domingo, 15 de marzo de 2009

Alarte afirma que Camps tiene que responder ante los valencianos "qué está pasando" alrededor del Consell

CASTELLÓN.- El secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, afirmó que el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, tiene que responder ante los valencianos "qué está pasando y qué no está pasando" alrededor del Consell, "pues no se puede esconder en Rajoy ni en visitas a Madrid", dijo.

Alarte realizó estas declaraciones tras ser preguntado por las últimas informaciones en referencia a la posible implicación de Camps en la "operación Gürtel" antes de que se iniciase la Romería de las Canyes de las fiestas de la Magdalena de Castellón.

Según dijo, "en esta Comunitat hace tiempo que no se habla del paro, del grave problema de la provincia de Castellón, que lidera el paro en toda España, ni se habla de soluciones para el sector de la cerámica, ni se habla de desarrollo, ni de sanidad y educación pública, sino de trajes, y es vergonzoso".

En su opinión, "conforme pasan los días, cada vez es más evidente que el presidente de la Generalitat Valenciana debería ya de dar una explicación y celebrar un pleno extraordinario de las Corts para dejar que los grupos políticos le pregunten y aclarar políticamente qué esta pasando y qué no está pasando".

Alarte manifestó que "Camps lleva consintiendo que, a su alrededor, un grupo de personas, algunas de ellas en la cárcel, investigadas por cometer graves delitos, hayan tenido una relación persistente e intensa con ellos".

Al respecto, indicó que Camps "es responsable político de consentir y sumir al Consell y al Gobierno valenciano en una crisis institucional sin precedentes y de haber consentido que, alrededor del Consell, se haya estructurado una red de gente que presuntamente se dedica a cometer delitos y a utilizar la administración para enriquecerse".

"Tendrá que responder donde toca, pues no se puede esconder en Rajoy ni en visitas a Madrid, sino que debe responder ante los valencianos", añadió.

Camps se defiende amenazando a sus críticos

VALENCIA.- La Generalitat aseguró hoy que se emprenderán todas las acciones legales por "atentar contra el honor y la dignidad" del presidente del Gobierno valenciano, Francisco Camps, una vez termine el proceso principal en curso porque es lo que corresponde jurídicamente, según informó el Consell en un comunicado.

Camps participó hoy en tradicional Romería de Les Canyes, en las fiestas de la Magdalena de Castellón, donde aseguró que, después de "tanta mentira", es "cuestión de tener confianza y paciencia" y esperar que "todo se aclare definitivamente".

Según dijo, "cada semana hay una mentira nueva que, además, se contradice con la mentira de la semana anterior, pues si se coteja mentira tras mentirá, se verá que, al final, todo es una tremenda incoherencia", y --explicó-- "100 mentiras no hacen un verdad, y yo ya dije en su momento lo que dije y además, sigo diciendo lo mismo".

En cualquier caso, el presidente de la Generalitat mostró su "confianza plena" en la Justicia, y dijo que confía "plenamente" en "la verdad, que resplandecerá sobre la mentira y sobre la insidia y, en este día, después de tanta mentira, estoy más ilusionado, más fuerte y más contento que nunca y veo que, al final, las cosas se van aclarando, pues cada día dicen cosas contradictorias y diferentes".

Al respecto, añadió que "es cuestión de esperar, de tener confianza, paciencia e ilusión, de seguir trabajando por el futuro de la Comunitat Valenciana y de esperar que todo se aclare definitivamente", y --afirmó-- "cuando todo se aclare y resplandezca la verdad, entre todos, y estoy convencido de ello por la cantidad de gente que me anima, será un gran día de felicidad para la inmensa mayoría de los valencianos y los castellonenses".

La CAM, quinta caja de ahorros con menor crecimiento del crédito

ALICANTE.- Caja Mediterráneo es la quinta caja de ahorros española con menor crecimiento del crédito en el último año, según el balance consolidado que han enviado a la patronal del sector, Ceca, las 45 entidades del país. Según el balance atribuido, CAM acumula un saldo de inversión crediticia de 58.495 millones de euros, lo que supone sólo un 0,3% más que en el año 2007, recoge 'La Verdad'.


