lunes, 4 de abril de 2011

Luna dice que Rajoy "no puede dejar caer a Camps" porque dinero de la trama "ha ido a actividades del PP"


VALENCIA.- El portavoz del grupo socialista en las Corts, Ángel Luna, ha asegurado este lunes que el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, "no puede dejar caer" al jefe del Consell, Francisco Camps, porque, según Luna, hay una parte del beneficio de los contratos con la trama Gürte que "ha ido a parar a actividades electorales del PP". 

   El dirigente del PSPV se ha expresado en estos términos en un comunicado después de que Rajoy haya asegurado que mantendrá a Francisco Camps como candidato del PP a la presidencia de la Generalita en las elecciones del 22 de mayo aunque se abra juicio oral contra él por el llamado caso de los trajes presuntamente regalados por la trama Gürtel.
   Al respecto, Luna ha señalado que Rajoy "sabe perfectamente que el problema del presidente de la Generalitat no se limita a tres trajes". Asimismo, ha afirmado que Rajoy sabe que "el problema asciende a multitud de contratos irregulares pagados con dinero público de los valencianos por la cúpula del Consell de la Generalitat presidido por Camps".
   "También sabe Rajoy que el beneficio de esos contratos no solamente está en los bolsillos de los jefes de la trama Gürtel, sino que este dinero también ha ido a parar a actividades electorales del PP", ha resaltado.
   Por tanto, según Luna, "seguramente la campaña electoral de Rajoy de 2008 también se pagó con ese dinero, y no es descabellado pensar que el Congreso de Valencia en el que fue elegido presidente del PP, también tuvo participación de los beneficios que obtiene la trama Gürtel".
   El portavoz socialista ha concluido que para Rajoy, Francisco Camps "es su principal hipoteca política para llegar a la Moncloa y, por eso, no puede dejar de mostrarle su apoyo ni le dejará caer en ningún momento".

Compromís dice que la confirmación de Camps por Rajoy evidencia que el PP "tiene interiorizada la corrupción"

VALENCIA.- La candidata de Compromís, Mónica Oltra, ha destacado que la confirmación de Francisco Camps como candidato del PP a la presidencia de la Generalitat por parte del presidente nacional de la formación política, Mariano Rajoy, evidencia "hasta qué punto tienen interiorizada la corrupción en el PP".

   Oltra, en un comunicado, ha calificado de "indecentes" las declaraciones de Rajoy, afirmando que mantendrá a Camps como candidato del PP a la presidencia de la Generalitat en las elecciones del 22 de mayo aunque se abra juicio oral contra él por el llamado caso de los trajes presuntamente regalados por la trama Gürtel.
   La dirigente de Compromís ha recordado a Rajoy que van a juzgar al presidente de su partido en la Comunitat Valenciana "por estar implicado en la trama Gürtel, uno de los casos de corrupción política más graves de la historia de nuestra democracia".
   "Esta postura de connivencia de Mariano Rajoy con un dirigente de su partido implicado en una trama que ha robado millones de euros del erario público evidencia que la línea de actuación oficial del PP con sus cargos corruptos es el encubrimiento", ha denunciado Oltra.
   A su juicio, "esta falta de asunción de responsabilidades pone de relieve hasta qué punto tienen interiorizada en esa formación política la corrupción" y, además, "explica por qué el PP tiene tantas causas judiciales abiertas por corrupción en la Comunitat".
   "Viendo la complicidad de Mariano Rajoy con los corruptos solo queda apelar a los militantes honrados del Partido Popular para que se rebelen contra esta situación que está erosionando la imagen de las instituciones", ha manifestado Oltra.
   Finalmente, ha destacado que la sociedad "no se puede permitir unos gobernantes corruptos" porque, según ha advertido, de esta forma, "los ciudadanos acaban alejándose de sus representantes", lo que tiene "fatales consecuencias para el sistema democrático".

Grisolía cree que "ya es hora" de dar un lugar "adecuado" al promotor del hotel de Jesuitas

VALENCIA.- El presidente del Consell Valencià de Cultura (CVC), Santiago Grisolía, ha considerado este lunes que "ya es hora" de que el Ayuntamiento de Valencia dé un "sitio adecuado" al promotor Antoni Mestre, impulsor del hotel en el solar de Jesuitas.

   Grisolía ha realizado estas declaraciones tras la presentación del libro 'Eduardo Boscá Casanoves (1843-1924), un darwinista valenciano', al ser preguntado por las negociaciones entre Mestre y el consistorio para ceder el suelo ubicado en el entorno del Jardín Botánico por otro terreno en la capital, después de que el Tribunal Supremo rechazara este jueves un recurso interpuesto por la plataforma Salvem el Botànic y ratificara la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana que permite 11 alturas para la edificación del hotel en el solar de Jesuitas.
   El colectivo vecinal había recurrido el fallo del TSJCV que permitía a Antoni Mestre, propietario de Expo Grupo S.A., edificar un hotel de 11 alturas en lugar de las cinco establecidas por la Generalitat tras la declaración del Jardín Botánico como Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 2006.
   En opinión de Grisolía, "ese pobre señor lleva mucho tiempo", cerca de 12 años, "luchando que si sí que si no, que si una altura u otra" y "algo tienen que hacer de una forma o de otra", por lo que ha instado al instado al Ayuntamiento a darle "un sitio adecuado y que se pongan de acuerdo, que ya es hora", ha sentenciado.  
   En cuanto a la apertura de juicio oral contra el edil de Urbanismo del Ayuntamiento de Valencia, Jorge Bellver, y cuatro funcionarios municipales por un presunto delito de prevaricación en relación con la autorización para la construcción de un aparcamiento junto al Jardín de Monforte, Grisolía ha lamentado que se "maltrate" al concejal.
   "No me parece bien que a este pobre señor lo maltraten, yo creo que no lo merece", ha insistido.
   Asimismo, ha aprovechado para recordar el informe que el propio CVC elaboró sobre este entorno y ha reiterado que sería "mucho más lógico" abrir parte del muro para poner unas verjas de modo que "se pudiese ver el jardín" por más gente.

El desempleo sigue disparado en nuestra región, hasta superar el medio millón de personas

VALENCIA.- El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) se situó al finalizar marzo en 532.315 personas en la Comunitat Valenciana, tras subir en 5.875 desempleados, con un aumento porcentual del 1,12 por ciento respecto al mes de febrero, según ha informado este lunes el Ministerio de Trabajo e Inmigración.

