BARCELONA.- El 90% los centros educativos concertados de mayor tamaño cobran una
cuota a las familias, mientras que en los centros medianos y pequeños la
proporción baja a entre un 60% y un 70% de los colegios.
Así lo refleja el informe 'El coste de acceso a la escuela concertada
en España: las cuotas que pagan las familias y sus causas', elaborado
por Esade, que destaca que el cobro de cuotas en los centros concertados
"son ilegales en teoría pero habituales en la práctica".
La investigación recoge dos bases de datos elaboradas por el
Instituto Nacional de Estadística (INE): la primera mira al fenómeno
desde el lado del pago de cuotas (familias) y la segunda desde el lado
del cobro (centros educativos).
Mientras que un 67% del alumnado acude a centros de titularidad
pública, cerca de un 30% lo hace en centros financiados con fondos
públicos pero de titularidad privada, llamados centros concertados (y
solo un 4% acude a centros privados auto-financiados).
El estudio pone de manifiesto que, a día de hoy, "no hay gratuidad
universal para acceder a la escuela concertada" en España. Además, la
concertada, en comparación con la pública, escolariza en una proporción
mucho menor al alumnado de renta baja y origen migrante, lo cual "daña
significativamente la igualdad de oportunidades y la equidad, uno de sus
objetivos fundamentales".
La razón principal que explica la no gratuidad es el sistema de
financiación establecido para la escuela concertada y una regulación más
laxa de sus servicios. "Ambos incentivan el cobro de cuotas, que son
ilegales en teoría pero habituales en la práctica", señala el documento
de Esade.
Dependiendo de la etapa educativa, entre un 81% y un 95% del alumnado
paga cuotas, según datos de la Encuesta de Gasto de los Hogares en
Educación (EGHE), realizada por última vez en 2019/2020.
La cuota media se encuentra entre los 680 y los 860 euros al año por
alumno (incluyendo a las familias que no pagan como equivalentes a una
cuota de 0 euros), lo que supone una cantidad total entre los 947 y los
1.186 millones de euros para las tres etapas (Infantil, Primaria y ESO),
dependiendo de la definición de cuotas que se use.
Hay un 13% del alumnado que no paga cuota en estas etapas, mientras
que un 18% pagan una cuota muy baja (de menos de 20 euros al mes por
alumno). En el lado opuesto, el 10% de alumnado que más cuotas paga
asume el 45% del gasto total.
En este sentido, el estudio advierte de que existen importantes
diferencias de pago de cuota por renta de las familias: el 20% de renta
más baja paga una media de 310 euros anuales de cuota, mientras que el
20% de renta más alta paga cuotas ligeramente superiores a los 1.000
euros.
En cuanto a las comunidades autónomas, el grueso de las cuotas (70%
del total) se concentra en Cataluña, Madrid y País Vasco, donde más del
90% de las familias que acceden a centros concertados pagan cuotas. El
porcentaje es algo menor en el caso de la Comunidad Valenciana (82% de
las familias) y se reduce significativamente para Andalucía (60%).
La cuota media por alumno al año (solo de las familias que pagan) es
de 1.696 euros en Cataluña, 1.156 euros en la Comunidad de Madrid, 959
euros en el País Vasco, 597 euros en la Comunidad Valenciana y 453 euros
en Andalucía. Cataluña, seguida del País Vasco y Madrid, son las
comunidades autónomas con mayor homogeneidad en el pago de cuotas entre
familias, mientras que Andalucía muestra el reparto más desigual.
A partir de la Encuesta de Financiación y Gasto de la Educación
Privada (EFGEP), el estudio analiza el cobro de cuotas por parte de los
centros educativos concertados y las razones por las que lo hacen.
Así, revela que la financiación es "extremadamente desigual", con un
20% de centros con resultado económico negativo o esencialmente cero,
otro 50% con un resultado económico positivo e inferior a los 300 euros
por alumno al año y un 30% que tienen una clara situación de
sobre-financiación.
El porcentaje de centros que cobra cuota oscila entre un 66% y un
75%, dependiendo de la etapa educativa, según apunta el informe, que
señala que la probabilidad de cobro de cuotas y la magnitud de la cuota
pagada "es mayor en los centros con peor y mejor financiación, y más
bajo en la zona intermedia de la financiación".
Entre las razones por las cuales los centros educativos cobran
cuotas, el estudio identifica tres situaciones posibles: centros
infra-financiados que cobran cuota para sobrevivir; centros
adecuadamente financiados que cobran cuotas para hacer frente a gastos
no concertados (esto es, partidas de gasto no contempladas por las
administraciones educativas y que permiten ampliar los servicios
ofertados); y centros bien financiados que cobran cuota por
diferenciación o beneficio económico.
En concreto, precisa que, para cada etapa educativa (Infantil,
Primaria y ESO), un 17%, 20% y 19% respectivamente no cobran cuotas y
están adecuadamente financiados; un 14,5%, 12% y 14,5% respectivamente
no cobran cuotas y están infra-financiados; un 23% en todas las etapas
educativas sí cobran cuotas para cubrir el hecho de que están
infra-financiados; un 28%, 29% y 28% respectivamente sí cobran cuotas
para cubrir gastos no concertados; y un 17,5%, 15% y 15% respectivamente
cobra cuotas por diferenciación o beneficio económico.
Al realizar un análisis específico para las cinco comunidades
autónomas con mayor presencia del sector concertado, el estudio señala
que Andalucía se caracteriza por una financiación baja respecto a la
media nacional, unos gastos no concertados razonablemente contenidos en
la mayor parte de la distribución de financiación y, sobre todo, el
nivel más bajo de cuotas de entre todas las CCAA consideradas.
Cataluña muestra una financiación de la red concertada muy polarizada
(centros muy bien financiados o muy mal financiados) y un cobro de
cuotas casi universal que responde con la misma herramienta a realidades
económicas opuestas, ya sean las de infra-financiación (entre un 46% y
un 53% de centros dependiendo de la etapa educativa) o las de
diferenciación de la oferta o beneficio económico (entre un 25% y un 33%
de los centros dependiendo de la etapa educativa).
En la Comunidad de Madrid, hay una relación muy fuerte entre el cobro
de cuotas y el resultado económico (los centros mejor financiados
tienen una mayor probabilidad de cobrar y cobrar cantidades altas) y una
enorme importancia del tamaño de centro para entender las dinámicas de
cobro de cuotas.
En esta comunidad se identifica una proporción baja de centros
infra-financiados y una proporción ligeramente superior respecto a la
media nacional de centros que cobran por razones de diferenciación
respecto a otros centros o beneficio económico.
Por su parte, ña Comunidad Valenciana presenta una relación positiva
entre el cobro de cuotas y el resultado económico (especialmente en la
ESO), una enorme importancia del tamaño de centro para entender las
dinámicas de cobro de cuotas y una proporción elevada de centros con
infra- financiados (casi un 40%) con cuotas bajas que viven una
situación precaria a nivel financiero.
Por último, el País Vasco presenta unos niveles de financiación muy
elevados en relación con la media nacional y la proporción más baja de
centros infra-financiados. También se observa una relación más débil
entre el tamaño del centro y el cobro de cuotas, que son generalizadas y
superiores a la media nacional y, sobre todo, una enorme importancia de
los gastos no concertados, los más elevados de todas las CCAA
analizadas, que constituyen la razón principal para el cobro de cuotas.