martes, 27 de marzo de 2018

Los jubilados del campo perciben una pensión un 59% inferior a la media

VALENCIA.- Los jubilados agrarios perciben una pensión un 59% inferior a la media del resto de sectores, según un estudio elaborado por La Unió de Llauradors de la Comunitat Valenciana, que reclama de forma urgente el relevo generacional y la dignificación de las pensiones.

Un jubilado del sector agrario percibió en 2017 una pensión de 709,85 euros mientras que la media del resto de sectores fue de 1.208,40 euros, lo que representa el 59% menos, según datos oficiales consultados por la organización agraria.
La pérdida de poder adquisitivo de las pensiones para los agricultores y ganaderos es "aún más grave" para este colectivo y los hace "cada vez más vulnerables y pobres" ya que a la pensión inferior se suma el 0,65% perdido en los últimos cinco años por todos los jubilados.
La Unió asegura que "no resulta nada extraño observar día a día" a numerosos jubilados en el campo y que sean "bastante frecuentes" los accidentes con tractores de personas con una edad elevada.
Para el secretario general de La Unió, Ramón Mampel, el campo valenciano requiere de forma urgente "un necesario relevo generacional" pero también "hay que dignificar" a aquellos que lo abandonan porque con la pensión actual que reciben, es "totalmente imposible" subsistir sin disponer de ahorros.
El incremento de las pensiones del 0,25% aprobado por el Gobierno para este año supone que será el quinto año consecutivo en que se aprueba el aumento mínimo establecido por la ley, de manera que la mejora de la pensión de jubilación para una persona mayor de 65 años con cónyuge a su cargo sería de solo dos euros al mes, según señala.
Para La Unión, si se compara con otros indicadores económicos como el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o el Umbral de la Pobreza, los jubilados agrarios quedan "muy malparados".
Así, el SMI para este año es de 735,90 euros al mes, más de lo que recibe un jubilado agrario; mientras que el Umbral de Pobreza fue de 8.209 euros por persona en 2016 (684 euros al mes), que es un 4 % por debajo de lo que cobra un jubilado agrario.
Además, si el IPC ha subido un 1,9 % en los últimos cinco años y las pensiones solo se han incrementado un 1,25 %, la pérdida de poder adquisitivo alcanza el 0,65 %, según los datos recogidos por La Unió.

Los grupos de distribución desatan una guerra de precios frente a Mercadona

MADRID.- La fortaleza del grupo valenciano Mercadona obliga a sus rivales a una batalla comercial para mantener su cuota. La presión en precios y las inversiones para crecer dañan la rentabilidad del sector, según publica hoy Expansión

Un dato sobre Mercadona que ha pasado casi de puntillas, pero que preocupa sumamente a su competencia, son los 75 tiques más al día y por tienda que registró en 2017. Multiplicados por las jornadas que abrieron sus supermercados y el número de establecimientos, hablamos de más de 37 millones de consumos extra en un año, cifra que explica su alza del 6% en ventas comparables y el aumento de su cuota de mercado hasta el 24,1%. 
La empresa que más abiertamente lo ha admitido esta presión comercial ha sido Dia. Su consejero delegado, Ricardo Curras, reconoció una agresiva bajada de precios en España en el último trimestre de 2017 para no perder cuota de mercado. "Estamos satisfechos, porque pasamos de caer en ventas comparables en el tercer trimestre a crecer un punto en el cuarto", señaló. Y garantizó que la empresa mantendrá esta política en 2018, cuando espera que su apuesta por la conveniencia le ayude "a seguir siendo baratos, sin machacar los márgenes". Porque eso es lo que hizo en 2017: redujo un 9,4% su ebitda ajustado y un 37% su beneficio neto.

A la baja
Dia no ha sido una excepción en el sector de la distribución, inmerso en una dura competencia comercial. Lidl, el grupo que más creció en 2015 y 2016, cedió este puesto a Mercadona el año pasado pese a que la firma de origen alemán rebajó sus precios en 66 millones de euros durante el ejercicio. La cifra ascendió a 148 millones si se tienen en cuenta las ofertas y promociones que realizó.
Luis Osuna, presidente de Covirán, también ha reconocido que su empresa redujo precios y ha alertado de que "algunos de nuestros competidores están vendiendo a pérdida, lo que es muy peligroso porque puede romper el equilibrio del sector. Es algo que las autoridades deberían regular, porque el mercado va a seguir siendo muy competitivo", señaló.
Nadie esconde que la guerra de precios no ha terminado y va a seguir pasando factura a la rentabilidad de las empresas."La competencia de Mercadona amenaza a otras cadenas por su política de precios y sus tiendas. Puede que grupos que están perdiendo cuota, como Auchan o Eroski, recorten precios para mantener su posición, minando sus márgenes de rentabilidad", señalaba hace unas semanas un informe de Moody's. El ebitda de Covirán creció un punto menos que sus ventas en 2017; Lidl no ofrece este dato por mercados; y el beneficio de Dia se desplomó.  
España podría además no ser un caso aislado. Carrefour, que tampoco desgrana sus ganancias por países, creció un 3% a nivel global en 2017, pero redujo su beneficio un 15%. Una de las razones dadas por la compañía para explicar este desplome fue "la fuerte presión comercial en Francia".