   De este modo, la valenciana es la cuarta autonomía donde más sube el paro por detrás de Cataluña (8.658), Andalucía (6.918), País Vasco (6.095). Mientras, en España, el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) se situó al finalizar marzo en 4,33 millones de personas, tras subir en 34.406 desempleados, con un aumento porcentual del 0,8% respecto al mes de febrero, informó este lunes el Ministerio de Trabajo e Inmigración.
   En concreto, el volumen total de parados alcanzó en marzo la cifra de 4.333.669 desempleados, su nivel más alto en toda la serie histórica comparable, que arranca en 1996, y el más elevado, por tanto, de los tres años de crisis que arrastra ya España.
   Así, en la Comunitat Valenciana de los 532.315 parados 271.311 son hombres y 261.004 mujeres. Por edades, 58.563 son menores de 25 años,  32.844 hombres y 25.719 mujeres.
  Por sectores, en el que paro experimentó un mayor aumento fue en Servicios, con 2.670 nuevos desempleados, seguida de Agricultura con 1.037, Construcción, con 961, e Industria 333. Por su parte, en el Colectivo de Sin Empleo Anterior aumentó 874 personas.
   Por su parte, el paro entre los extranjeros en la Comunitat Valenciana se situó en 90.927 personas, de las que 5.820 eran de Agricultura, 7.287 en Industria, 21.335 en Construcción, 46.936 en Servicios y 9.549 en Sin Empleo Anterior.
   Por otro lado, en la Comunitat Valenciana se efectuaron 104.610 contratos, un 16,55 más. De estos contratos, 10.495 eran indefinidos y 94.115 temporales.
La Seguridad Social ha perdido, por otra parte, 1.191 cotizantes en la Comunitat Valenciana en marzo en relación al mes anterior, hasta un total de 1.675.465 cotizantes, un 0,07 por ciento menos a nivel intermensual y un 1,75 por ciento a nivel interanual, según informó el Ministerio de Trabajo
   Por regímenes, el General ha registrado 1.250.894 cotizantes, en el Autónomo 325.427, en el Agrario un total de 69.605, en el régimen del Mar un total de 5.273, y en el del Hogar un total de 24.265 cotizantes.

El Gobierno señala que las prospecciones petrolíferas son un "aliciente" para la economía y garantizan la seguridad de suministro

MADRID.- El Gobierno destaca que los permisos de investigación en hidrocarburos autorizados en las costas valencianas son, desde un punto de vista regional, un "aliciente" para la actividad económica "de forma compatible y complementaria con el resto de actividades de la zona", mientras que, desde la perspectiva nacional, "tienen un interés evidente de cara a nuestra seguridad de suministro". 
 
   El Ejecutivo responde así a una pregunta formulada por el diputado socialista José Luis Ábalos sobre las razones que han llevado al Gobierno a conceder los permisos de investigación de hidrocarburos en la costa de Valencia.
   En su respuesta, publicada este lunes en el Boletín Oficial de las Cortes Generales, la administración presidida por José Luis Rodríguez Zapatero explica que  España depende en más del 99,75 por ciento de las importaciones de gas y petróleo del exterior lo que "nos hace vulnerables frente a interrupciones de suministro" que, por otra parte, "se concentra en áreas geopolíticamente inestables".
   Al respecto, señala que estos hidrocarburos que deben adquirirse en el extranjero "suponen una enorme pérdida de recursos que, de otra manera, podrían destinarse a crear riqueza, actividad y empleo en España".
   En este sentido, el Gobierno explica que en 2009, la balanza energética alcanzó un déficit de casi 27.000 millones de euros, es decir, el 53 por ciento del déficit de la balanza comercial española. Pero, además, añade que la propia "volatilidad" de precios pone a España "en una situación difícil por su impacto demoledor sobre el IPC y sobre los tipos de interés como resultado".
   Así, resalta que la actividad de exploración y producción de hidrocarburos "presenta un interés estratégico evidente, siempre que se exija el máximo nivel de seguridad técnico y ambiental y que las solicitudes de las empresas cumplan con todos los requisitos exigibles, como es este caso".
   Por otra parte, comenta que el Golfo de Valencia, desde un punto de vista geológico, "tiene un gran interés exploratorio por su alto potencial para albergar hidrocarburos, lo que motivó la solicitud de la empresa de los permisos otorgados".
   El Ejecutivo explica que la exploración para hidrocarburos en aguas españolas comenzó en el Golfo de Valencia, en el año 1968, con la adquisición de datos de sísmica marina por la compañía Shell. La investigación condujo al descubrimiento del campo petrolífero de Amposta en el año 1970. 
Por tanto, destaca que "no es una actividad nueva en la región", sino que los trabajos "han sido intensos desde entonces, con la perforación de más de 32 sondeos y la adquisición de 23.000 kilómetros de líneas sísmicas".
   El Gobierno destaca que los permisos de investigación de hidrocarburos establecen el marco genérico de la investigación otorgando exclusividad al titular para investigar a cambio de unas inversiones y trabajos mínimos.
   "En ningún caso deben entenderse como una autorización automática trabajos de prospección sino que cada trabajo específico, por ejemplo, sondeos o campañas sísmicas, debe ser autorizado con carácter previo por la Dirección General de Política Energética y Minas", ha manifestado.
    Estas solicitudes de autorización de trabajos, además del "estricto análisis" desde un punto de vista técnico y de seguridad, son sometidas al procedimiento establecido en el texto refundido de la Ley de Evaluación Ambiental de proyectos, indica el Ejecutivo, quien apunta que en este procedimiento se consulta a todas las administraciones, asociaciones, grupos ecologistas relevantes y, además, se somete a información pública.
   Finalmente, explica, en la autorización se establece una batería de medidas de protección y de seguridad, así como todas aquellas prohibiciones que sean necesarias para evitar la afección a zonas sensibles o al turismo, pesca y demás actividades importantes en la zona.
   Del mismo modo, señala que los permisos implicarán unas inversiones "muy elevadas" en un sector de alta tecnología "con mucho potencial para generar trabajo y riqueza de una forma sostenible y compatible con el medio ambiente, así como con el resto de actividades de la zona, especialmente el turismo y la pesca".
   En este sentido, esta actividad "puede contribuir a diversificar la actividad económica de la zona y a crear empleo en nuevas áreas de interés". Por todo ello, el Gobierno subraya que el otorgamiento de los permisos "responde a la labor de la administración de velar por el interés general y de ponderar la totalidad de los intereses implicados, tanto a nivel local como autonómico y nacional".

