domingo, 18 de octubre de 2009

El PSPV cree que si Fabra "tuviera una mínima noción de decencia, se iría casa" por "defraudar a Hacienda"

CASTELLÓN.- El secretario de Organización del PSPV-PSOE en la provincia de Castellón, Francisco Valverde, aseguró hoy que si el presidente del PP de Castellón, Carlos Fabra, "tuviera una mínima noción de decencia se iría a casa, al comprobar cómo miles de familias lo pasan mal por la crisis, mientras él intentaba defraudar a Hacienda".

Valverde se expresó en estos términos en un comunicado después de que ayer Fabra asegurara que "en la historia de la Democracia sólo ha habido dos partidos condenados por financiación ilegal: el PSOE y Herri Batasuna".

Al respecto, el dirigente socialista preguntó al presidente 'popular' "cómo se atreve a hablar de financiación ilegal cuando todavía no ha explicado quién le ingresó en un solo año los 600.000 euros en metálico y en cheques al portador en sus cuentas bancarias, dinero que encima escondió a Hacienda y que tuvieron que descubrir los inspectores haciendo un minucioso seguimiento, como hacen con los defraudadores fiscales".

Francisco Valverde aclacó las declaraciones de Carlos Fabra "al nerviosismo que sufre estos días, en los que sabe que su futuro pende de un hilo, ya que hasta la propia secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se quedó sin habla cuando se le pidió que le valorara en una entrevista en una emisora nacional".

Por ello, Valverde resaltó que "a Fabra le quedan todavía muchas tardes de gloria porque sabe que está acorralado por la Justicia" y criticó que "se está amparando en su lentitud para aguantar en el cargo, ya que la mera existencia de un expediente en Hacienda que pone de manifiesto que el año en que le salió a devolver 4.000 euros, tenía que haber pagado, en realidad, 150.000 euros, es más que suficiente para incapacitarlo de la vida política".

Camps comienza a ser abandonado por sus 'fieles'

VALENCIA.- En el PP valenciano están encendidas todas las alarmas. Los escándalos relacionados con el caso Gürtel y la supuesta financiación irregular del partido han colocado al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, al borde del precipicio, a juicio de 'El País'.


El sainete de la destitución de Ricardo Costa como secretario general y portavoz parlamentario, la descoordinación con la dirección nacional del PP y la parálisis, desde hace más de medio año, en el Gobierno valenciano no han hecho sino agravar la situación de Camps. Un liderazgo granítico hasta el pasado otoño, que ahora tiene los pies de barro y un futuro incierto. Tanto, que en el PP ya han empezado a buscar posibles soluciones y a mirar hacia otros liderazgos, como el de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

Los escenarios que manejan los populares valencianos son tres: que Camps consiga recuperarse y concluir el año y medio que le resta de legislatura; que se desplome por el efecto de los escándalos políticos o que se vea obligado a dimitir si el Tribunal Supremo reabre el proceso judicial por un delito de cohecho impropio (por haber recibido trajes pagados por la trama corrupta que dirigía Francisco Correa).

Si el jefe del Gobierno valenciano se ve obligado a dimitir, dos son las fórmulas posibles: la convocatoria de elecciones anticipadas o la elección de un sustituto que agote la legislatura.

"El partido ha vivido en los últimos días momentos de pánico, cuando pensábamos que Camps se derrumbaba y nos encontraba a todos desorganizados y sin capacidad de respuesta", explica un parlamentario valenciano. Ésa es la razón principal de que el pasado jueves, el PP, con Mariano Rajoy a la cabeza, lanzara un aluvión de apoyos al presidente valenciano, argumenta la misma fuente.

Ahora, en el PP valenciano existe el convencimiento, independientemente de cuál sea el escenario al que se enfrenten en las próximas semanas, de que ha llegado el momento de que los presidentes provinciales y las referencias fuertes del partido, como la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tomen cartas en el asunto.

"Paco [Camps] es una persona que mide mucho, pero está sobrepasado. Él tiene el convencimiento de que ha actuado correctamente, pero no sabemos realmente lo que hay en la parte que falta por conocerse del caso Gürtel", afirma un miembro relevante del PP, que añade: "De todos modos, hay que rectificar".

Los tres presidentes provinciales del partido: Alfonso Rus (Valencia), Carlos Fabra (Castellón) y el zaplanista José Joaquín Ripoll (Alicante) ya han mantenido varias conversaciones y han quedado emplazados para reunirse en privado y analizar la situación. Un compromiso entre líderes dispares que hace sólo unos meses hubiese sido imposible.

Los tres reclaman ahora un mayor protagonismo en las decisiones de Camps y exigen medidas para remontar la situación. El grado de debilidad de Camps es de tal calibre que todos ellos han visto reforzado su liderazgo provincial y han logrado canales de comunicación directos con la cúpula del PP nacional.

Un extremo que asume ya el entorno del propio presidente de la Generalitat, que ha constatado cómo menguaba la influencia de Camps sobre Mariano Rajoy y cómo la cúpula del PP se dividía entre defensores y detractores del presidente valenciano. Una situación insólita para un Camps que sigue convencido de que él representa al PP de la Comunidad Valenciana y, por tanto, una pieza imprescindible para Rajoy.

