jueves, 21 de agosto de 2008

El MD-82 despegó de Barajas escaso de potencia y no se incendió en el aire, según "Abc"

MADRID.- Las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de las pistas de Barajas muestran que el MD-82 de Spanair que se estrelló el miércoles no tenía potencia suficiente cuando inició el despegue, según fuentes de la investigación consultadas por "Abc", que ya han visionado la secuencia.

No dura más de dos o tres segundos. La imagen corrobora el testimonio del piloto de una aeronave que aterrizaba en ese momento en paralelo: «Ese avión no despega, se está comiendo la pista». Tanto él, como el resto de la tripulación del avión que procedía de Guayaquil ya han sido citados a declarar por la Guardia Civil. El cotejo de esa grabación, las marcas dejadas por el aparato en la pista —del ala, restos del tren de aterrizaje, esparcido a ambos lados—, y los primeros testimonios recabados, aún sin determinar las causas, apuntan a que el accidente se produjo de la siguiente forma.

El MD-82, con 162 pasajeros a bordo y diez tripulantes, inicia la maniobra de despegue a las 14.20 horas. Es el segundo intento; casi una hora antes había tenido que regresar a la puerta de embarque al detectar el comandante un fallo en el sensor de temperatura exterior, que se comunicó al pasaje. Todas las fuentes coinciden en que esa anomalía no guarda relación con lo que ocurrió después, pero también se está investigando.

Un inspector técnico de Spanair certificó que el McDonnell Douglas podía volar. El manual prevé que se quite el interruptor que le da energía a la toma de aire, situado bajo la cabina del copiloto, según la compañía.

El avión inicia el despegue por la pista 36 izquierda; el comandante advierte la falta de potencia, seguramente justo después de alcanzar la llamada V1 —cuando ya no se puede abortar la maniobra—; se llega a VR o velocidad de rotación. El aparato, que no se había elevado más de 50 metros, se inclina (probablemente tras fallar el motor derecho, aunque persisten las dudas); se precipita al suelo, el ala derecha va golpeando la pista y el piloto pierde el control.

El avión a más de 280 km por hora va deshaciéndose y arrastrándose unos 500 metros —hay marcas de ese maniobra descontrolada—. No llega al final de la pista, se sale por la derecha, atraviesa la valla perimetral y se precipita por una semipendiente escalonada de entre cinco y siete metros hasta el cauce del arroyo de la Vega. Allí explotan los depósitos cargados de queroseno y el aparato se incendia.

Los cuerpos de los vivos y los muertos quedan diseminados en la vaguada a lo largo de unos 400 metros. La tripulación no llegó a meter el tren de aterrizaje, se lo fue dejando tras caer a ambos lados de su recorrido. «No existe una altura establecida para recogerlo. Lo normal es que el “tren arriba” se ordene dos o tres segundos después de la rotación, cuando ya tienes altura suficiente y con un positivo régimen de ascenso», según detalla un piloto a "Abc".

A partir de unas cuantas aproximaciones, todo son incógnitas. Quienes han visto las imágenes aseguran que no se aprecia ningún motor ardiendo en el aire, sí la falta de potencia, el giro brusco y el desequilibrio del aparato.

La escasa potencia puede deberse a múltiples razones: sobrepeso, calentamiento, fallo de motor o una avería más seria que, en teoría, debería haberse detectado en la revisión de mantenimiento. «Levantó las ruedas delanteras y seguramente también las traseras», explicó la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez.

Fuentes de Aviación Civil llaman la atención sobre el fallo del motor: con uno no operativo el avión hubiera podido volar. Dicen que si ese fallo existió tuvo que producirse después de despegar, si no el comandante habría abortado la maniobra. Un error humano tampoco está descartado. Nada lo está. Ahora la investigación, varias paralelas en realidad, tiene que ir dando luz a todos estos interrogantes.

Las cajas negras y la grabación de seguridad ya están en poder del Juzgado número 11 de Madrid. Una de las cajas está dañada, pero los datos se podrán recuperar igual. Son dos: en una quedan grabadas las conversaciones de los miembros de la cabina y de los sistemas de control exterior; la segunda es la técnica, la que registra más de un centenar de parámetros de la situación de la aeronave tales como funcionamiento de los motores, temperaturas, presiones o situación atmosférica.

Recuperadas tras el siniestro, constituyen uno de los principales elementos probatorios. Los encargados de analizarlas son los miembros de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac), que depende de Fomento.

Son siete funcionarios, apoyados por personal especializado en seguridad aérea de Estados Unidos y de la Unión Europea y expertos de las compañías implicadas. A ellos les compete dilucidar toda la parte técnica. Hoy seguían en la «zona cero» recogiendo piezas, turbinas y restos para etiquetarlos y empezaron a llevar el material a una sala cedida en el aeropuerto.

