domingo, 20 de mayo de 2018

Agramunt abandona el Consejo de Europa por “el hartazgo, la presión y el miedo”

VALENCIA.- El senador del PP Pedro Agramunt ha asegurado este domingo que dejará de ser miembro del Consejo de Europa "a petición propia" el próximo mes de junio por "el hartazgo, la presión y por miedo". "No quiero perjudicar al PP", ha añadido.

El propio Agramunt ha confirmado hoy su decisión de abandonar su puesto en el organismo antes de la reunión que mantendrá este martes con la dirección de su partido en el Senado, y en la que dará explicaciones sobre las investigaciones y las sanciones del Consejo de Europa.
Con todo, no espera que desde el PP se pida su renuncia al acta de senador porque, según Agramunt, eso “solo lo hacen los de Podemos y los de Compromís”.
 “Allí te pica un mosquito y ya te lo están pidiendo”, ha aseverado.
La renuncia del político ‘popular’ llega después de que el Consejo de Europa le impusiera sanciones por infringir “seriamente” el Código de Conducta. En concreto, durante diez años no podrá desempeñar las labores de observador electoral ni ser designado presidente o vicepresidente de una comisión o subcomisión de la Asamblea del Consejo de Europa.
La sanción afecta también a aspectos institucionales, ya que se le priva de formar parte de delegaciones de la Asamblea y tampoco podrán realizar preguntas al Comité de Ministros del Consejo de Europa, órgano de decisión del Consejo formado por ministros de Exteriores de los países miembros.
Estas penalizaciones se hicieron efectivas después de la investigación interna de la institución ante las sospechas de corrupción en la actividad de Agramunt tanto como presidente de la Asamblea Parlamentaria como en su papel de observador electoral.

Camps asume políticamente la decisión de celebrar la F-1

VALENCIA.- El ex presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, ha asumido políticamente la "decisión" de celebrar el Gran Premio de Europa de Formula 1 en el circuito urbano de València y ha manifestado que en su declaración como investigado del pasado viernes ante la jueza que instruye las presuntas irregularidades en la gestión de la F-1 en Valencia "no señaló a nadie" porque "nadie ha hecho nada irregular": "Todos pusimos nuestro mejor empeño, y yo el primero, para que saliese todo bien".

Así se ha expresado Camps mediante un comunicado en el que “aclara” en 15 puntos su posición en esta cuestión “ante la desinformación interesada” observada desde su “comparecencia ante el Juzgado que investiga la creación de los GP de Fórmula 1 en Valencia”.
En el escrito, Camps detalla que la “idea” de la celebración del Gran Premio vino del magnate de la competición, Bernie Ecclestone, “al ver el puerto de Valencia”, algo que al ex president le “entusiasmó”, por lo que “comenzó a coordinar esfuerzos” con el consistorio, el puerto y empresas nacionales como Bancaja. “Fue Bancaja quien dio el paso e impulsó la creación de una empresa abierta a más socios y participada para ser promotor del evento que la Generalitat encabezaba institucionalmente como un proyecto ilusionaste, que fue un éxito”, ha asegurado.
Así, ha señalado que “en el marco de la declaración de interés general”, los datos económicos de renta del evento avalados por el IVIE, el Consell “que presidía constituido en Junta General de Accionistas de la Sociedad Proyectos Temáticos de la Generalitat adopto el acuerdo de ser copromotor del Gran Premio de Europa en Valencia”.
“Los datos macroeconómicos eran favorables, pero la crisis económica y los dos grandes premios en España, condujeron a la necesidad de realizar un único GP de F-1 en España, ya que el público y los aficionados no podían acudir a ambos”, ha detallado, y ha indicado que “a la propuesta de Ecclestone de que Valencia fuese único Gran Premio en las fechas de Montmeló y con el nombre de Gran Premio de España” dio “el visto bueno”.
“Lo vi desde el principio como una de las grandes apuestas de nuestra comunidad, turismo, riqueza, empleo y proyección”, ha explicado, y ha remarcado que “todos los miembros del gobierno que presidía y la administración actuaron bajo el estricto imperio de la ley”. “Nadie buscó rédito personal alguno”.
Asimismo, el ex jefe del Ejecutivo valenciano ha destacado que si actualmente continuase ese Gran Premio “estaría ya en balance de gestión positiva, y se habrían acumulado centenares de millones de telespectadores en el mundo mirando a Valencia”.
“Asumo políticamente una decisión que, como todas las que he tomado en política, siempre han sido en interés de la Comunidad Valenciana y España”, ha manifestado Camps, quien también ha destacado que “lo que ocurre en una instrucción es de una complejidad enorme, yo nunca valoro las respuestas de los que son interrogados”. “Sólo espero tener el mismo trato”, ha afirmado.
Por último, el ex president ha pedido no mirar “con ojos de hoy las decisiones políticas de ayer”. “Y en este momento de recuperación económica sería excepcional retomar la celebración del Gran Premio en las calles y puerto de Valencia donde transcurrió”, ha propuesto.
“Agradezco a todos los que colaboraron en este ilusionante proyecto, y sólo deseo que nuestras bienintencionadas explicaciones conduzcan a un feliz final de los procesos abiertos”, ha concluido.