La causa de los trajes, pendiente de que el juez convoque la audiencia preliminar tras recibir los escritos

VALENCIA.- La conocida como 'causa de los trajes' en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) está pendiente de que el magistrado instructor, José Flors, convoque la audiencia preliminar tras recibir todos los escritos de conclusiones provisionales, tal y como establece la Ley del Jurado, según han informado fuentes del tribunal valenciano.

   De acuerdo con el artículo 30 de esta normativa, el magistrado señalará "el día más próximo posible" para la audiencia de las partes, en la que se tratará la procedencia de la apertura de juicio oral. Esta audiencia podrá ser renunciada por la defensa de los acusados, en cuyo caso el magistrado decretará "sin más" la apertura de juicio.
   Respecto a la celebración de la audiencia, el artículo 31 de la misma ley indica que se comenzará por la práctica de las diligencias propuestas por las partes. El juez denegará todas aquellas que no sean imprescindibles para la adecuada decisión sobre la procedencia de la apertura de juicio oral.
   Terminada la práctica de las diligencias admitidas, se oirá a las partes sobre la apertura de juicio y, en su caso, sobre la competencia del Tribunal del Jurado para el enjuiciamiento. Las acusaciones podrán modificar los términos de su petición de apertura de la vista, pero no se admitirán nuevos elementos que alteren el hecho justiciable o la persona acusada, según señala la ley.
   El ex secretario general del PPCV y diputado en las Corts, Ricardo Costa, ha sido el último en presentar su escrito de conclusión. Previamente lo hicieron el presidente de la Generalitat, Francisco Camps; el ex vicepresidente del Consell, Víctor Campos; y el ex jefe de gabinete de la Conselleria de Turisme y responsable de Protocolo de la Diputación de Valencia, Rafael Betoret. Todos ellos están acusados de un delito de cohecho impropio, ya que supuestamente recibieron trajes como regalo de la empresa Orange Market, vinculada a la 'trama Gürtel'.
   Los primeros en presentar sus escritos fueron Fiscalía Anticorrupción y el PSPV --como acusación popular--. El ministerio público pide 41.250 euros de multa para Camps, el mismo importe que solicita para Costa y para Betoret, mientras que reclama 35.000 para Víctor Campos.
   El PSPV solicita en su escrito hasta un total de tres años de prisión y ocho de inhabilitación para el presidente de la Generalitat valenciana. También contempla tres escenarios alternativos para los cuatro imputados, que incluyen multa o inhabilitación especial.
   Por último, Camps pide en su escrito el sobreseimiento y archivo de las actuaciones. Asimismo, niega la recepción de "ningún regalo" y asegura que las compras fueron pagadas "en metálico". Por otra parte, su letrado afirma que Camps y el responsable de Orange Market, Álvaro Pérez, "se conocían desde 2002" --un extremo que afirma que Camps "nunca ha negado"--, ya que Pérez "realizó trabajos con el PP".

La Junta Electoral suspende las visitas programadas desde este lunes al aeropuerto de Castellón

CASTELLÓN.- La Junta Electoral Provincial de Castellón ha suspendido las visitas al aeropuerto de Castellón que estaban programadas desde este lunes, al considerar que suponen "difusión de los logros obtenidos por los poderes públicos".

   Esta resolución se produce después de que el representante legal del PSPV ante la Junta Electoral Provincial de Castellón, Juli Domingo, registrase este mismo lunes la petición de suspender las visitas al aeropuerto anunciadas por el presidente de la Diputación y presidente de Aerocas, Carlos Fabra, así como de prohibir el reparto de cualquier folleto informativo de las instalaciones.
   Así, la Junta Electoral Provincial ha acordado que, de conformidad con la Instrucción 2/2011 de 24 de marzo, de la Junta Electoral Central, sobre interpretación del artículo 50 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, en relación al objeto y los límites de las campañas institucionales y de los actos de inauguración realizados por los poderes públicos en periodo electoral, las actividades denunciadas suponen "difusión de los logros obtenidos por los poderes públicos".
   De esta forma, la Junta Electoral considera que procede la suspensión de las visitas guiadas anunciadas al aeropuerto de Castellón y la prohibición de reparto de cualquier folleto informativo sobre el aeropuerto. En el acta de la Junta Electoral se indica que se notifique el acuerdo al presidente de la Diputación y de Aerocas, Carlos Fabra.
   Por su parte, el director de Aerocas, la empresa promotora del aeropuerto, Juan García Salas, ha asegurado a Europa Press, que se han suspendido cautelarmente las visitas programadas a las instalaciones tras la decisión adoptada este lunes por la Junta electoral provincial.
   No obstante, ha señalado que los asesores jurídicos están estudiando si cabe recurso contra esta decisión, puesto que, según ha dicho, es la concesionaria, una empresa privada, la que explota el aeropuerto "y por tanto la que lo enseña". En todo, ha señalado que hasta la decisión de la Junta se había registrado en esta jornada pocas visitas, aunque sí que había "bastante más gente" apuntada para los próximos días, en un número que supera los 500 visitantes.
   García Salas supone que esta suspensión también significa que "tampoco pueden venir los del 'botellón'", en referencia a la fiesta rave convocada a través de una red social en las instalaciones del aeropuerto para el 24 de abril.

Luna espera "una sentencia justa" en el juicio por encubrimiento

ALICANTE.- El portavoz socialista en las Corts Valencianes, Ángel Luna, ha asegurado que este martes espera "un juicio normal y una sentencia justa" en el juicio que este martes tendrá lugar en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) por un delito de encubrimiento relacionado con un informe sobre el 'caso Gürtel' que estaba bajo secreto de sumario y que exhibió en la tribuna de oradores de la Cámara el 24 de marzo de 2010.

   Ángel Luna ha realizado estas declaraciones este lunes, preguntado por los medios, tras acudir a la cuarta Jornada Ernest Lluch en la Seu Ciutat d'Alacant de la Universidad de Alicante (UA), en la que ha participado el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui.

   "Espero un juicio normal y una sentencia justa, es lo único que espero" ha afirmado Luna a la salida del acto.

Islandia enjaula a sus banqueros

 
REYKJAVIK.- Se busca. Hombre, 48 años, 1,80 metros, 114 kilos. Calvo, ojos azules. La Interpol acompaña esa descripción de una foto en la que aparece un tipo bien afeitado embutido en uno de esos trajes oscuros de 2.000 euros y tocado con un impecable nudo de corbata. Se ve a la legua que se trata de un banquero: este no es uno de esos carteles del salvaje Oeste. La delincuencia ha cambiado mucho con la globalización financiera. Y sin embargo, esta historia tiene ribetes de western de Sam Peckinpah ambientado en el Ártico. 

