lunes, 26 de mayo de 2008

El programa de retorno voluntario para inmigrantes estará aprobado en julio

MADRID.- El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, anunció anoche que el Gobierno está "elaborando un documento" para "incentivar y facilitar" el retorno voluntario de los inmigrantes mediante "fórmulas" como la capitalización del subsidio por desempleo y aseguró que estará "aprobado en el mes de julio".

Durante la que ha sido su primera intervención ante la Comisión de Trabajo e Inmigración del Congreso de los Diputados, Corbacho avanzó las que serán las líneas generales de su política los próximos cuatro años, una etapa durante la que habrá que afrontar "retos" como "la gobernabilidad del fenómeno de la inmigración".

Para ello, el ministro anunció que constituirá "la Conferencia Sectorial de Inmigración", que habrá de mejorar "la coordinación entre el Estado, las comunidades autónomas y la Federación Estatal de Municipios y Provincias" y desarrollar "las facultades autonómicas estatutarias sobre participación en las decisiones estatales de política migratoria y sobre ejecución laboral".

Según afirmó Corbacho, el hecho de que la gestión de la inmigración sea "competencia exclusiva del Estado, no significa en absoluto que el resto de las Administraciones Públicas no tengan nada que hacer para mejorar la gestión" de las políticas migratorias, motivo por el cual "junto al diálogo social" se necesita "concertación territorial".

Asimismo, el titular de Inmigración se refirió a la anunciada reforma de la Ley de Extranjería. "Desde que se aprobó la Ley Orgánica (...) al día de la fecha, se han sucedido una serie de acontecimientos que hacen necesario adecuar el contenido de la norma a las sentencias de inconstitucionalidad de determinados artículos" y a la "aprobación de Directivas de la Unión Europea que requieren la preceptiva transposición normativa" a la legislación española. Para ello, será necesario "el máximo consenso", sentenció.

La SEC investiga a tres grandes agencias calificadoras

PARÍS.- La Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC por sus siglas en inglés) comenzó a invetigar las actividades de tres importantes agencias de calificaciones, por su gestión de la crisis del mercado de alto riesgo y por un informe de fallos informáticos en la agencia Moody's.

Las agencias han sido criticadas por no haber advertido anticipadamente grandes escándalos de deudas corporativas, y también por sus calificaciones de productos complejos que fueron severamente golpeados por una epidemia de morosidades en hipotecas de alto riesgo de Estados Unidos y la consecuencia crisis en el mercado de créditos.

"Enviamos cartas a Moody's, Standard & Poor's y Fitch pidiéndoles que nos informen de aspectos de sus metodologías", comentó Erik Sirri, director de la división de intermediaciones y mercados de la SEC.

"Les pedimos que nos explicaran sus políticas y procedimientos utilizados para detectar errores en calificaciones de instrumentos de financiación estructurada y que nos avisen de cualquier error que hayan encontrado en sus instrumentos durante los últimos cuatro años, incluyendo las medidas que tomaron para corregir el problema", añadió.

Los supervisores también han sido criticados por controlar inadecuadamente los sucesos.

El presidente de la SEC, Christopher Cox, previamente había dicho que su entidad regulatoria había comenzado una investigación en Moody's, cuyas acciones se hundieron la semana pasada por temores a que hubiera cometido errores en sus calificaciones.

"Tenemos amplia jurisdicción para revisar esto", comentó Cox.

"El 11 de junio, la Comisión propondrá formalmente nuevas reglas que involucran a las agencias calificadoras de créditos", añadió.

Cox habló al margen de la conferencia de la Organización Internacional de Comisiones de Valores en París.

El responsable dijo que los problemas de las agencias tenían una larga historia.

Las agencias ya habían estado en el punto de mira entre 2001 y 2002 por no haber detectado los problemas en Enron y WorldCom, las inmensas empresas que fueron a quiebra tras publicar cuentas fraudulentas.

Elorriaga: "La generación que surgió y creció a la sombra" de Aznar está "más que nunca preparada para asumir el relevo"

MADRID.- El diputado y secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, cree que el presidente del partido, Mariano Rajoy "no está en condiciones de ofrecer" el liderazgo "renovado, sólido e integrador" que el PP necesita para convertirse en una "alternativa potente" para "pelear y ganar cada uno de los próximos procesos electorales".

En un artículo de opinión publicado hoy en 'El Mundo', y titulado 'Así no es posible', el diputado 'popular' sostiene que para este objetivo el partido tiene "proyecto" y "equipos disponibles" y lo que falta es ese "liderazgo renovado, sólido e integrador". "Y eso es algo que, aunque me pese, Mariano Rajoy no está en condiciones de ofrecer", señala Elorriaga.

Para el secretario de Comunicación, del próximo Congreso del partido en Valencia debe salir un partido capaz de convertirse en una "alternativa potente" al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Para ello, sostiene, "la generación que surgió y creció a la sombra del mandato" del ex presidente José María Aznar "está más que nunca preparada para asumir el relevo", porque "tiene experiencia, talento y determinación".

