VALENCIA.- El presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), José Vicente González, ha apuntado este jueves a la "criba" de fundaciones y empresas públicas hasta dejarlas "en lo estrictamente necesario" y a la priorización de los grandes eventos para realizar sólo los que tienen un mayor retorno como medidas para reducir el gasto público de la administración autonómica.
Así se ha pronunciado González tras presidir la Asamblea General de la patronal valenciana en la que se ha renovado la mitad de su junta directiva tras ser preguntado por los medios sobre el plan de austeridad anunciado por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, con el que pretende ahorrar 1.000 millones de euros en las cuentas regionales.
González ha indicado que el nuevo Consell va a hacer frente a unas limitaciones presupuestarias "muy importantes", porque "el presupuesto da para lo que da" y ha adelantado que los nuevos miembros del Gobierno autonómico tendrán que hacer "lo que han hecho la mayor parte de las empresas, agarrar la tijera y cortar todo aquello que no sea imprescindible".
Sobre el mantenimiento del gasto en el área social, en la que están comprendidas la sanidad y la educación, el presidente de la CEV ha señalado que para conseguirlo "le va a tocar cuadrar el círculo", dado que este segmento ocupa más del 80 por ciento de las cuentas autonómicas y el plan de austeridad del Consell supone una reducción del gasto cercano al 8 por ciento. "Si no hay ahí --recortes, no sé de donde se van a poder sacar", ha insistido.
No obstante, ha admitido que "hay otras cosas que son menos importantes y que se podrían suprimir" y ha detallado que, por ejemplo, habría que "agarrar la lista de fundaciones, empresas públicas --a las que no son ajenos los ayuntamientos también-- y cribarlo y dejarlo en lo estrictamente necesario".
Además, ha agregado que "seguramente en los grandes eventos también habrá que optar y priorizar", porque "a lo mejor no podemos hacerlos todos y habrá que priorizar aquellos que tienen un mayor retorno".
Según ha resaltado González, este plan de reducción del gasto "imprescindible" debe permitir "liberar fondos para apoyar al sistema productivo privado", el único, a su juicio, capaz de generar un "círculo virtuoso" que comience por una mayor financiación empresarial y la consiguiente creación de empleo, continúe con el aumento del consumo y concluya en un aumento de ingresos por parte del Estado a través de los impuestos y una rebaja del gasto en prestaciones por desempleo.
Asimismo, González ha mostrado durante su discurso su "apoyo y ayuda" al Consell recientemente constituido y ha instado a los nuevos consellers a "aterrizar a la velocidad de los aviones de combate, porque estamos en combate" a la hora de ponerse al día con sus respectivas carteras.
En este sentido, tras ser preguntado por los medios sobre su valoración de las nuevas caras del Ejecutivo, ha indicado que es una tarea "muy difícil" teniendo en cuenta que la mayor parte "son nuevos" y ha precisado que aunque no conoce al titular de Economía, Enrique Verdeguer, tiene de él "las mejores referencias profesionales".
"Pero vamos a esperar, vamos a dejarles que trabajen", ha matizado.
A pesar de animarles a todos ellos a actuar "deprisa", González ha aprovechado su discurso ante la asamblea para reclamar al Consell un plan "creíble que regularice y determine los plazos ciertos de pago a los proveedores de la administración y ha resaltado que es "más importante que se cumplan los plazos que cuáles sean los plazos en sí".
"El que debe es el que tiene que mirar en qué plazos puede pagar, de nada sirve que pidas una cosa que sabes que no se va a poder cumplir", ha explicado el presidente de la patronal en declaraciones posteriores a los medios, en las que ha subrayado que la CEV va a "ayudar y ser flexibles" en este sentido, siempre y cuando se garantice que los compromisos se cumplan.
Así, ha destacado que lo más importante es que el plan de pago sea "creíble" y que se cumpla a que sea aprobado con celeridad: "prefiero esperarme 20 días si eso es lo que va a producir un plan creíble y que se cumpla que no por ir demasiado deprisa hacer promesas que no se pueden cumplir después".
De hecho, en la ejecución presupuestaria de 2010 y en las cuentas para 2011, la CEV ha asumido un incremento de los gastos financieros derivados, entre otros aspectos, del retraso en el pago de subvenciones por parte de la administración, lo que obliga a la patronal a aumentar su financiación externa.
En concreto, para 2010 se estimaban unos gastos financieros de 102.626 euros que se han transformado en 113.285 euros, el 10,4 por ciento más, mientras que esta cifra se situará en torno a los 254.432 euros en 2011.
En este sentido, González ha indicado que "cuando hay retrasos también a nosotros nos toca" y que, aunque no son la parte más afectada, están "en el mismo saco".
En cualquier caso, las cuentas ejecutadas de 2010 de la CEV arrojan un superávit de 136.859 euros, el 23 por ciento menos de la cantidad prevista, afectado especialmente por un aumento de las dotaciones a provisiones en más de 140.000 euros para "extremar las precauciones", según ha indicado González, que ha indicado que han preferido "pasarnos de prudentes a ser demasiado valientes".
Para 2011, se estima un superávit de 47.636 euros, influido especialmente por un incremento en los gastos financieros como consecuencia de los retrasos en los pagos de subvenciones.
Preguntado por las informaciones aparecidas en los medios que apuntan a que la patronal podría estar pensando en una desinversión en inmuebles para reducir gastos, González ha señalado que "su presidente no se ha enterado de que ese plan de desinvertir en inmuebles exista" y ha recalcado que "plan no hay ninguno" en este sentido.
"Hay una voluntad de impulsar la racionalización y eficacia de todas las organizaciones empresariales, pero eso está en un estado embrionario que hay que discutir y valorar, pero ese sería el punto y final de ese proceso si se produjera, que nadie ha dicho que se vaya a producir", ha concluido.