Esto es Islandia, el lugar donde los bancos quiebran y sus directivos pueden ir a la cárcel sin que el cielo se desplome sobre nuestras cabezas; la isla donde apenas medio millar de personas armadas con peligrosas cacerolas pueden derrocar un Gobierno. Esto es Islandia, el pedazo de hielo y roca volcánica que un día fue el país más feliz del mundo (así, como suena) y donde ahora los taxistas lanzan las mismas miradas furibundas que en todas partes cuando se les pregunta si están más cabreados con los banqueros o con los políticos. En fin, Esto es Islandia: paraíso sobrenatural, reza el cartel que se divisa desde el avión, antes incluso de desembarcar, publica 'El País'.

El tipo de la foto se llama Sigurdur Einarsson. Era el presidente ejecutivo de uno de los grandes bancos de Islandia y el más temerario de todos ellos, Kaupthing (literalmente, "la plaza del mercado"; los islandeses tienen un extraño sentido del humor, además de una lengua milenaria e impenetrable). Einarsson ya no está en la lista de la Interpol. Fue detenido hace unos días en su mansión de Londres. Y es uno de los protagonistas del libro más leído de Islandia: nueve volúmenes y 2.400 páginas para una especie de saga delirante sobre los desmanes que puede llegar a perpetrar la industria financiera cuando está totalmente fuera de control.

Nueve volúmenes: prácticamente unos episodios nacionales en los que se demuestra que nada de eso fue un accidente. Islandia fue saqueada por no más de 20 o 30 personas. Una docena de banqueros, unos pocos empresarios y un puñado de políticos formaron un grupo salvaje que llevó al país entero a la ruina: 10 de los 63 parlamentarios islandeses, incluidos los dos líderes del partido que ha gobernado casi ininterrumpidamente desde 1944, tenían concedidos préstamos personales por un valor de casi 10 millones de euros por cabeza. 

Está por demostrar que eso sea delito (aunque parece que parte de ese dinero servía para comprar acciones de los propios bancos: para hinchar las cotizaciones), pero al menos es un escándalo mayúsculo.

Islandia es una excepción, una singularidad; una rareza. Y no solo por dejar quebrar sus bancos y perseguir a sus banqueros. La isla es un paisaje lunar con apenas 320.000 habitantes a medio camino entre Europa, EE UU y el círculo polar, con un clima y una geografía extremos, con una de las tradiciones democráticas más antiguas de Europa y, fin de los tópicos, con una gente de indomable carácter y una forma de ser y hacer de lo más peculiar. 

Un lugar donde uno de esos taxistas furibundos, tras dejar atrás la capital, Reikiavik, se adentra en una lengua de tierra rodeada de agua y deja al periodista al pie de la distinguida residencia presidencial, con el mismísimo presidente esperando en el quicio de la puerta: cualquiera puede acercarse sin problemas, no hay medidas de seguridad ni un solo policía. 

Solo el detalle exótico de una enorme piel de oso polar en lo alto de una escalera saca del pasmo a quien en su primera entrevista con un presidente de un país se topa con un mandatario, Ólagur Grímsson, que considera "una locura" que sus conciudadanos "tengan que pagar la factura de su banca sin que se les consulte".

Y del presidente al ciudadano de a pie: de la anécdota a la categoría. Arnar Arinbjarnarsson es capaz de resumir el apocalipsis de Islandia con estupefaciente impavidez, frente a un humeante capuchino en el céntrico Café París, a dos pasos del Althing, el Parlamento. Arnar tiene 33 años y estudió ingeniería en la universidad, pero, al acabar, ni siquiera se le pasó por la cabeza diseñar puentes: uno de los bancos le contrató, pese a carecer de formación financiera. "La banca estaba experimentando un crecimiento explosivo, y para un ingeniero es relativamente sencillo aprender matemática financiera, sobre todo si el sueldo es estratosférico", alega.

Islandia venía de ser el país más pobre de Europa a principios del siglo XX. En los años ochenta, el Gobierno privatizó la pesca: la dividió en cuotas e hizo millonarios a unos cuantos pescadores. A partir de ahí, bajo el influjo de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, el país se convirtió en la quintaesencia del modelo liberal, con una política económica de bajos impuestos, privatizaciones, desregulaciones y demás: la sombra de Milton Friedman, que viajó durante esa época a Reikiavik, es alargada. Aquello funcionó. La renta per cápita se situó entre las más altas del mundo, el paro se estabilizó en el 1% y el país invirtió en energía verde, plantas de aluminio y tecnología.

El culmen llegó con el nuevo siglo: el Estado privatizó la banca y los banqueros iniciaron una carrera desaforada por la expansión dentro y fuera del país, ayudados por las manos libres que les dejaba la falta de regulación y por unos tipos de interés en torno al 15% que atraían los ahorros de los dentistas austriacos, los jubilados alemanes y los comerciantes holandeses. 

Una economía sana, asentada sobre sólidas bases, se convirtió en una mesa de black jack. Ni siquiera faltó una campaña nacionalista a favor de la supremacía racial de la casta empresarial, lo que tal vez demuestra lo peligroso que es meter en la cabeza de la gente ese tipo de memeces, ya sea "las casas nunca bajan de precio" o "los islandeses controlan mejor el riesgo por su pasado vikingo".

La fiesta se desbocó: los activos de los bancos llegaron a multiplicar por 12 el PIB. Solo Irlanda, otro ejemplo de modelo liberal, se acerca a esas cifras. Hasta que de la noche a la mañana -con el colapso de Lehman Brothers y el petardazo financiero mundial- todo se desmoronó, en lo que ha sido "el shock más brutal y fulminante de la crisis internacional", asegura Jon Danielsson, de la London School of Economics.

Pero volvamos a Arnar y su relato: "La banca empezó a derrochar dinero en juergas con champán y estrellas del rock; se compró o ayudó a comprar medio Oxford Street, varios clubes de fútbol de la liga inglesa, bancos en Dinamarca, empresas en toda Escandinavia: todo lo que estuviera en venta, y todo a crédito". Los ejecutivos se concedían créditos millonarios a sí mismos, a sus familiares, a sus amigos y a los políticos cercanos, a menudo, sin garantías. La Bolsa multiplicó su valor por nueve entre 2003 y 2007. Los precios de los pisos se triplicaron.