Esta investigación, la más larga en el tiempo, confluye con otras tres: la identificación de cadáveres, la inspección ocular y las diligencias. El equipo de Grandes Catástrofes de la Guardia Civil, Policía Científica del CNP y decenas de forenses trabajan sin descanso para concluir cuanto antes. Los expertos consideran que por los métodos tradicionales —huellas, reconocimiento fotográfico, identificación de objetos— no será posible poner nombre a más de 60 o 70 víctimas, dado el estado de los cuerpos; para el resto habrá que recurrir al ADN.

La inspección ocular comenzó nada más terminar el rescate de víctimas. Se ha encomendado al equipo central del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil con apoyo de sus laboratorios. Decenas de agentes se dedican desde el miércoles a tomar fotografías en la zona, a determinar el punto de impacto, a elaborar croquis, a marcar el área en la que quedaron diseminados los cadáveres, a separar pertenencias, documentación, a contrastar cada resto hallado.

Las diligencias policiales han sido encargadas a la Policía Judicial de la Comandancia de Tres Cantos, apoyada por miembros de la Unidad Central Operativa. Los agentes reflejarán en cientos de folios la declaración de los heridos —aún no se ha podido tomar ninguna—; la de los testigos —ya están siendo localizados y citados—: la del personal del aeropuerto, personal de la aerolínea, técnicos de mantenimiento, equipos de rescate.

Un puzzle de palabras para tratar de dilucidar qué ocurrió y cómo. Será clave el testimonio de los supervivientes del JK5022, cuyo plan de vuelo se le asignó al comandante el pasado 17 de agosto. Ellos explicarán si se les informó de qué pasaba, si se intentó una maniobra distinta, si notaron algo.

El último trance lo vivieron hoy decenas de agentes y rescatadores. A las 8.45 de la mañana recuperaron el cuerpecito calcinado de un bebé, tapado por la maleza y el fuselaje. A las 13 horas encontraban a otro menor, con los miembros amputados. Eran los que faltaban.

El turismo paga la crisis / Primo González

No son buenas las cifras de turismo correspondientes al mes de julio (el primero de los dos meses más veraniegos del año) que acaba de publicar el Ministerio del ramo, aunque entran dentro de la lógica. Franceses y alemanes han recortado sus escapadas a España y se nota una creciente demanda de alojamiento fuera de los circuitos hoteleros, lo que quizás obligue a observar más de cerca lo que pasa con los ingresos procedentes de esta actividad, cuando estén disponibles. Quizás nos llevemos algún disgusto.

Pero unos 620.000 turistas extranjeros menos en el mes de julio (8% de reducción en términos relativos respecto a julio del año pasado) es una cifra que se notará en el balance anual del sector y no para bien. En el cómputo de los siete primeros meses, y gracias a los avances de meses anteriores, el número de visitantes es casi similar en estos dos años en periodos comparados, es decir, hasta finales de julio. Es decir, el mes pasado ha sido el primero en alertar sobre un eventual cambio de rumbo en la salud de nuestra primera industria exportadora.

Tanto hablar de la crisis propia, lo que a veces estamos olvidando es que en nuestro entorno también hay otras crisis y que la dependencia exterior de la economía española está en trance de añadir a nuestras propias desventuras (parón inmobiliario sobre todo) los efectos de la debilidad ajena.

Y ello se nota en el turismo, gasto prescindible para muchos de nuestros visitantes o simplemente sustituible y reemplazable, en especial en momentos de apretura económica, cuando se miran los euros con mayor esmero y se pueden encontrar destinos alternativos al español en otras zonas del Mediterráneo en donde los establecimientos hoteleros no se han subido a la parra tanto como en nuestras costas.

El deterioro de la competitividad turística española ha sido denunciado desde hace algún tiempo por los expertos pero es ahora cuando al parecer empieza a dejar notar sus efectos nocivos para nuestra economía. En tiempos de estrechez, la tentación de buscar sustitutos más económicos es más factible, de modo que este año posiblemente se abra un hueco en los ingresos de la balanza de pagos con el que no contábamos.

Ayer se conocieron también las cifras de intercambios comerciales con el exterior, uno de los agujeros negros de la economía española en los últimos años debido a la enorme cuantía del déficit de mercancías. La balanza comercial tiene dos lecturas, una con petróleo y otra sin él.

Por desgracia son dos lecturas muy diferenciadas ya que España es una de las economías desarrolladas con un mayor grado de dependencia energética frente al exterior, que se plasma en un alto grado de necesidad de importaciones de petróleo y gas. En condiciones normales, con una economía debilitándose, el déficit comercial debería remitir y empezar incluso a disminuir.