Este dato no coincide, sin embargo, con el que facilitó el director general de CAM, Roberto López, a principios de febrero en Madrid. Según aquella documentación, el saldo de crédito gestionado es de 61.048 millones de euros, lo que supone un aumento del 0,72% en el ejercicio del 2008.

La información entregada en Ceca sitúa a CAM como la quinta con menor aumento del crédito. Sólo presentan menor balance de préstamos Caja Granada, Cajasur, Caixa Catalunya y Caixa Sabadell. Las entidades que más crecieron el pasado año en inversión crediticia fueron: Caja Ávila, Caja Madrid, Caja Gudalajara, Sa Nostra y La Caixa.

En esa comparecencia, López aclaró que la demanda crediticia había disminuido un 50% en la segunda mitad del 2008 como consencuencia de la crisis económica y el parón del consumo familiar.

CAM y Bancaja deben inyectar nuevos créditos millonarios a Terra Mítica para evitar la parálisis

ALICANTE.- Las cúpulas directivas de CAM y Bancaja, principales accionistas de Terra Mítica, junto a la Generalitat Valenciana, vuelven a sufrir nuevos quebraderos de cabeza con el parque temáticos. La delicada situación financiera por la que atraviesa otra vez la sociedad les devuelve a tiempos pasados que parecían superados tras su saneamiento con el levantamiento de la suspensión de pagos y los ingresos obtenidos por la venta de los terrenos anexos al complejo, según 'Las Provincias'.

De hecho, las dos entidades de ahorro de la Comunitat están abocadas a inyectar nuevos créditos millonarios para evitar la parálisis de las instalaciones ante el comienzo inminente de la temporada 2009 en abril.

El consejo de administración de Terra Mítica, que admite implícitamente las nuevas dificultades económicas por la que atraviesa el complejo, al aprobar anteayer "revisar el plan de negocio" para "adaptarlo a la coyuntura de actual con un criterio de prudencia", sin embargo, no ha querido hacer públicos los resultados negativos del pasado ejercicio 2008, limitándose a anunciar que los aprobará en un plazo de 15 días, una vez que queden auditados.

El problema estriba en que frente a la desinformación oficial se están produciendo diferentes filtraciones a los medios de comunicación que apuntan a unas pérdidas anuales por encima de los 10 millones de euros, que en función de si se tienen en cuenta contabilizar el balance final de algunas partidas como gastos en lugar de como inversiones, se podría a elevar hasta los 18 millones.

Y es que la pasada campaña ha marcado una vuelta atrás en la mala gestión del parque, tras los dos ejercicios anteriores en los que se apuntaba a un equilibrio de las cuentas, con un recorte importante de los gastos. La falta de acierto en algunas decisiones adoptadas por la dirección, como el traslado de zona de la atracción Tizona -con un elevado coste-; la programación de espectáculos musicales -no han cubierto las expectativas-; o el aprovechamiento de la nueva área abierta de Ocionía -tampoco ha generado los ingresos esperados-, ha provocado que se dispararan las pérdidas.

Los accionistas cuestionaron algunas de estas decisiones y como consecuencia de los resultados obtenidos existía ya una clara pérdida de confianza sobre el máximo ejecutivo, John Fitzgerald, que finalmente presentó su dimisión como director general. Sin duda, una salida lógica, pero forzada, e inesperada por la forma -vía e-mail, desde EE. UU.- ante la decisión de los socios de imponerle la figura de un controller como supervisor.

A partir de ahora, las cajas de ahorros y el Consell tendrán que designar urgentemente un nuevo responsable del parque, que será el encargado de llevar a cabo "la modificación de objetivos" incluidos en el plan estratégico, porque la situación ha cambiado claramente.