"Los bancos levantaron un obsceno castillo de naipes que se lo llevó todo por delante", cuenta Arnar, que conserva su empleo, pero con la mitad de sueldo. Acaba de comprarse un barco a medias con su padre con la intención de cambiar de vida: quiere dedicarse a la pesca.

La fábula de una isla de pescadores que se convirtió en un país de banqueros tiene moraleja: "Tal vez sea hora de volver al comienzo", reflexiona el ingeniero. "Tal vez todo ese dinero y ese talento que absorbe la banca cuando crece demasiado no solo se convierte en un foco de inestabilidad, sino que detrae recursos de otros sectores y puede llegar a ser nocivo, al impedir que una economía desarrolle todo su potencial", dice el presidente Grímsson.

La magnitud de la catástrofe fue espectacular. La inflación se desbocó, la corona se desplomó, el paro creció a toda velocidad, el PIB ha caído el 15%, los bancos perdieron unos 100.000 millones de dólares (pasará mucho tiempo antes de que haya cifras definitivas) y los islandeses siguieron siendo ricos, más o menos: la mita de ricos que antes. ¿De quién fue la culpa? De los bancos y los banqueros, por supuesto. De sus excesos, de aquella barra libre de crédito, de su desmesurada codicia. Los bancos son el monstruo, la culpa es de ellos y, en todo caso, de los políticos, que les permitieron todo eso. OK. No hay duda. ¿Solamente de los bancos?

"El país entero se vio atrapado en una burbuja. La banca experimentó un desarrollo repentino, algo que ahora vemos como algo estúpido e irresponsable. Pero la gente hizo algo parecido. Las reglas normales de las finanzas quedaron suspendidas y entramos en la era del todo vale: dos casas, tres casas por familia, un Range Rover, una moto de nieve. Los salarios subían, la riqueza parecía salir de la nada, las tarjetas de crédito echaban humo", explica Ásgeir Jonsson, ex economista jefe de Kaupthing. 

El también economista Magnus Skulasson asume que esa locura colectiva llevó a un país entero a parecer dominado por los valores de Wall Street, de la banca de inversión más especulativa. "Los islandeses hemos contribuido decisivamente a que pasara lo que pasó, por permitir que el Gobierno y la banca hicieran lo que hicieron, pero también participamos de esa combinación de codicia y estupidez. Los bancos merecen sentarse en el banquillo y nosotros nos merecemos una parte del castigo: pero solo una parte", afirma en el restaurante de un céntrico hotel.

Una cosa salva a los islandeses, de alguna manera les redime de parte de esos pecados. En su incisivo ¡Indignaos!, Stephane Hessel describe cómo en Europa y EE UU los financieros, culpables indiscutibles de la crisis, han salvado el bache y prosiguen su vida como siempre: han vuelto los beneficios, los bonus, esas cosas. En cambio, sus víctimas no han recuperado el nivel de ingresos, ni mucho menos el empleo. "El poder del dinero nunca había sido tan grande, insolente, egoísta con todos", acusa, y, sin embargo, "los banqueros apenas han soportado las consecuencias de sus desafueros", añade en el prólogo del libro el escritor José Luis Sampedro.

Así es: salvo tal vez en el Ártico. Islandia ha hecho un valiente intento de pedir responsabilidades. "Dejar quebrar los bancos y decirles a los acreedores que no van a cobrar todo lo que se les debe ha ayudado a mitigar algunas de las consecuencias de las locuras de sus banqueros", asegura por teléfono desde Tejas el economista James K. Galbraith.

Contada así, la versión islandesa de la crisis tiene un toque romántico. Pero la economía es siempre más prosaica de lo que parece. Hay quien relata una historia distinta: "Simplemente, no había dinero para rescatar a los bancos: de lo contrario, el Estado los habría salvado: ¡Llegamos a pedírselo a Rusia!", critica el politólogo Eirikur Bergmann. "Fue un accidente: no queríamos, pero tuvimos que dejarlos quebrar y ahora los políticos tratan de vender esa leyenda de que Islandia ha dado otra respuesta".

Sea como sea, la crisis ha dejado una cicatriz enorme que sigue bien visible: hay controles de capitales, un delicioso eufemismo de lo que en el hemisferio Sur (y más concretamente en Argentina) suele llamarse corralito. El paro sigue por encima del 8%, tasas desconocidas por estos lares. El desplome de la corona ha empobrecido a todo el país, excepto a las empresas exportadoras.

Cuatro de cada diez hogares se endeudaron en divisas o con créditos vinculados a la inflación (parece que, por lo general, para comprar segundas residencias y coches de lujo), lo que ha dejado un agujero considerable en el bolsillo de la gente. Tras dejar quebrar el sistema bancario, el Estado lo nacionalizó y acabó inyectando montones de dinero -el equivalente a una cuarta parte del PIB- para que la banca no dejara de funcionar, y ahora empieza a reprivatizarlo: la vida, de algún modo, sigue igual.

Todo eso ha elevado la deuda pública por encima del 100% del PIB, y para controlar el déficit tampoco los islandeses se han librado de la oleada de austeridad que recorre Europa desde el Estrecho de Gibraltar hasta la costa de Groenlandia: más impuestos y menos gasto público. Al cabo, Islandia tuvo que pedir un rescate al FMI, y el Fondo ha aplicado las recetas habituales: se han elevado el IRPF y el IVA islandeses y se han creado nuevos impuestos, y por el lado del gasto se han bajado salarios y beneficios sociales y se están cerrando escuelas; se ha reducido el Estado del bienestar. Que es lo que suele suceder cuando de repente un país es menos rico de lo que creía.

"Hemos recorrido una década hacia atrás", cierra Bergman. Y aun así, el Gobierno y el FMI aseguran que Islandia crecerá este año un 3%: el desplome de la corona ha permitido un despegue de las exportaciones, hay sectores punteros -como el aluminio- que están teniendo una crisis muy provechosa, y, al fin y al cabo, Islandia es un país joven con un nivel educativo sobresaliente. Entre la docena de fuentes consultadas para este reportaje, sin embargo, no abunda el optimismo.

Uno de los economistas más brillantes de Islandia, Gylfi Zoega, dibuja un panorama preocupante: "Los bancos aún no son operativos, los balances de las empresas están dañados, el acceso al mercado de capitales está cerrado, el Gobierno muestra una debilidad alarmante. No hay consenso sobre qué lugar deben ocupar Islandia y su economía en el mundo. Vamos a la deriva... No se engañe: ni siquiera el colapso de los bancos fue una elección; no había alternativa. Islandia no puede ser un modelo de nada".