La razón es clara: con economía en fase de debilitamiento, la tendencia importadora es menor y las compras de productos industriales de consumo tienden a reducirse. Pero no está sucediendo tal cosa sino que el déficit sigue en aumento, aunque a menor ritmo que en años anteriores. El motivo es que las compras de petróleo, que siguen siendo similares a las de hace un año, cuestan ahora el doble debido al incremento de los precios del crudo.

La crisis económica española tendría que provocar un arreglo casi automático de dos de nuestros grandes problemas actuales, la inflación y el déficit comercial tan disparato que hemos soportado durante estos últimos años de alegría económica. Es lo que ha sucedido en otras etapas declinantes de la economía española, en las que además todo ello se aceleraba y se corregía con devaluaciones del tipo de cambio.

No está sucediendo así sino todo lo contrario. Hay más inflación y hay más déficit comercial a causa exclusivamente del coste energético creciente y de un consumo de energía que está siendo poco sensible a la menor actividad económica. A todo ello se ha unido ahora la menor fortaleza del turismo, fuente básica de nuestros ingresos exteriores.

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Trabajadores de Barajas afirman que la presión es 'enorme' porque 'los aviones tienen que salir', según "El Mundo"

MADRID.- Ante la falta de respuestas oficiales sobre el accidente aéreo de Barajas, numerosos trabajadores del sector apuntan como posible origen las deficiencias en el servicio de mantenimiento, provocadas por la necesidad de ahorrar costes de las compañías aéreas, según "El Mundo".

Escasez de personal, contratos temporales y falta de formación son algunas de las consecuencias más inmediatas de este recorte presupuestario. "Lo que deberíamos preguntarnos no es el porqué de este accidente, sino cómo es posible que no haya más", afirma un trabajador y ex delegado sindical de Iberia, que prefiere no dar su nombre.

Como conocedor del sector, asegura que "de unos años a esta parte, el mantenimiento de los aviones se ha reducido de forma preocupante". Anteriormente, señala, "antes del despegue, un técnico de mantenimiento daba lo que se llama vuelta de reconocimiento al avión, para comprobar que todo estaba correcto. Ahora, un administrativo, a menudo eventual y con una formación de dos horas, es el que se encarga de algo tan importante".

El propio Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) consideraba "inviable el caos organizativo en el que vive la compañía" en un comunicado colgado en su página web horas antes del siniestro y posteriormente retirado.

Sepla denunciaba que "los problemas endémicos de dimensionamiento de la plantilla" habían provocado la "violación de los convenios colectivos y de la legislación vigente", como por ejemplo el incumplimiento del régimen de vacaciones, y lamentaba que no se aprovechasen "los años de bonanza" para "renovar la flota".

Las declaraciones de Montse, ex trabajadora de Spanair, corroboran lo anterior. "Existe una opinión entre quienes trabajan o hemos trabajado en el sector de la aviación: La magia existe no sólo en Disney, sino en todos los aeropuertos del mundo".

Sin embargo, algunas azafatas de Spanair consultadas relataron que siempre han viajado seguras. "Nunca he detectado ningún problema con la seguridad. En ocasiones, los aviones se detienen durante horas por problemas nimios, pero nunca hemos salido con problemas porque los pilotos no se la juegan", manifestó una azafata.

'Cinta americana y silicona'

No todos piensan igual. El ex delegado sindical de Iberia señala: "El avión tiene que salir, pase lo que pase y esté como esté. Lo único que cuenta es la puntualidad y llenar aviones. No se limpian, no se revisan y, a menudo, salen con 'averías menores', como puertas de emergencia que no abren. Todo se arregla con cinta americana y silicona por ahorrar".

Como prueba de la veracidad de sus acusaciones recuerda el incidente ocurrido en agosto de 2005, "cuando se perdió un paquete radioactivo", facturado en la terminal de carga. Pero el peor incidente que yo recuerdo, hace unos dos años, fue "cuando un avión de Iberia comenzó a perder piezas en pleno vuelo y otro que venía detrás tuvo que avisar a la torre de control".

Hay días en los que nos nos explicamos "cómo salen los aviones y no hay más accidentes", concluye la ex empleada de Spanair.

Informe crítico sobre la tragedia (Fin de ciclo en el transporte aéreo) / José Antonio Zarzalejos

La cautela ha guiado, con buen criterio, las valoraciones sobre las causas y consecuencias del accidente del MD-82 de Spanair ayer en el aeropuerto de Barajas. Pero ha transcurrido ya un tiempo significativo y se ha producido una aportación suficiente de datos contrastados que permiten una aproximación crítica a una tragedia sustanciada en la muerte de 153 pasajeros del vuelo JKK 5022 –cifra provisional—y las lesiones, muchas gravísimas, de hasta 19 personas más. Y, como en todo balance crítico, hay elementos que merecen una consideración positiva y otros, preocupante.