"No valen ya las estrategias reactivas; no valen soluciones incompletas o escasamente atractivas. No valen ahora los desafíos internos ni las actitudes excluyentes", añade Elorriaga, que defiende que "el presidencialismo" es justamente "lo contrario del liderazgo".

Para Elorriaga, la legislatura que comienza ahora será "crucial". En ella, indica, Zapatero "intentará consolidar y ampliar las reformas insolidarias que ha introducido en nuestro modelo de Estado". Por ello, sostiene que, tras la sentencia del Tribunal Constitucional, el PP deberá "hacer un balance de su contenido" y, de manera "ineludible" tendrá que "actualizar" su posición política".

Además de este asunto, afirma, los principales "problemas" a los que se enfrentará el Ejecutivo son "la gestión de la crisis económica y sus inevitables consecuencias sobre la política social" y "la inmigración desordenada y sus consecuencias". En todos estos temas, afirma, el PP tiene "una posición ganada ante la opinión pública española", así como "buenas ideas y soluciones que ofrecer".

En el artículo, Elorriaga también critica el debate que está girando en torno al Congreso, centrado en "proclamar con solemnidad que se quiere un partido unido e integrado", cuando "ningún dirigente, militante o simpatizante podría asumir lo contario". Recalca que el debate "se hace incomprensible cuando gira en torno a lo evidente", por lo que se convierte en "una obligación el intentar clarificar de qué estamos discutiendo".

Además, considera fuera de lugar el debate ideológico, ya que la "definición ideológica" del partido está clara desde el XIII Congreso del partido del año 2000, donde se precisó "el concepto de centro reformista que, con leves cambios, se mantiene vigente". Desde entonces, asegura, liberales, democristianos, conservadores y centristas se han sentido "bien acogidos" bajo esta definiicón, que les ha permitido "trabajar juntos hasta alcanzar los mayores éxitos".

De hecho, apunta que es "curioso y agradable comprobar" que la ponencia de Estatutos del próximo Congreso no "propone ningún cambio en esta definición, ni tan siquiera de matiz". Por ello, Elorriaga estima que el deberá será "estratégico" y en esos términos debe analizarse.

En lo que a esto se refiere, Elorriaga sostiene que la base de toda estrategia reside en el líder, su equipo y "un correcto análisis de la realidad" y defiende que "si falla alguno de esos tres pilares, cualesquiera que sean las ideas que se defiendan, el proyecto fracasará".

Asimismo, el diputado recalca que el planteamiento que se debe adoptar no debe referise "exclusiva ni básicamente a las próximas elecciones generales", ya que, en primer lugar, "estarán precedidas de un nuevo congreso nacional" y, en segundo lugar, previamente habrá comicios en Galicia, País Vasco y Cataluña, además de las europeas de 2009 y las autonómicas y locales de 2011, que constituirán "el trabajo principal y compromiso inexcusable del equipo que resulte elegido".

Además, sostiene que, de la misma forma que se le exigió al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que hiciera "un balance de su gestión" en la pasada legislatura, la dirección del PP debería haberlo hecho, porque si se le dice al Ejecutivo que "omitir ese análisis, o dejarlo dudosamente implícito, es hurtar la esencia del debate, es rehuir la responsabilidad propia y, lo que es más importante, implica dejar sin fundamente cualquier compromiso futuro", algo "muy parecido se puede decir de quien ha estado al frente de la oposición".

En su artículo, el diputado recuerda cómo en sus 20 años de historia, al PP se han "sumado muchos, millones de personas", que en 1989 acudieron a "la llamada de José María Aznar, que fue capaz de ofrecer un proyecto político atractivo e integrador". A partir de entonces, dice, el PP se supo "transformar en un partido ganador", con "una orientación inequívoca y un progreso electoral constante".

Sin embargo, lamenta que ahora, a diferencia de lo que ocurrió a partir de 1989, sean "pocas" las incorporaciones al proyecto, con la "brillante excepción" de Manuel Pizarro, y "demasiados" los abandonos. "A diferencia de entonces también han sido insuficientes los progresos electorales alcanzados y bastante significtivos algunos retrocesos", continúa el diputado.

En este contexto, agrega Elorriaga, surge ahora "un falso debate ideológico que tan sólo aporta exclusiones y renuncias", con "un discurso arrojadizo que más parece que pretende distanciar a algunos que invitar a nadie". De hecho, asegura que la "inmensa mayoría de los 'populares'" observan "con estupor el resurgir de viejas batallas ya superadas hace años" y de las que no aceritan a "entender la causa".

Como ejemplo, se refiere al "esperpento injustificable" que supuso el pasado viernes las dos manifestaciones contrarias convocadas ante la sede del PP en la madrileña calle de Génova en apoyo de Rajoy, una, y otra de la dirigente vasca María San Gil.

Ante esto, Elorriaga se muestra contrario a "callar", ya que, explica, no sería "responsable". A su juicio, aunque en "circunstancias normales, el silencio puede ser una contribución eficaz a la resolución de los problemas", en momentos "excepcionales" omo el que vive ahora el partido "esa omisión se transforma en deslealtad hacia la organización" de la que forma parte.