon", afirma Bellido.

Asimismo, criticó la postura de "simple anticatalanismo" del PP, ya que, según apuntó, "cuando el Gobierno de España dio a conocer que su opción era la capital catalana, desde la Generalitat valenciana solo se criticó ante los medios de comunicación, usándolo como arma electoral pero sin poner los medios institucionales para plantar batalla y defender nuestros intereses".

Ignasi Bellido manifestó su deseo de que tanto el PSPV como el PP apoyen la propuesta del Bloc y "dejen de ser embajadores en tierras valencianas de sus partidos".

En este sentido, aseguró que confía "en poder negociar con el Ejecutivo de Zapatero, a través del Parlamento valenciano, una salida para que Alicante, que tiene experiencia en albergar instituciones europeas como la Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI) o la futura Casa del Mediterráneo, pueda tener un papel relevante también en la puesta en marcha de la Unión por el Mediterráneo".