Hay quien duda incluso de que los banqueros den finalmente con sus huesos en la cárcel: "Los ejecutivos han sido detenidos varias veces, y después, puestos en libertad: como tantas otras veces, eso es más un jugueteo con la opinión pública que otra cosa", asegura Jon Danielsson. Hannes Guissurasson, asesor del anterior Gobierno y conocido por su férrea defensa de postulados neoliberales, incluso traza una fina línea entre el delito y algunas de las prácticas bancarias de los últimos años. "Muy pocos banqueros van a ir a la prisión, si es que va alguno: ¿qué ley vulnera la excesiva toma de riesgos?", se pregunta.

Pero los mitos son los mitos (y un periodista debe defender su reportaje hasta el último párrafo) e Islandia deja varias lecciones fundamentales. Una: no está claro si dejar caer un banco es un acto reaccionario o libertario, pero el coste, al menos para Islandia, es sorprendentemente bajo; el PIB de Irlanda (cuyo Gobierno garantizó toda la deuda bancaria) ha caído lo mismo y sus perspectivas de recuperación son peores. Dos: tener moneda propia no es un mal negocio. En caso de apuro se devalúa y santas Pascuas; eso permite salir de la crisis con exportaciones, algo que ni Grecia ni Irlanda (ni España) pueden hacer.

La última y definitiva enseñanza viene de la mano del grupo salvaje, a quien nadie vio venir: ni las agencias de calificación ni los auditores anticiparon los problemas (aunque lo que no descubre una buena auditoría lo destapa una buena crisis: Pricewaterhousecoopers está acusada de negligencia). Pero los problemas estaban ahí: la prueba es que la inmensa mayoría de los ejecutivos de banca están de patitas en la calle y algunos esperan juicio. 

Nuestro Sigurdur Einarsson, el banquero más buscado, se compró una mansión en Chelsea, uno de los barrios más exclusivos de Londres, por 12 millones de euros. La mayoría de los banqueros que tienen problemas con la justicia hicieron lo mismo durante los años del boom, y menos mal que lo hicieron: la gente les abucheaba en el teatro, les tiraba bolas de nieve en plena calle, les lanzaba piropos en los restaurantes o les dejaba ocurrentes pintadas en sus domicilios. Salieron pitando de Islandia.

El caso es que Einarsson no tuvo que marcharse: vivía en su estupenda mansión londinense desde 2005. La hipoteca no era problema: Einarsson decidió alquilársela al banco mientras vivía en la casa; al fin y al cabo, un presidente es un presidente, y ese es el tipo de demostraciones de talento financiero que solo traen sorpresas en el improbable caso de que la justicia se meta por medio. Islandia parece el lugar adecuado para que sucedan cosas improbables: según las estadísticas, más de la mitad de los islandeses cree en los elfos. En el avión de vuelta se entiende mejor la publicidad del aeropuerto, sobre todo porque las fuentes consultadas descartan que, si finalmente hay condena a los banqueros, el Gobierno islandés vaya a conceder un solo indulto. Esto es Islandia: paraíso sobrenatural. ¡Vaya si lo es!

El 'caso Icesave' (y otras rarezas)

El tiburón putrefacto es uno de los platos típicos de Islandia, que tiene una noche inacabable (no solo por las horas de oscuridad), una de las pocas primeras ministras del mundo (Johana Sigurdardottir, abiertamente lesbiana) y un museo de penes (y esto no es una errata). La lista de rarezas es inacabable: es más fácil entrevistar al presidente de Islandia que al alcalde de Reikiavik, Jon Gnarr, célebre por pactar solo con quienes hayan visto las cuatro temporadas de The Wire. Con la crisis, las singularidades han alcanzado incluso al siempre aburrido sector financiero: en Londres han llegado a aplicarle métodos antiterroristas.

Landsbanki, uno de los tres grandes bancos islandeses, abrió una filial por Internet con una cuenta de ahorro a altos tipos de interés, Icesave, que hizo furor entre británicos y holandeses. Cuando las cosas empezaron a torcerse y el Gobierno británico detectó que el banco estaba repatriando capitales, le aplicó la ley antiterrorista para congelar sus fondos. Ese fue el detonante de toda la crisis: provocó la quiebra en cadena de toda la banca. Y sigue dando tremendos dolores de cabeza a Islandia.

Holanda y Reino Unido devolvieron a sus ciudadanos el 100% de los depósitos y ahora exigen ese dinero: 4.000 millones de euros, un tercio del PIB islandés, nada menos. El Gobierno llegó a un acuerdo para que los ciudadanos pagaran en 15 años y al 5,5% de interés: la gente se organizó para echarlo abajo en un referéndum, tras el veto del presidente. 

Así llegó un segundo pacto, más ventajoso (tipos del 3%, a pagar en 37 años), y de nuevo la gente decidirá en abril en referéndum si paga o no por los desmanes de sus bancos. Agni Asgeirsson, ex ejecutivo que fue despedido de Kaupthing y ahora trabaja como ingeniero en Río Tinto, es tajante al respecto: "El primer acuerdo era claramente un fraude. Este es más discutible. No queremos pagar, pero eso añadiría incertidumbre legal sobre el futuro del país. Pero lo interesante es cómo ha reaccionado la gente".

Ese es quizá el mayor atractivo de la respuesta islandesa: la parlamentaria y ex magistrada francesa Eva Joly (a quien se encargó el inicio de la investigación sobre la banca) asegura que lo más llamativo de Islandia es que en un país "que se consideraba a sí mismo un milagro neoliberal, y donde se había perdido gradualmente todo interés por la política, ahora la gente quiere tener su destino en sus propias manos".

"Eso sí: la fe en los políticos y los banqueros tardará en volver, pero que mucho, mucho, tiempo", cierra el cónsul de España, Fridrik S. Kristjánsson.
 

La crisis financiera sistémica actual / Ángel Tomás Martín *

Por ignorar la historia de las crisis
del siglo pasado sobrevino la más
grave, iniciada en el último trimestre
de 2007.


IDEAS PREVIAS

Nos encontramos ante la crisis sufrida más dura incluso que la padecida en los años 30 del siglo pasado. Era lógico que la inestabilidad creciente del sistema financiero arrastrara a la economía real.