EL DETERIORO DEL TRANSPORTE AÉREO. Permítaseme sostener, como premisa que revolotea en el ánimo colectivo, que la catástrofe de ayer en Madrid debe poner fin al deterioro de la calidad y fiabilidad del transporte aéreo de pasajeros lo que implicará en muy breve plazo la reconsideración de la deriva en la que están incurriendo las compañías llamadas de low cost cuyo negocio se basa más en trasladar a personas como a mercancías que en la prestación de un servicio digno de tal nombre.

Dando una paso más, parece imperativo que las administraciones públicas competentes dispongan de los instrumentos necesarios de intervención en las compañías aéreas aplicando criterios de absoluta inflexibilidad en la aplicación de los protocolos de seguridad que no consisten sólo en las comprobaciones técnicas, sino también en la constatación de la concurrencia de un estado laboral adecuado, incompatible con tensiones excesivas en las plantillas que puedan repercutir en la seguridad del transporte aéreo. Es decir, el tratamiento correcto del factor humano.

LOS PROLEGÓMENOS INQUIETANTES DE LA CATÁSTROFE. Y es en este terreno en el que se tantea el primer aspecto preocupante de las circunstancias que rodearon la catástrofe de Barajas: sólo dos horas antes del terrible accidente, una nota pública de los pilotos de la compañía, integrados en el Sepla, ofrecía un panorama inquietante porque en el texto se denunciaban “gravísimas carencias organizativas y estructurales”, calificadas, como “de difícil solución” con el actual equipo gestor. El dimensionamiento de la plantilla, decían los pilotos de Spanair, “está provocando continuas presiones y amenazas por parte de la dirección para que los tripulantes y el personal de mantenimiento transgredan las normas, incluyendo vulneración de límites de actividad, violación del régimen de día libres y vacaciones, de los convenios colectivos y de la legislación vigentes”.

Si estas durísimas acusaciones –nótese la expresión “transgresión” de normas—se vinculan con el itinerario seguido por el MD-82 siniestrado antes del accidente, hay motivos para la máxima preocupación. Porque la aeronave, primero, sale con retraso por problemas “técnicos”. Luego, hace un intento de despegue que aborta para regresar al aparcamiento. Vuelve a la pista y, cuando ha llegado a elevarse hasta 200 pies –según versión de la ministra de Fomento—cae y se produce la catástrofe.

Se da una coincidencia general en qué la determinación de las causas de la tragedia –serán varias concurrentes, al parecer no una sola—tardará hasta un año en conocerse porque, primero, debe elaborarse una dictamen por la Comisión Nacional de Accidentes y, luego, agotar el proceso judicial que, en función de la razón de la catástrofe, deducirá responsabilidades civiles y, eventualmente, penales. Sin embargo, la investigación parte desde unos datos objetivos –el malestar de la plantilla y la inquietante salida del vuelo JKK 5022—sobre los que cabe construir un diagnóstico inicial que Spanair debe considerar como decisivo para su continuidad como compañía aérea.

EL INCIERTO FUTURO DE SPANAIR Y DEL BAJO COSTE. Inmersa en un expediente de regulación de empleo (ERE) de más de mil empleados –sobre los cuatro mil de la plantilla--, previsto ya el cierre de varios hubs –centros operativos--, canceladas nueve líneas, próxima la venta de varios MD-82 y con fortísimas pérdidas en el primer semestre del año, Spanair podría no recuperarse del tremendo golpe que esta catástrofe representa para su imagen y fiabilidad. Y, simplemente, desaparecer, bien reactivando la oferta de compra por Iberia, bien por absorción de su matriz, la escandinava SAS. Porque Spanair –con una ineficiente sede en Palma de Mallorca—no ha dado muestras inequívocas de su propósito de mantener su presencia en el mercado español.

Se haría mal si el análisis general se centrase en el accidente, aislándolo del fortísimo estrés que sufre el sector. Las pérdidas económicas –tanto por el incremento del combustible como por el descenso de viajeros—deberían propiciar una revisión íntegra del transporte aéreo y racionalizar el fenómeno de competencia casi histérica entre las compañías de bajo coste que, con tarifas demasiado accesibles, compensan sus ingresos con cobros adicionales –por facturación de equipaje, por emisión de tarjetas de embarque, por asignación fija de plaza en la aeronave, por incremento del número de pasajeros con menor espacio de movilidad—y con la prestación de un servicio de mínimos que recuerda a los transportes estabulados. Y así, por un lado, se ofrecen posibilidades inéditas de movilidad, pero, por otra, se producen en condiciones que –desde una perspectiva más integral—pueden considerarse abusivas. En todo este complejo asunto, que ha ido creciendo desordenada y anárquicamente (¿qué decir del episodio que protagoniza ahora Ryanair?, ¿recuerdan Air Madrid?) hay que hacerle un pasillo a las autoridades para que penetren hasta el corazón de la cuestión y la ordenen de manera inflexible.