"Si aguanta, Camps está obligado a dar un impulso a su gobierno", explica un dirigente popular: "Es muy complicado mantener la gestión en los municipios y en las diputaciones con la Generalitat paralizada". Un alto cargo del Gobierno valenciano va más allá: "La marcha de Ricardo Costa a dejado a Camps sin su principal escudo. Y es increíble que los tres vicepresidentes [Vicente Rambla, Gerardo Camps y Juan Cotino] hayan desaparecido del mapa dejando al presidente al descubierto frente a los escándalos".

"Es imprescindible una remodelación que permita a Camps reordenar sus defensas si no le queremos ver caer", añade.

Lo cierto es que Camps ha visto cómo en las últimas semanas su entorno se desmoronaba. El viernes pasado le dejó su jefa de gabinete, Ana Michavila, hermana del ex ministro de Justicia José María Michavila. La semana pasada se sintió traicionado por su amigo Esteban González Pons, vicesecretario de Comunicación del PP nacional, que acudió al Día de la Comunidad Valenciana con la instrucción de Génova de que había que destituir a Ricardo Costa de la secretaría regional del partido.

Los vicepresidentes han intentado mantener un perfil bajo durante toda la crisis. Rambla, salpicado por el escándalo de la supuesta financiación irregular del PP, ha evitado tener protagonismo. Gerardo Camps ha pasado días enteros de baja por una molesta dolencia de espalda. Y Cotino, uno de los hombres más próximos a Camps y activo miembro del Opus Dei, ha simultaneado la crisis con sus múltiples compromisos con la Iglesia.

Si Camps sigue sin reaccionar son muchos los que creen que habrá que pensar en el relevo del presidente valenciano. Y la alternativa más sólida es la de la alcaldesa Rita Barberá, especialmente si se trata de cubrir la presidencia a mitad de legislatura. Barberá es diputada autonómica y tiene una autoridad indiscutida en el PP, lo que permitiría reconducir la situación.

"No podemos tener ningún vacío y Rita sería la mejor opción en caso de relevo, tanto si se convocan elecciones anticipadas como si no. Otra cosa es que ella quiera, que hasta ahora se ha resistido a cuantos le han sugerido la idea", indican en el PP.

En caso de que Camps cayera y Barberá se negara a sustituirlo, el abanico de posibles relevos se amplía con nombres como el de González Pons, Gerardo Camps o otros alcaldes, como el de Castellón, Alberto Fabra. Pero ese debate, hoy por hoy, sólo forma parte de la especulación.

El 'caso Gürtel' pasa factura al PP

MADRID.- Si había un solo dato tranquilizador para el Partido Popular sobre el caso Gürtel era que parecía no tener consecuencias electorales. Hasta hoy. El sondeo flash de Metroscopia realizado el pasado jueves, sólo 48 horas después de la grave crisis de autoridad que desató la resistencia de Ricardo Costa a dimitir como secretario general del PP valenciano, refleja un deterioro de la confianza en Mariano Rajoy y una erosión de sus posibilidades electorales.

El PP ha tardado cinco años en sacarle tres puntos de ventaja al PSOE en intención de voto. En las últimas dos semanas ha perdido más de uno, según pone de manifiesto 'El País'.

A pesar de reiterados intentos del PP por minimizar el caso y que el PSOE apenas lo ha utilizado políticamente, el 78% de los españoles considera que el caso Gürtel, una trama de corrupción que se nutría de Administraciones gobernadas por el PP en el ámbito nacional, autonómico y local, es un asunto más que grave.

El PP sigue por delante en intención de voto, pero los acontecimientos del mes de octubre han invertido la tendencia. El PSOE ya no baja, sino que sube (del 38% al 39% de estimación de voto en las últimas dos semanas). El PP deja de subir. Su estimación de voto está estancada desde el mes de julio (registró un 41,8%) y empieza a bajar ligeramente (41,3% esta semana). Estos datos deben ser tenidos en cuenta como tendencia, ya que no hay ninguna convocatoria electoral y, por tanto, no hay movilización electoral.

El pasado 28 de septiembre, el juez Antonio Pedreira levantó el secreto de 17.000 folios del sumario del caso Gürtel que instruye en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Una semana después, la información estaba en todos los medios de comunicación.

En estos 15 días los ciudadanos han podido conocer conversaciones bochornosas de la cúpula del PP valenciano con los empresarios corruptos, los detalles de más de 300 contratos de la Comunidad de Madrid con la trama, algunos de 2009, y la asombrosa cantidad de dinero que movían por medio mundo unos tipos que sólo eran supuestos timadores y comisionistas que se aprovecharon del PP.

Siete de cada diez votantes del PP aseguran en el sondeo que se trata de un asunto, como poco, grave, y el 72% cree que está afectando a las posibilidades de Rajoy de llegar a La Moncloa. Sólo un 21% de votantes populares le quita importancia al caso. Se ha invertido además la percepción general sobre los resultados electorales. Hace dos semanas el 54% pensaba que el PP ganaría las elecciones. Ahora es el 45%. El desánimo llega a los votantes del PP y un 20% de ellos dice que volverá a ganar el PSOE.