La estrategia que ha asumido el sector financiero, ha devenido en inestabilidad y asunción de un riesgo creciente, forzado por la ambición desmedida de los mercados especulativos internacionales que arrebataron el protagonismo internacional a la “practica comercial bancaria”, lo que nos ha conducido irremediablemente a la mayor burbuja financiera conocida. La inestabilidad y la crisis generalizada han repercutido en la sociedad y en el mercado de trabajo.

Esta situación está llevando a una nueva ordenación del sistema financiero internacional, que ha de ser muy inteligente y rápido, pues nuevos errores podían no ser asumibles por la estructura de la economía globalizada actual.

Si lo países anglosajones percibieron los beneficios de una economía creciente, también han sido los responsables de la burbuja que aún nos envuelve. Ahora la nueva ordenación y su imprescindible control futuro han de nacer de ellos y secundarla el resto de los mercados.

El reconocimiento de la crisis fue tardío, y la adopción de medidas correctoras lenta y con grave perjuicio para la urgente salida de la recesión que padecemos.

Han trascurrido más de tres años desde que se declaró y la consecuente fragilidad de las instituciones siempre proporciona recesión, empujada por la existencia de activos supervalorados en las entidades financieras.

Por otro lado, a los hechos expuestos, se suman los exagerados endeudamientos externos, a los que hemos de sumar el interno de las corporaciones y empresas.

No olvidemos que en el segundo y tercer trimestre de 2008, ocho grandes instituciones americanas quebraron, y 20 bancos europeos, (en 10 países), tuvieron que ser refinanciados. Sin estas medidas no se hubieran podido evitar nuevos desequilibrios
con peores consecuencias.

BREVE HISTORIA

La primera noticia que se conoce públicamente procedió de H.M. Paulson, Secretario del Tesoro de EE.UU., quien a mediados del 2006 manifestó la inseguridad del sistema bancario empujado por el crecimiento de los “productos derivados”, los cuales eran objeto de una especulación desmedida.

Sin embargo, otros agentes agravaron en extremo la situación: las hipotecas inmobiliarias indiscriminadas llamadas “Subprime” y la alta morosidad procedente de las mismas. Fue a mediados de 2007 cuando comenzaron las primeras insolvencias bancarias, que incomprensiblemente aplicaban demasiada tesorería fuera de balance en inversiones hipotecarias.

El mercado empezó a perder la confianza depositada ante una debilidad imposible de ocultar, y es en el 2008 cuando se produce la alarmante quiebra de Lehman Brothers, cuyo principal ejecutivo Fuld llevó a cabo la peor gestión bancaria de todos los tiempos. La alarma estaba servida y los bancos centrales se ven obligados a aportar cuantiosa tesorería al sistema financiero, y en determinados casos se nacionalizaron algunas entidades en EE.UU. y Reino Unido. Esto afectó en cascada a empresas de seguros, bancos comerciales, fondos de inversión y agencias públicas de adquisición de viviendas. Desde entonces las intervenciones en el sistema financiero se vienen sucediendo, sin que hasta la fecha el sistema crediticio haya vuelto a la normalidad.

Todo lo anterior se agrava por los déficits contraídos por los Estados y corporaciones públicas, que actuaron alegremente en un medio creciente de falsa bonanza basada en la construcción.  LA DEPRESIÓN DE 1930 SE REPETÍA.

Resulta curioso que China, con su fondo soberano, reconociera la evidente crisis y no aceptó ayudar a Lehman Brothers.

Como es sabido la crisis del sector financiero se extendió rápidamente, primero en EE.UU. y luego se generalizó con rapidez insospechada. En algunos países no se vió o no se quiso ver, y la falta de reconocimiento y el retardo de las medidas correctoras presentó a una situación aún delicada.

DIAGNÓSTICO

No existen acuerdos colectivos ni una calificación o diagnóstico consensuado, y aunque en determinados Estados se va superando el riesgo gravísimo que ofreció la crisis, hay otros que permanecen sumidos en ella. Hay obsesión porque crezca la economía, alarma por el ascenso desbocado de la deuda pública, inquietud por la necesaria recapitalización del sistema financiero, y temor a una nueva crisis financiera.

Lo que resulta incuestionable es que sin empresas saneadas, innovadoras y competitivas, no se resolverá nuestra maltrecha macroeconomía, ni se reducirá la tasa de paro. Por otro lado, el esfuerzo necesario para reducir el endeudamiento familiar restringe el consumo e impide el crecimiento.

Observamos como se estimula la urgente concentración de las entidades de crédito, ya que los poderes políticos consideran que aumentar el tamaño de las mismas las consolida y las aleja de posibles quiebras. Esto en determinados casos es necesario, pero generalizar resulta altamente peligroso. Consolidar balances sanos con otros de mala situación económico-financiera es rechazable, y acumular poder en grandes grupos financieros puede ir en contra de un sistema de mercados libres y competitivos, que en la mayoría de los casos abre el acceso, no deseable, al poder político.

Ya en el 2009 Greenspan sentenció: “Si son demasiado grandes para caer es porque son demasiado grandes”. En algunos casos se dividieron entidades financieras por especialidades, que resultaron más rentables y colaboradoras al mejor desarrollo del colectivo empresarial.

Lo que si podemos afirmar es que la crisis actual es esencialmente financiera e internacional, iniciada en EE.UU. y extendida rápidamente a Europa. Su nacimiento fue consecuencia de las hipotecas de mala calidad y de la afluencia de la moneda hacia “productos estructurales especulativos engañosos en un mercado interrelacionado”. Observemos que los países emergentes casi no han sufrido nuestra crisis al no seguir nuestros criterios equivocados. En la actualidad acumulan tesorería sobrante tras la que andamos los países en crisis.

Un buen diagnóstico sólo se lograría llevando a cabo tests de resistencia individuales y colectivos en los componentes del sistema financiero, pero no habiéndose llevado a cabo todavía debemos atrevernos a exponerlo de manera sintética, a sabiendas de que no puede ser exhaustivo:

1.- El crédito a empresas y familias es muy escaso, ocasionando un impacto negativo en el consumo y en la actividad empresarial.

La integración de activos tóxicos en los balances financieros, no solo absorbe tesorería, sino que falsea los activos en el balance e incrementa de forma alarmante la morosidad (actualmente supera el 6%). La tesorería disponible huye hacia otras inversiones consideradas más seguras y con garantía de los estados.

La historia nos enseña que no se normaliza el crédito hasta pasados entre 3 y 5 años una vez conseguida la estabilización. Lógicamente el crédito no acude a la economía real al comienzo de la recuperación, pues tiene que desinvertir y aplicarlo al sistema tradicional de donde no debió salir.