LO QUE FUNCIONÓ BIEN. Una aproximación crítica a la tragedia de Barajas, no puede dejar de constatar aspectos positivos desde el punto de vista operativo. Funcionaron las emergencias (¿en qué consiste el llamado “protocolo 11-M”) con abundancia y profesionalidad en pleno periodo vacacional y la comunicación –que ha recibido críticas—fue, a mi juicio, prudente y acertada, sin salidas en falso por parte de autoridades políticas o profesionales, con un tratamiento informativo oficial que –dejando plena libertad a los medios—optó por la gradualidad para evitar convulsiones y errores, simultaneándolo con el tratamiento adecuado a las familias de las víctimas. Los políticos con su rápido desplazamiento estuvieron al nivel de la tragedia y los medios de comunicación ofrecieron despliegues informativos poderosos.

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Fallan que las demandas contra la Ford se deben presentar en origen

ATLANTA.- Un tribunal federal de apelaciones falló que las demandas contra la empresa automotriz Ford Motor Co. y las empresas fabricantes de neumáticos que abastecían a esa firma, incoadas por sudamericanos heridos en accidentes, deben ser tramitadas en los países que ocurrieron.

Un tribunal del 11 Circuito de Apelaciones concordó el miércoles con un tribunal inferior, que concluyó que en lugar del sur de la Florida, Argentina es el foro adecuado para las demandas incoadas por Mónica Paolicelli, Alberto Brandalise, Elsa de Benso, Francisco Pacheco y Elisa Sosa.

El tribunal dijo que lo mismo ocurre en los casos de los demandantes Cecilia Massuh, de Ecuador, y José Ucros Bonilla, de Colombia.

Los siete demandantes o sus familiares fueron afectados en accidentes de vuelcos de campana cuando conducían o iban de pasajeros en vehículos fabricados por Ford.

Sostienen que los accidentes fueron causados por defectos y que todas las pruebas relacionadas con el diseño, pruebas y fabricación de los vehículos se encuentras en Estados Unidos.

Las firmas de neumáticos Michelin North America y Bridgestone/Firestone fueron incluidas en dos de las demandas.

Un tribunal federal de la Florida aceptó la petición de la Ford para que fueran sobreseídas las demandas.

En su opinión, el tribunal del 11 Circuito de Apelaciones al confirmar el rechazo señaló que "las presuntas heridas y muertes ocurrieron en los tres países y las investigaciones realizadas por esas autoridades locales; que todos los demandantes residen en los tres países; todas las personas heridas en los accidentes eran residentes y fueron tratadas de sus heridas en los tres países y que los demandantes están gobernados por las leyes de los tres países".

La ocupación hotelera en Castellón repunta con la Fórmula 1 y se acerca al 100%

CASTELLÓN.- Valencia acoge desde hoy el Gran Premio de Europa de Fórmula 1, pero al contrario de lo que ocurrió con la Copa América, este acontecimiento deportivo promete beneficios en Castellón. Al menos, así lo demuestran los porcentajes de ocupación hotelera, que rozan el 100% este fin de semana, según confirma el sector, según "Las Provincias".

Aunque desde la Asociación provincial de empresarios de Hostelería y Turismo (Ashotur) señalan que estas cifras se limitan a Castellón ciudad y no a las poblaciones costeras, ya que "son los que trabajan este tipo de turismo", que atrae a "gente joven que siente afición por el motor, la velocidad y los coches".

La cercanía de la capital de la Plana y las competitivas tarifas de sus hoteles, que se sitúan muy por debajo de los precios que estos días alcanza el alojamiento en Valencia, son las principales causas que benefician al sector, según apuntan desde las agencias de viajes.

En Castellón, la media de la habitación doble en los principales hoteles de la ciudad para los días 23 y 24 de agosto se sitúa en 150 euros, una cifra que dista bastante de los 300 o 400 euros más IVA que abonarán los turistas hospedados en los hoteles de Valencia próximos al circuito.

Desde el sector afirman que "a la gente le sale rentable alojarse en Castellón por los precios de las habitaciones, aunque luego tengan que trasladarse a Valencia, porque llegan allí en 45 minutos".

Sin embargo, las demás poblaciones de la provincia no han acusado la celebración del evento. Para Eduardo Ferreres, presidente de la Federación de Turismo de Castellón (Feturcas) esta circunstancia es lógica, ya que "Castellón es la ciudad más cercana al circuito".

También desde Ashotur, Carlos Escorihuela, presidente de la patronal, secunda esta teoría y añade que "pese que Peñíscola o Vinaròs tienen más camas hoteleras la distancia es mayor" y esto frena el reparto de ganancias.