Quizá sean los acontecimientos de la Comunidad Valenciana los que han quebrado la confianza en el PP. Las estrechas relaciones entre la cúpula del PP valenciano y la trama se han hecho más obvias si cabe con la publicación de algunas conversaciones. Los hechos le han costado a Ricardo Costa su cargo como secretario regional del PP y como portavoz parlamentario. Sin embargo, su destitución no fue fácil.

El martes, Costa desafió a Camps en televisión, éste engañó a Rajoy pactando una dimisión en falso. Finalmente, el miércoles, lo que debía ser un sacrificio personal de Costa para frenar el escándalo se convirtió en un violento golpe de autoridad desde Madrid que ha traumatizado al PP valenciano y ha debilitado la imagen pública de Francisco Camps. El sondeo fue realizado dos días después de estos hechos.

El sondeo refleja descontento con Camps y con Rajoy. Respecto al presidente valenciano, nada menos que un 42% de los votantes del PP pide elecciones anticipadas en la Comunidad Valenciana (también el 57% de los socialistas, que no ganan allí desde hace 13 años) y cuatro de cada diez opinan que el presidente Camps debería dimitir.

Lo que los ciudadanos parecen no perdonar a Camps es haber mentido. El presidente valenciano ha faltado a la verdad varias veces desde que se le relacionó con Álvaro Pérez, El Bigotes. La encuesta recuerda concretamente la ocasión en que dijo que él se pagaba sus trajes. Hasta el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, que archivó la causa por cohecho en relación a estos hechos, reconoció que los regalos sospechosos se produjeron.

La mitad (48%) de los votantes del PP no le cree ahora cuando dice que su Gobierno no favoreció a la trama corrupta (son más que el 44% que cree sus palabras). El porcentaje total de los que creen que mintió es del 68%.

En cuanto a Rajoy, el 62% de encuestados es crítico con la gestión del líder del PP. Cuatro de cada diez (38%) de sus propios votantes están insatisfechos con su actuación. El 50% del público del PP, además, cree que Rajoy no posee la autoridad suficiente para solucionar esta crisis. Ese porcentaje sube hasta el 63% en el total de encuestados. El desafío de Costa a su autoridad no es el primero que se encuentra Rajoy. Ya el alcalde de Boadilla, imputado por el caso, hizo caso omiso en febrero cuando Rajoy le ordenó que dimitiera.

El envés de Camps es Esperanza Aguirre, la presidenta de la Comunidad de Madrid, que ha afrontado el caso de manera opuesta. Aunque se ha demostrado que parte de su Gobierno hacía adjudicaciones a la trama, ha forzado destituciones y hasta la salida del Grupo Popular de la Asamblea de tres diputados autonómicos imputados.

Para la amplia mayoría de españoles en general (70%) y de votantes populares en particular (67%) Mariano Rajoy debería expulsar del partido al ex tesorero y senador del PP, Luis Bárcenas, tal y como ha hecho Esperanza Aguirre con aquellos diputados regionales implicados en la trama.

Rajoy asegura que es "totalmente falso" que se esté preparando un plan de transición para sustituir a Camps

GRAZALEMA.- El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha asegurado esta mañana que es "totalmente falso y un invento" que el partido esté preparando un plan de transición para sustituir al presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps.

Asimismo, en relación con la encuesta publicada hoy por 'El País', ha manifestado que "si los resultados de las encuestas se cumplieran" sería él el próximo presidente del Gobierno.

En rueda de prensa celebrada en Grazalema (Cádiz), Rajoy ha hecho referencia a la encuesta en relación con la posibilidad de un adelanto en las elecciones autonómicas en Valencia, afirmando que la encuesta, que indica que un 50% de gente quiere un adelanto en las elecciones, "dice que Camps ganaría las elecciones".

No obstante, ha señalado que no le corresponde a él decidir cuándo hay elecciones, ya que "es potestad los presidentes autonómicos". Asimismo, ha afirmado que "salvo circunstancia de pérdida de mayoría", los ciudadanos eligen a los gobiernos para cuatro años.

El presiente del PP ha calificado de "evidente" que el caso Gürtel "no ayuda", pero ha manifestado que "el PP ha sabido dar respuesta y todas las personas que han tenido algún tipo de imputación ya no asumen las responsabilidades que asumían en su momento, cosa que no ha ocurrido con el PSOE, ni con el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, ni con el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que todavía no ha dado una respuesta del caso Faisán".

En este sentido, ha añadido que "todavía no sabemos cuál es la razón por la que desde el aparato del Estado se da un chivatazo a un etarra para evitar que fuera detenido y nadie ha asumido ninguna responsabilidad y además se está intentando ocultar esto a los españoles".

Asimismo, Rajoy ha manifestado que "el PP ha tomado todas las medidas que ha tenido que tomar y otros no han tomado ninguna".