2.- Un menor crecimiento es otra de las consecuencias de la restricción crediticia, con clara disminución del dinamismo empresarial.

3.- Crecimiento de la inflación ocasionada por una inversión crediticia inferior al consumo.

4.- Una productividad anticuada y lenta que perjudica a la exportación, a la balanza comercial, que retarda el crecimiento productivo y fomenta el paro.

5.- Necesidad de abrir nuevos sectores de desarrollo económico. La paralización de la construcción y su nefasta repercusión en la economía real, no ha sido sustituida por otras fuentes de riqueza (sobre todo en España). Su retraso puede resultar letal.

6.- Una fiscalidad de espaldas a la crisis, que solo acude al déficit presupuestario y a las obligaciones de pago por endeudamiento exterior e interior.

7.- Una reglamentación laboral, no concordante con la crisis y la necesidad imperiosa de estabilizarla y promover el crecimiento.

8.- Un sistema de pensiones desfasado e inadaptado a la realidad actual.

El fondo debe constituirse mediante un estudio actuarial profundo, actualizado y real, fondo que debe ser intocable.

Otros puntos podían añadirse, pero los expuestos son preferentes y urgentísimos.

Tengamos en cuenta que, de acuerdo con Hayek premio nobel de Economía, la gran “planificación económica” no debe construirse de espaldas a una libertad de mercado, pues de lo contrario podíamos caer en una pérdida de las libertades.

(*) Doctor en Economía y empresario

Normalidad hoy en las oficinas de Caja Mediterráneo

ALICANTE.- La normalidad ha sido absoluta esta mañana de lunes en todas las oficinas de Caja Mediterráneo, según fuentes de la representación sindical de los 6.000 trabajadores. Todas las oficinas de la red han operado como cualquier otro día y los clientes no han hecho más preguntas a los empleados de las habituales pese al fín de semana de fuerte impacto mediático sobre la entidad.

Los cajeros tampoco han tenido mayores incidencias durante el fin de semana y el flujo de efectivo se ha mantenido constante dentro de lo que viene siendo habitual para estas fechas de mayores salidas y gasto. El volumen manejado no ha variado sustancialmente, siempre según las mismas fuentes.

El fuerte rumor de una eventual fusión entre Caja Mediterráneo e Ibercaja, sin perjuicio de las peticiones de capital al FROB, ha venido como un bálsamo para suavizar la lógica inquietud de algunos empleados más jóvenes aunque la reciente intervención en Radio Nacional de España de un catedrático de Derecho Financiero de la Universidad de Madrid, en el sentido de que los impositores y clientes de la entidad murciano-alicantina no corren ningún riesgo, tranquilizó fundamentalmente a los directores de sucúrsal de cara a un hipotético abandono por parte de determinados sectores de la clientela.

Los expertos vaticinan que Caja Mediterráneo no caerá aunque un ERE preceptivo reduzca su plantilla en unas 1.000 personas y tenga que cerrar una sexta parte de su actual red de oficinas. 

"Sabe que lo peor que le podrá pasar es caer, quizá temporalmente, en manos del FROB, que más que mecanismo de último recurso es un comodín en la negociación. Entre acabar en manos de un banco, de otra caja o del FROB, el gestor de la entidad elige. Y decide. Y, cuando las cosas están realmente mal, el contribuyente acude al rescate", se escribe hoy en el prestigioso diario económico 'Cinco Días'.

La Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) se desplomó un 5,69% al cierre de la sesión, en la Bolsa de Madrid, la mayor caída desde el 22 de marzo (-7,66%), lo que situó el precio de sus acciones en 5,80 euros, el nivel más bajo en un año.


   La entidad moderó su descenso minutos antes del cierre, ya que durante algunos momentos llegó a ceder un 10%. En concreto, las cuotas participativas de la Caja cayeron un 9,27% a mediodía y se situaron en 5,58 euros. A pesar de que la entidad logró recuperar posiciones ha cerrado por debajo del precio de su salida a Bolsa en julio de 2008 (5,84 euros).

   La caja anunció el viernes su conversión en banco y la solicitud de 2.800 millones de euros al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). El mercado ha acogido de forma negativa el plan de la entidad y ha castigado duramente a sus títulos, que acumulan un descenso del 8,37% en cuatro días.

   El pasado miércoles, todas las entidades que integraban el SIP Banco Base, a excepción de la CAM, votaron en contra de esta integración y el Banco de España urgió a las cajas a comunicar "inmediatamente" sus estrategias.

   La caja murciano-alicantina, que contemplaba varias alternativas, se decantó finalmente por su bancarización con ayuda pública. No obstante, dejó abierta la posibilidad de sumar nuevos socios.

Rajoy mantendrá a Camps como candidato aunque se le abra juicio oral

MADRID.- El líder del PP, Mariano Rajoy, ha asegurado que mantendrá a Francisco Camps como candidato del PP a la presidencia de la Generalitat valenciana en las elecciones del 22 de mayo aunque se abra juicio oral contra él por el llamado caso de los trajes presuntamente regalados por la trama Gürtel.

   "Camps es candidato porque la gente allí en Valencia quiere y, en lo que toca a mi capacidad de decidir, porque creo profundamente que es un hombre honrado que no se ha vendido por tres trajes como algunos malidicentemente han llegado a decir", ha declarado en una entrevista en la Cadena Ser. Cuando se le ha dicho que el caso Gürtel no son tres trajes, Rajoy ha recalcado: "El señor Camps está acusado de tres trajes".
   En estas semanas, fuentes de la dirección nacional auguraban que a principios de mayo se sabrá si se abre juicio oral contra el presidente de la Generalitat valenciana, coincidiendo así con el pistoletazo de salida de la campaña electoral para las autonómicas y municipales.
   Al ser preguntado qué hará si en campaña se abre juicio oral contra Camps, el presidente del PP ha respondido lacónico: "Nada. Camps es el candidato". Y a renglón seguido ha apostillado: "Lo mantengo como candidato". 
A su entender, con esta forma de actuar se defiende la "honradez" del presidente de la Generalitat. "Y no creo que porque se abra juicio oral, eso ya significa que una persona ya esté condenada", ha apostillado.
   Rajoy ha justificado esta decisión en que "todos los casos no son iguales" y ha recordado que el presidente del PP de Canarias, José Manuel Soria, estuvo "imputado" y "perseguido durante seis meses". 
Según ha señalado, "todos" le pedían su cese "inmediato" y, sin embargo, "fue desimputado absolutamente" y el juez "dio carpetazo" a aquel caso.