VALENCIA.- El Consell Valencià de Cultura (CVC) recomienda que la fiesta de las Fallas sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC) de carácter inmaterial por la Generalitat, puesto que hay "sobradas razones" que acreditan su mérito para recibir esa distinción.
Igualmente, el organismo consultivo cree que la declaración debe hacerse extensiva a las 47 localidades con Junta Local Fallera y anima a las instituciones a iniciar los trámites para que las Fogueres de Sant Joan de Alicante y las Gaiates de Castellón puedan acceder a los mismos niveles de protección.
El CVC ha aprobado este lunes en sesión plenaria el 'Informe sobre la declaración de la fiesta de las Fallas como BIC Inmaterial de la Comunitat Valenciana', a instancias del Gobierno valenciano, que el pasado 28 de diciembre inició un expediente destinado a conceder a las fiestas josefinas esa consideración con el fin de que, posteriormente, pueda optar también a ser reconocidas por la Unesco.
La institución subraya que las Fallas poseen "sobradas razones históricas, artísticas, literarias, musicales, asociativas, populares, humorísticas, gastronómicas, de mantenimiento de las tradiciones y de atracción turística y promoción económica" para ser BIC Inmaterial. Por ello, añade, "merecían inscribirse en el Inventario de bienes del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en pie de igualdad con otras celebraciones populares, de raíz festiva, artística y cultural, del mundo".
El Consell Valencià de Cultura agrega que las autoridades y las entidades culturales de la Comunitat "deben mostrar interés por el cuidado, protección y reconocimiento del gran acervo cultural, artístico, musical, histórico y asociativo que las Fiestas de las Fallas atesoran y proyectan, así como velar por el uso normalizado del valenciano.
En el informe, según ha explicado su ponente, el consejero Francisco Pérez Puche, se hace un repaso del amplio repaso del bagaje cultural que acompaña a las Fallas y se alude a cuestiones como el humor, al artesanía, la música e, incluso, la gastronomía.
Asimismo, se destaca la importancia en los festejos de la pirotecnia y la iluminación --se agradecen los "encomiables esfuerzos que se están realizando por hacer compatible la habitabilidad de la ciudad, la salud pública y el disfrute de la fiesta"-- y el sentido artístico, sobre el que se comenta que "el buen gusto y la calidad estética presiden, por lo general, el vestido de las mujeres y hombres que concurren".
Durante el debate, varios de los miembros del CVC han destacado el grado de acuerdo que ha suscitado este documento, que ha llegado al pleno con el sexto borrador. Así, Ramon de Soto se ha felicitado por el hecho de que, "por fin, se ha manifestado en el pleno del CVC una postura de consenso respecto a las Fallas".
Aun así, el consejero Martín Quirós ha hecho una propuesta para que en las conclusiones del texto se especificara de manera aún más clara que el informe solo se refiere a las Fallas, y no a otras fiestas de la Comunitat, porque así lo solicitó el Consell, aunque finalmente el documento se ha aprobado tal y como estaba redactado al considerar los integrantes de la institución que ya había quedado reflejado ese punto.
El pleno también ha dado luz verde a un informe sobre la situación de las llamadas 'covetes de Sant Joan del Mercat' --espacios semisubterráneos construidos bajo la terraza de la fachada barroca del templo--, que se encuentran "en muy mal estado", ha advertido uno de los redactores, Ricardo Bellveser.
El documento recuerda que, dado que la Iglesia de Sant Joan del Mercat es Monumento Nacional, su declaración no afecta únicamente al edificio sino también su entorno, y más cuando se encuentra en el entorno de la Lonja, que es un edificio Patrimonio de la Humanidad. Esta circunstancia "obliga a remodelar todo el entorno, porque de lo contrario podría verse afectada la vigencia de estas declaraciones".
Además, el CVC defiende que las 'Covetes' "tendrían que estar en uso y bien restauradas, y que podrían tener una actividad comercial artesanal y cultural de acuerdo con el entorno privilegiado donde se encuentran".
En esta línea, animan a los propietarios de las Covetes --de propiedad privada a excepción de una que pertenece a la parroquia-- a aprovechar las ventajas que se están concediendo en la actualidad para abrir negocios sin trámites ni grandes inversiones y a emprender iniciativas comerciales y artesanas dignas en un lugar tan destacado de la ciudad.
Además, insta a la Conselleria de Cultura y al Ayuntamiento de Valencia a hacer "las gestiones necesarias para la recuperación de la actividad artesanal y comercial de las Covetes de Sant Joan". También pide a estas administraciones y a la Iglesia que "mantengan con el máximo de celo, cada uno dentro de sus competencias, el estado de conservación del conjunto formado por el templo, la fachada, la terraza y las 'covetes', elementos todos ellos de primera calidad dentro del patrimonio de la ciudad".
Por otra parte, el CVC ha aprobado una declaración sobre la percepción social de la mujer --en la que lamenta la "feminización de la pobreza" a causa de la crisis, la violencia de género y el uso publicitario de su imagen--, y una addenda al 'Informe sobre la utilización de la energía nuclear' y otro pronunciamiento sobre el calentamiento global y las ciudades.
La entidad ha aprobado la liquidación del presupuesto de 2011, cuya ejecución ha alcanzado el 66 por ciento, ha apuntado el secretario, Jesús Huguet. Cabe recordar que, según reconoció el propio presidente del CVC, Santiago Grisolía, la institución no ha percibido la asignación de la Generalitat correspondiente a los ejercicios de 2010 y 2011 --lo que supone unos 3,8 millones de euros-- por lo que está empleando el dinero que el organismo ha ahorrado.
Por último, en el turno de ruegos y preguntas se ha puesto sobre la mesa la intención del Ayuntamiento de Benicàssim de quitar el nombre de José Saramago a un centro cultural para sustituirlo por el autor local Josep Barberá i Cepriá.
Al respecto, Gloria Marcos ha mostrado su desacuerdo y ha sugerido que el CVC, aún reconociendo la gran valía de Barberá i Cepriá, dirija una carta al equipo de gobierno municipal para que no se elimine la referencia al Premio Nobel.