Algunos empresarios del resto de la provincia fijan el porcentaje medio de reservas para este fin de semana "en torno al 55%", como es el caso de un hotel de Benicàssim, que admite no contar con ningún turista que vaya a dirigirse a Valencia en los próximos días entre sus reservas.

En días puntuales como el 22 su disponibilidad se reduce, ya que la ocupación alcanza el 90%, pero aseguran que "nada tiene que ver con la celebración de la Fórmula 1".

Al margen de estos matices, Ferreres valora "positivamente" la repercusión económica de la Fórmula 1 en Castellón porque "las previsiones iniciales eran más negativas", aunque reconoce que los ganancias "se mantienen" tal y como fijaban los pronósticos. Además, ni siquiera el evento deportivo ha podido evitar la "caída del 25% de media en los ingresos este año con respecto al anterior", confirma Feturcas.


La patronal turística Ashotur afirma que "algunos hoteles han aprovechado estas fechas para aplicar la modificación anual a sus tarifas", pero matiza que los precios actuales se mantendrán en el tiempo, pues no se han incrementado "sólo para este fin de semana".

También las agencias de viajes acusan la ocupación hotelera en estos días, gracias al "lleno total" registrado en Valencia y a unos precios que desde Viajes Ecuador tildan de "literalmente un robo".

Ashotur habla de "hoteles en Castellón al 100%" y los protagonistas lo corroboran. Éste es el caso de Abba Hoteles, que cuelga para el día 23 el cartel de completo y reconoce que tanto el día posterior como anterior la ocupación disminuye "al 89% el día 22 y hasta el 70% el 24".

Cabe destacar que, en el mismo periodo de 2007, concretamente durante todo el mes de agosto la ocupación se mantuvo en el 65%, según confirmaron desde Abba Hoteles. Estos porcentajes también se repiten en otros establecimientos como NH, Jaime I o AC Hoteles, que presentan porcentajes que varían entre el 90% y el 100%.

Ferreres considera que los "positivos" porcentajes de ocupación tienen su origen en a la proximidad con Valencia, a los "cuatro hoteles" con los que cuenta Castellón y que los hosteleros "trabajan todo el año".

La Marina Alta retiene su peso como destino turístico a pesar de descender un 6% la ocupación en agosto

DENIA.- La Costa Blanca como marca turística reconocida, y la Marina Alta como uno de sus principales reclamos a nivel nacional e internacional, han pasado la campaña turística más importante del año con nota alta, a pesar de la incertidumbre que había generado la crisis económica, según "Las Provincias".

Los primeros datos aportados por los principales municipios turísticos del litoral de la comarca, ofrecen índices de ocupación similares a los de 2007, con un ligero descenso que se sitúa entre el 5% y el 6% en el caso de Dénia.

Sin embargo, la ocupación en el puente de la Asunción desbordó todas las previsiones y en la mayoría de municipios turísticos se colgó el cartel de no hay plazas, lo que demuestra el tirón de los atractivos turísticos de la comarca.

El Ayuntamiento de Dénia ofreció ya el balance de la primera quincena de agosto, que arrojó una ocupación del 82% en las 2.245 plazas hoteleras disponibles, un porcentaje inferior en un 6% respecto a 2007.

Las 1.724 plazas de campings se ocuparon al 85%, datos son muy semejantes a los del año pasado (86%) y las pernoctaciones fueron también parecidas ya que se disponía del mismo número de plazas.

De las 10.822 plazas disponibles en alojamientos de alquiler turístico reglado, la ocupación alcanzó el 88,6%, que en comparación con el año pasado ha sido ligeramente inferior un 5 %.

Datos similares se pueden reproducir en municipios como Xàbia, aunque nunca suele ofrecer datos de ocupación, ni previsiones, o Teulada-Moraira y Calpe.

En Denia los servicios de información turística han recibido, durante esta primera quincena de agosto, 8.827 grupos de visitantes, que representan aproximadamente unas 22.068 personas, lo cual supone una media diaria de 1.471 visitantes. Estas personas han realizado un total de 17.792 demandas.

Si comparamos los datos con los registrados en años anteriores, la afluencia ha sido menor en un 15% que en 2007, pero superior en un 6% a las cifras de la primera quincena de agosto de 2006. El 53% de los visitantes son de procedencia nacional y el 46,5% restante, de procedencia internacional.

Con respecto al año pasado ha ascendido ligeramente la importancia relativa del turismo nacional, ya que en el verano de 2007 el turismo nacional representó el 52% del total de visitantes y el internacional representó el 48%.

Respecto a la procedencia de los turistas, se mantiene la tendencia de años anteriores. La Comunidad de Madrid se sitúa en primer lugar y de allí proceden el 45,8% del total de visitantes nacionales. Le siguen los valencianos, con el 23,6 %, Cataluña, con un 8%, Castilla La Mancha y Andalucía.

