martes, 19 de febrero de 2008

Caja Mediterráneo destina 66 millones a Obra Social

ALICANTE.- El consejo de administración de Caja Mediterráneo aprobó hoy la formulación de las cuentas del ejercicio 2007 y la propuesta de distribución de los resultados netos individuales, por la que se destinarán 66 millones de euros a Obra Social, según informaron hoy en un comunicado fuentes de la entidad financiera.

Durante la reunión de hoy, celebrada en Alicante, el consejo conoció los resultados de 2007, que alcanzaron los 385,7 millones, un 15,2% más, que en el año anterior. Respecto a este resultado, la entidad destacó "una evolución de todos los márgenes de negocio, que crecen a tasas de mas del 20%", así como "un refuerzo de la solvencia que se aprecia, entre otras, por haber alcanzado una alta flexibilidad para adaptarse a cambios del entorno".

De este modo, el índice de eficiencia se situó en el 34,6%, 5,3 puntos por encima del obtenido en 2006 y con "un mínimo histórico de morosidad" en la caja, 0,69%, con una cobertura superior al 200%, precisaron.

Así, el consejo aprobó la propuesta de distribución de los resultados netos individuales de Caja Mediterráneo correspondientes al ejercicio 2007. El resultado total a distribuir correspondiente a 2007 alcanza la cifra de 288 millones de euros, de los cuales 222 millones de euros se destinan al fortalecimiento de los recursos propios vía reservas y 66 millones a la Obra Social, lo que supone un incremento sobre el ejercicio anterior de 15%.

Además, también fue aprobada la emisión de Cedulas Hipotecarias que suscribirá el Banco Europeo de Inversiones por un importe máximo de 200 millones de euros. Esta emisión será destinada a la financiación de inversiones de las pequeñas y medianas empresas y deberá aplicarse en el plazo de un año desde la recepción de los fondos.

Finalmente, Caja Mediterráneo ha realizado su primera emisión de Cédulas Territoriales, por un importe de 150 millones de euros a un plazo de cinco años. La emisión ha recibido la calificación de 'Aaa' por la agencia internacional de rating Moody's Investors Service, la máxima calificación que otorga esta agencia.

El PP mejorará la financiación de los ayuntamientos que liberen suelo para viviendas

MADRID.- El Partido Popular se compromete en su programa electoral a mejorar la financiación de las corporaciones locales, con incentivos a aquellas que liberen más suelo para la construcción de viviendas. También tendrán su recompensa aquellos ayuntamientos que demuestren un mayor compromiso con el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.

Así consta en el capítulo relativo a la Administración Local del programa electoral del PP y que en casi una veintena de puntos resume las principales propuestas de esta formación en materia local con motivo de las próximas elecciones.

Tras recordar que la Administración Local es el tercer pilar de la España constitucional, el PP señala que los gobiernos locales se han visto obligados en muchas ocasiones a ir más allá de sus competencias propias, "asumiendo tareas que trascienden a su capacidad".

"Esta situación ha puesto en cuestión la viabilidad financiera de los Ayuntamientos", sostiene.

Por eso, el PP se compromete a reformar el régimen local básico y a desarrollar "un nuevo modelo de financiación local estable y suficiente" que garantice el modelo descentralizado y asegure la prestación de unos servicios de calidad. También impulsará el Estatuto del Gobierno Local como norma básica del marco institucional y competencial de las Administraciones Locales.

El PP revisará la financiación de las Corporaciones Locales, recompensando a aquellas que hagan un esfuerzo en política de vivienda o medioambiental. En concreto, el programa dice textualmente que "incentivará a aquellas que liberen más suelo para la construcción de viviendas y a las que demuestren un mayor compromiso con el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático".

La secretaria de Política Autonómica del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, avanzó que su partido quiere "actualizar" la financiación local, una medida que no debe estar condicionada por la reforma de la financiación autonómica", ya que, según dijo, la situación de los ayuntamientos está pendiente de un "impulso" desde el inicio de la democracia.