Banco Sabadell abrirá 'oficinas rápidas' para hacer operaciones de caja

ALICANTE.- Banco Sabadell está poniendo en marcha un nuevo formato de sucursal de «servicio rápido» que prevé que este mismo año llegue a la Región y a otros puntos del país. Según explicaron fuentes de la entidad, su intención es concentrar en estas oficinas las operaciones de caja -ingresos y retiradas de efectivo, cobro de cheques, etc- . Este tipo de operaciones son las que suelen generar más colas de clientes.

Estas oficinas, que ya se están probando en la localidad valenciana de Torrent, contarán, además, con un horario ampliado, que incluye la tarde, tal y como avanzaron fuentes de la entidad. El horario de apertura, en todo caso, se fijará en cada sede.
El objetivo del banco es que a finales del año 2020 ya funcionen con este nuevo formato 150 sucursales repartidas por toda España. 
Los clientes «recibirán una atención más ágil, sin esperas y con nuevas soluciones a su disposición», remarcaron fuentes de la entidad. 
La transformación de la red será, no obstante, de mayor calado ya que uno de los motivos de poner en marcha este modelo es liberar de estas tareas al resto de oficinas que tengan a su alrededor.

Las provocaciones del nazi de Torra le llevarán al exilio en Suiza / José Oneto *

Carola Miró y Bedós (52), esposa de Quim Torra Pla (55), Presidente provisional de la Generalitat, ya ha anunciado que su marido no está dispuesto a ir a la cárcel y que, en todo caso, pediría asilo político en Suiza, si las cosas se complican en Cataluña, aunque no dice que hará todo lo posible, y más, para que se compliquen, hasta el enfrentamiento civil. 

Conocen bien Suiza desde que Torra empezó a trabajar profesionalmente en la empresa de seguros Winterthur, hasta que ésta fue absorbida por Axa y le quisieron promocionar ofreciéndole un puesto privilegiado en Madrid. Pero prefirió renunciar, antes de vivir “en la capital de España, la capital de las bestias”.

En las 72 horas que lleva de Presidente de la Generalitat (‘Toma de posesión de la malhablada marioneta de Puigdemont’) todo ha sido una complicación, un disparate y, sobre todo, una provocación, dirigida al enfrentamiento civil. Desde la propia toma de posesión pobre y minimalista, como el personaje, hasta el juramento obviando la Constitución, el Estatuto de Autonomía, la bandera nacional, y, al Jefe del Estado, pasando por el vasallaje prestado, al día siguiente de la jura, al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, para que quedase claro que ni tomaba posesión en el salón Sant Jordi del Palau, sino en el Saló Verge de Montserrat, ni por supuesto estaba dispuesto, como se le había ordenado, a ocupar el despacho del President que permanecerá cerrado hasta su esperada y ansiada vuelta para la que trabaja, hasta que entre en prisión o huya a Suiza.

Tal como había pactado con “el Presidente en el exilio”, el que está preparando ya su “Consejo de la Republica” y la Asamblea de Electos, (un parlamento paralelo) ha intentado restituir a todos los consellers cesados por Rajoy según el articulo 155, a pesar de la advertencia que ya había realizado el Presidente del Gobierno, de incluir a los que se habían exiliados o permanecían en prisión, excepto Oriol  Junqueras , Raul Romeva y Joaquin Forns que se habían negado. Y dicho y hecho. 

Veinticuatro horas después de despachar con Puigdemont en Berlín, hacia pública este sábado la lista de su gobierno en la que incluía a dos exconsellers en prisión (Josep Rull y Jordi Turull) y otros dos fugados y con orden de detención (Lluís Puig y Toni Comín), algo considerado por La Moncloa una “nueva provocación”, en lo que manifestaban su acuerdo, tanto el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, como el Presidente de Ciudadanos, Albert Rivera.

De esta forma, los nombramientos quedan congelados, porque no serán publicados en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGC), en manos de Rajoy,  gracias al articulo 155, con lo cual Cataluña sigue sin Gobierno, con el 155 en vigor y con un Presidente interino dispuesto a huir a Suiza, como la dirigente de la CUP Anna Gabriel o la secretaria general de Esquerra Republicana de Catalunya Marta Rovira, antes de entrar en prisión que es el camino que lleva, terminada y clausurada solemnemente la etapa de la “revolución de la sonrisa” e iniciada la de la provocación y el enfrentamiento civil.

Este fin de semana quien realmente maneja la marioneta de Quim Torra habrá podido leer en Berlin los duros calificativos del periódico de referencia alemán “Frankfurter Allegemaine Zeitung” , en el que explica cómo el nuevo Presidente predica el odio, partiendo de que uno de los mayores éxitos de marketing del separatismo catalán ha sido hasta ahora, el aura especial con el que ha logrado envolver su propio programa político. Los que escuchan “Cataluña”, dice el periódico, piensan en manifestaciones pacíficas, banderas de colores, niños sonrientes. 