En cuanto a las procedencias internacionales, el primer mercado es Francia, que representa el 41,8% del total de visitas internacionales, seguido de Reino Unido, con el 22%, y Alemania, con el 20%.

El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Marina Alta, Rafael Codina, comentó que el temor que tenía el sector ante la incertidumbre económica que atraviesa el país y deplorable la coyuntura internacional, iba a afectar de forma directa a los empresarios turísticos, no ha alcanzado toda su "onda expansiva".

Codina señaló que el sector ha trabajado bien "aunque se ha notado la crisis en el gasto habitual de los turistas, pero lo importante es que la Marina Alta ha mantenido las preferencias de los turistas a la hora de elegir su destino turístico, señal de que algo estaremos haciendo bien".

El puente del 15 de agosto en Calp ha sido todo un éxito en cuanto a la ocupación registrada en todos los hoteles y hostales de la localidad. Y es que, el departamento de Turismo ha confirmado que se ha tenido que colgar el cartel de "completo" en todos los establecimientos.

Los empresarios del sector han transmitido a la edil de Turismo, Maria Bertomeu que la ocupación registrada durante los cuatro días que ha durado el puente del ecuador de agosto los hoteles han conseguido el 100% de ocupación.

Fecoav lamenta la muerte del presidente de las cooperativas agrarias de España en el siniestro de Barajas

VALENCIA.- El cooperativismo agrario valenciano lamentó hoy el fallecimiento ayer en el accidente de avión registrado en el aeropuerto madrileño de Barajas del presidente de las Cooperativas Agrarias de España, José Joaquín Pérez de Obanos, según informaron en un comunicado fuentes de la Federación de Cooperativas Agrarias de la Comunidad Valenciana (Fecoav).

El presidente de esta entidad, José Torrent, también secretario de la organización nacional de cooperativas agrarias (CCAE), manifestó que los miembros del cooperativismo agrario valenciano están "hondamente afectados por el siniestro del avión en el aeropuerto de Barajas".

Asimismo, destacó que en el siniestro falleció el presidente de las cooperativas agrarias de España, José Joaquín Pérez de Obanos Liso, con quien Fecoav mantenía "unas relaciones muy fluidas".

Así, desde esta entidad comentaron que desde que asumió la presidencia nacional de las cooperativas agrarias, en el año 2003, Pérez de Obanos Liso respaldó "todas las iniciativas de las cooperativas agrarias valencianas ante el Gobierno de España", entre ellas, "las reformas de frutas y hortalizas, vino, fiscalidad y Seguridad Social", entre otras, precisaron las mismas fuentes.

José Torrent consideró que "las relaciones tan fluidas con el cooperativismo agrario valenciano" posibilitaron que el responsable nacional de estas entidades "anualmente visitase la Comunidad Valenciana, en más de diez ocasiones, para presidir diferentes acontecimientos cooperativos".

En este sentido, el responsable valenciano estimó que de este modo se logró "además de la relación institucional entre la organización cooperativa nacional y valenciana, que también se estableciese una cordial relación personal". Torrent valoró que José Joaquín Pérez de Obanos Liso "siempre" haya estado "muy próximo a la Comunidad Valenciana" y recordó las últimas veces que éste visitó esta autonomía.

Así, recordó que el pasado 13 de agosto estuvo en Copal de Algemesí; en junio, en la asamblea general de la Federación de Cooperativas Agrarias de la Comunidad Valenciana y en la reunión que mantuvo la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, con las cooperativas agrarias valencianas en Algemesí.

Desde Fecoav apuntaron que Pérez de Obanos se trasladó en esta ocasión "expresamente hasta Valencia para asistir a la reunión en la que reclamó de la vicepresidenta que el Gobierno de España se involucrase en contra de la fiscalidad agraria que está elaborando la Unión Europea", explicaron las mismas fuentes.

Agregaron que además, estaba previsto que el próximo 4 de septiembre la Confederación de Cooperativas Agrarias de España celebrase en Valencia, bajo su presidencia, el Consejo Rector de la organización nacional.

El PSPV asegura que Camps comienza su "caza de brujas" contra el "ala dura" de Fabra "al estilo de Rajoy"

VALENCIA.- El diputado del PSPV en las Cortes Valencianas Vicent Sarrià aseguró hoy que el presidente de la Generalitat y del PPCV, Francisco Camps, "ha comenzado una caza de brujas contra el ala dura del presidente de la Diputación y del PP de Castellón, Carlos Fabra, siguiendo la doctrina del líder del PP, Mariano Rajoy".

Sarrià consideró en un comunicado que "el núcleo más recalcitrante de Fabra está muy preocupado ante el descabezamiento que Camps va a emprender" tras el congreso regional de los populares valencianos, cuyo fin "es alcanzar el ansiado control absoluto del PPCV".