El nuevo sistema de financiación local implicará una nueva Ley de Haciendas Locales que, reza el programa del PP, debe basarse en los siguientes principios: autonomía municipal, suficiencia, corresponsabilidad fiscal, transparencia y eficiencia.

Los 'populares' se comprometen también a promover la celebración de dos debates de política local cada legislatura en el Senado, así como a institucionalizar la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) como órgano encargado de la representación y defensa de los intereses de los entes locales.

Además de revitalizar el proceso de descentralización de competencias a los ayuntamientos y diputaciones provinciales, el PP dice que promoverá la evaluación de los servicios públicos y controles de calidad y auditoría, estableciendo los indicadores e instrumentos adecuados.

También plantea una reforma de la Ley de Régimen Electoral para que gobierne la lista más votadas en las municipales.

En el capítulo dedicado a la Administración Autonómica el PP propone aprobar una Ley de Cooperación entre Administraciones Públicas, la creación de un Consejo de Cooperación Estado-Comunidades Autónomas y la puesta en marcha de una Agencia de Crisis para coordinar medios y esfuerzos ante este tipo de situaciones.

Igualmente, el primer partido de la oposición anuncia que consensuará un modelo actualizado de financiación autonómica "fortaleciendo el principio de multilateralidad y adaptando sus principios al aumento de la población y a la realidad geográfica del país".

El idioma de los sondeos / Antonio Casado

La última oleada de encuestas, correspondiente al pasado fin de semana y este lunes, reduce la diferencia entre los dos grandes y vuelve a dejar al PSOE dentro de los límites del llamado “empate técnico” (en el borde de los 3 puntos de diferencia), que había desbordado ligeramente, al alza, en las oleadas anteriores.

Por tanto, también se aleja del otro umbral, el de la ventaja obtenida hace cuatro años, en las últimas elecciones generales (4,9 puntos).

La incapacidad del PSOE de desbordar esos dos umbrales, al menos en los sondeos, significa que no ha capitalizado debidamente el hecho de haber tenido a su disposición todos los resortes del poder a lo largo de la Legislatura que acaba de terminar.

Pero no significa que el PP, cuya tarea de oposición también es valorada por el elector al expresar su intención de voto, haya sabido capitalizar su trabajo, sus iniciativas, sus propuestas alternativas o los propios errores del Gobierno socialista.

Eso queda meridianamente claro a la vista de todas las encuestas publicadas en los dos últimos meses. Todos los indicadores clásicos son favorables al PSOE: la intención directa de voto (respuesta espontánea), estimación de voto (laboratorio, la llamada “cocina”), la percepción del partido ganador (¿qué partido cree usted que va a ganar?), la preferencia (¿qué partido quiere usted que gane?), la valoración de líderes, la capacidad para resolver los problemas en los distintos campos de la gobernación del Estado, etc.

Solo en el indicador “índice de fidelidad” gana claramente el PP. Eso viene a constatar la firmeza y la capacidad de alineamiento de los votantes de la derecha con la causa electoral del PP. Dicho de otro modo: el PP tiene un suelo muy firme, que se mantiene casi inalterable en torno al 38% de los votos.

En cambio, el techo del PSOE aparece cambiante, con subidas o bajadas entre el 39% y el 42%, mientras los expertos dicen que aún subirá más si la participación fuera similar o no muy inferior a la registrada el 14-M de hace 4 años (75,6 %). Si el idioma de los últimos sondeos lo pasamos al lenguaje político, tendrá sentido lo que Zapatero comentó ante los micrófonos chivatos de Gabilondo: “La tensión nos conviene”.

Es confesar que la tensión es movilizadora de su electorado, que la movilización supone participación y que la participación favorece al PSOE.

De ahí la importancia de la reciente macroencuesta del CIS, que reducía la ventaja del PSOE sobre el PP a solo 1,5 puntos. Distancia mínima. En consecuencia, tensión máxima en los términos expresados por Zapatero.

No digo que el CIS haya querido echarle una mano, pero es evidente que le favorece porque moviliza al electorado perezoso de la izquierda.