La retórica de los políticos encaja con ello: una Cataluña independiente será pro-europea, democrática y social, aseguran; una sociedad abierta para todos los que estén dispuestos, digámoslo así, a participar de alguna manera. Este punto no se especifica con mayor detenimiento. ¿Acaso no basta con contemplar esas caras bondadosas y vitorear al mejor futbolista del mundo?

“Pero ahora las cartas están sobre la mesa. El abogado y exeditor Quim Torra, que acaba de asumir el cargo de presidente de la Generalitat en Barcelona, propaga el racismo, la xenofobia y una ideología nacionalista de la peor calaña. Torra, de cincuenta y cinco años y confidente de Puigdemont, odia a España y el idioma español. Lo ha dicho y escrito muchas veces, por ejemplo en tuits como estos: “Los catalanes votamos y los españoles vienen a vigilarnos. Fuera de aquí de una vez”. O: “Los españoles sólo saben cómo saquear”. O: “Vergüenza es una palabra que los españoles hace siglos que borraron de su diccionario”.


(*) Periodista y economista


Historia de la bandera en su 175º aniversario


MADRID.- Fue en 1843 cuando Isabel II firmó un real decreto que impuso la bandera rojigualda como enseña común de todos los Ejércitos, acabando con la amplia variedad de colores y escudos que portaba cada regimiento hasta la fecha. Así se ha mantenido durante los últimos 175 años con la única excepción de la tricolor durante la II República y la Guerra Civil en el bando republicano.

"La unidad de la monarquía española y la actual organización del Ejército y demás dependencias del Estado exigen imperiosamente desaparezcan todas las diferencias que hasta ahora han subsistido". 
Así rezaba la orden con la que el 13 de octubre de 1843 Isabel II dictaba que banderas, estandartes y escarapelas debían adoptar los colores rojo y amarillo.
Sin embargo, fue Carlos III quien 58 años antes había elegido estos colores, según ha explicado el coronel Gerardo López Mayoral, experto en vexilología --disciplina centrada en el estudio de las banderas-- y uno de los responsables del Instituto de Historia y Cultura Militar del Ejército de Tierra de divulgar este 175 aniversario.
Al subir al trono, el monarca observó que la mayoría de países utilizaban banderas en las que predominaba el color blanco, lo que daba lugar a confusiones en alta mar llegando incluso a provocar algún desafortunado incidente.
Para ponerle remedio, Carlos III encargó en 1785 a su ministro de Marina, Frey Antonio Valdés, que le presentase varios modelos de banderas que fuesen fácilmente reconocibles. El ministro convocó un concurso del que seleccionó doce bocetos que presentó al rey, que eligió el modelo que ha llegado hasta hoy en día para la Marina de Guerra y un segundo diseño (con los mismos colores pero diferente composición) para la Mercante.
Este diseño de la rojigualda fue entonces el adoptado por los barcos de guerra y más tarde se amplió su uso a todos los establecimientos dependientes de la Armada, popularizándose así en las ciudades costeras. Hay además pruebas puntuales de su utilización en otros ámbitos durante el convulso siglo XIX, aunque el Ejército continuó usando sus banderas anteriores.
Así siguió hasta 1843, cuando una joven Isabel II, siendo presidente del Gobierno provisional Joaquín María López, firma un real decreto para imponer la bandera roja y amarilla con medidas de 1,47 x 1,47m y un escudo circular en el centro con las armas Reales. Pese a ello, su adopción por todas las unidades militares fue progresiva y durante los siguientes años algunos regimientos siguieron usando sus enseñas.
El uso de la rojigualda fue así ampliándose y siguió vigente incluso durante la I República, cuando se suprimieron todos los símbolos reales de los escudos pero se mantuvo la bandera. Hubo un proyecto para cambiarla por una nueva bandera tricolor roja, blanca y azul, aunque finalmente no se llevó a cabo.
No fue así durante la II República, en la que tan sólo dos semanas después de su proclamación el Gobierno promulgó un real decreto implantando la bandera tricolor de franjas roja, amarilla y morada con el escudo de España en el centro, sustituyendo la corona real por un castillo.
Esta bandera siguió siendo utilizada por el bando republicano durante la Guerra Civil junto a las enseñas de los distintos partidos políticos o sindicatos. Mientras, el bando del dictador Francisco Franco restableció la bandera bicolor tan sólo un mes después de la sublevación militar y, una vez concluida la guerra, incluyó el águila de San Juan en el escudo.
Con puntuales variaciones en el escudo continuó el símbolo hasta la promulgación de la Constitución de 1978, que recoge la rojigualda como bandera de España: "La bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas", reza el artículo 4 de la Carta Magna.
El escudo no aparece sin embargo recogido en la Constitución, sino que es una ley posterior de 1981 la que lo define: cuartelado de Castilla, León, Aragón y Navarra, con la Granada en la punta y el escusón central de la casa de Borbón, timbrado por corona Real y con las columnas de Hércules a sus costados.
Instituto de Historia y Cultura Militar del Ejército de Tierra está conmemorando este aniversario durante todo este 2018 con diversas iniciativas entre las que se encuentra una exposición de banderas de España que ha estado ya en Barcelona, se encuentra ahora en Cartagena (Murcia) y visitará La Coruña y Valencia.