En su opinión, el jefe del Consell "quiere deshacerse de Fabra porque no se genuflexiona incondicionalmente, al igual que ocurre con el presidente del PP de Alicante, José Joaquín Ripoll, que representa el último bastión zaplanista en la Comunidad Valenciana", afirmó.

Asimismo, el parlamentario explicó que tanto Fabra como Ripoll "representan un claro obstáculo en las obsesiones políticas de Camps" y añadió que éste "pretende cristalizar sus ambiciones de hegemonía en el partido librándose de Fabra y su vieja guardia para sumar méritos y auparse hasta Madrid".

Además, criticó esta actitud del presidente del PPCV y la calificó como "una puñalada por la espalda", ya que señaló que en el IX Congreso Regional del PP, de noviembre 2004, Camps "reforzó su liderazgo con el apoyo de Fabra, que le ayudó a arrinconar a los zaplanistas en la pugna que mantenían por el poder".

Sin embargo, dijo, el jefe del gobierno valenciano "ha conseguido desplazar la sombra de Zaplana a unos pocos reductos en Castellón y Alicante" y, por eso, "una vez exprimido ya no necesita a Fabra" y, a su juicio, "está dispuesto a prescindir de él".

Recalcó que "la depuración de enemigos" de Camps "no tiene nada que ver con la regeneración del partido, sino todo lo contrario" y esgrimió que "siguen los mismos de siempre", en alusión a la "segura continuidad" de Ricardo Costa en la secretaría general del partido.

Al respecto, instó al presidente de la Generalitat a "ocuparse de una vez de los problemas de los valencianos y a tomar medidas serias y eficaces" para afrontar la actual crisis económica de la Comunidad Valenciana, "en lugar de perder el tiempo con batallas personales".

Spanair ha producido los dos últimos incidentes en el aeropuerto de El Altet en los últimos cuatro años

ALICANTE.- Los aviones de la compañía aérea Spanair han protagonizado los dos últimos incidentes registrados en el aeropuerto de El Altet en los últimos cuatro años, ocurridos en 2007 y 2004, y éste último llegó a causar heridas leves a una veintena de pasajeros. En ambos casos, la compañía ordenó el regreso de los aviones al aeropuerto minutos después de despegar por fallos técnicos detectados en los aparatos una vez en el aire, según "Información".

El incidente más reciente se produjo el 19 de diciembre del pasado año, cuando un avión con destino a Barcelona partió desde El Altet con 85 pasajeros a bordo y la compañía Spanair ordenó su regreso veinte minutos después del despegue, cuando sobrevolaba la costa de Gandía. La decisión se produjo tras registrarse una avería en uno de los motores del avión.

Se dio la circunstancia de que minutos después de que el aparato regresara al aeropuerto, comenzaba en las instalaciones un simulacro de accidente con el que se puso a prueba el plan de emergencias del recinto, algo que se repite de forma periódica en el aeropuerto.

Además de este incidente reciente, que no causó ningún herido, en los dos meses anteriores la compañía había registrado otras tres incidencias en aviones con destino a Alicante que operaban desde el aeropuerto madrileño de Barajas. Uno de ellos no llegó a despegar y otro dio la vuelta minutos después del despegue tras detectarse, en ambos casos, fallos técnicos en las aeronaves.

El segundo episodio protagonizado por un avión de esta compañía en El Altet, de mayores consecuencias, se produjo el 21 de julio de 2004.

En esta ocasión, el avión que cubría el trayecto Alicante-Palma de Mallorca fletado por Air Europa se vio obligado a efectuar un aterrizaje de emergencia a los veinte minutos de haber despegado, tras detectar el piloto de la aeronave una avería en el motor izquierdo del MD-83 en el que viajaban 146 personas, además de la tripulación.

El aparato tomó tierra sin problemas, pero los pasajeros tuvieron que ser evacuados por las rampas de emergencia en medio de una gran tensión y nerviosismo, lo que provocó que se produjeran veinte heridos leves con contusiones y quemaduras, varios de ellos niños, que fueron atendidos por los servicios sanitarios del aeropuerto.

La dirección de El Altet activó el plan de emergencias con despliegue de bomberos y fuerzas de seguridad en la pista a la espera del avión. Spanair declaró en su momento que, aunque el avión no llegó a incendiarse, los bomberos decidieron cortar con espuma el humo que salía del motor, y achacó la avería a la pérdida de potencia de un cojinete de turbina por el posible choque de un pájaro contra uno de los motores del avión.

No obstante, la versión de la compañía era contradictoria con a la de muchos de los pasajeros que iban a bordo, ya que aseguraron haber visto una bola de fuego en el motor en llamas minutos después de escuchar una fuerte explosión. La presencia del fuego también figuraba en las explicaciones que dio en su día la Subdelegación del Gobierno en Alicante.