Aznar pide a Olivas que deje su sitio a Florentino Pérez en el Consejo de Iberdrola

BILBAO.- Tres vocales del consejo de administración de Iberdrola han recibido en los últimos días una llamada del ex presidente del Gobierno José María Aznar en la que les animaba a dimitir. El objetivo sería generar una vacante en ese órgano de gestión de la compañía y facilitar de esta manera el acceso de los representantes de la constructora ACS.

Así lo confirmaron a 'El Correo' fuentes del consejo de la eléctrica.

Los receptores de las llamadas habrían sido tres consejeros 'próximos' al Partido Popular: el presidente de Bancaja, José Luis Olivas; el ex responsable de esta misma entidad financiera Julio de Miguel; y Sebastián Battaner, que representa a un grupo de cajas de ahorros con participaciones minoritarias.

El 'aterrizaje' del ex presidente del Gobierno ha causado «sorpresa» en la cúpula de Iberdrola, donde se interpreta que la pugna por el control de la sociedad tiene un nuevo ingrediente desconocido hasta ahora: el de las presiones políticas.

Sólo una semana después de su salida del consejo de administración de Unión Fenosa, el presidente de ACS, Florentino Pérez, ha solicitado a su homólogo de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, el puesto en el consejo de esta eléctrica que le corresponde como principal accionista, según 'Cinco Días'.

Primero, a través de un requerimiento notarial y, después, en un encuentro personal, Pérez trasmitió el viernes a Galán el deseo de estar en el consejo que tantas veces había reiterado públicamente en los últimos meses. Aunque la constructora tiene derechos políticos por el 12,6% de Iberdrola (un 7,74% directamente), sólo ha solicitado un representante. Según los estatutos de la compañía, con un 6,67% de participación se tiene derecho a un sillón.

Según fuentes oficiales de Iberdrola, que celebra su junta ordinaria el próximo viernes en Bilbao, el encuentro, en la sede de la eléctrica, fue solicitado por Florentino Pérez y duró tres cuartos de hora. Estas mismas fuentes indican que Galán tomó nota de la solicitud y dijo que 'la elevaría a los órganos de Gobierno de la compañía'.

Eso sí, le recordó que el consejo, que tiene un máximo de 15 puestos, está completo. De hecho, el reglamento del consejo fue modificado recientemente para su blindaje: se han limitado el número de consejeros y las posibles vacantes han quedado bloqueadas a largo plazo después de que se haya eliminado la edad de jubilación.

Pese a todo, en la reunión, a la que también asistió el secretario del consejo de Iberdrola, Julián Martínez Simancas, se respiró 'muy buena voluntad' por parte de los ejecutivos de Iberdrola, según fuentes próximas a la constructora.

En ámbitos empresariales y políticos se asegura que desde hace varias semanas existe un pacto, en el que habrían participado otros accionistas de la eléctrica, para evitar un enfrentamiento judicial. O que, en el mejor de los casos, Iberdrola aceptara la petición pero alargara sine die el momento de la entrada alegando la falta de vacantes.

Las mismas fuentes aseguran que Iberdrola habría recibido 'mensajes políticos' y que, a la vista de la imposibilidad legal de negar la entrada al consejo del principal accionista, ha intentado lograr algo. Por ejemplo, el compromiso del Gobierno de otorgar este mes el aval del Estado para poder titulizar el déficit de tarifa, una deuda superior a 5.000 millones, que el sistema mantiene con las cuatro grandes eléctricas, señalan esas fuentes.

Pese a la prudencia de las partes, todo apunta a que ACS podrá entrar próximamente en el consejo, previa dimisión de alguno de los actuales consejeros. De esta manera, la constructora podría poner en equivalencia su participación en Iberdrola. Algo que necesitaría tras su salida de Fenosa y a la que tiene derecho, según la ley, por superar el 3% del capital y contar con una cierta influencia en la gestión, que queda justificada por la pertenencia al consejo.

Un pacto de no agresión entre accionistas

De la voluntad de aceptar la petición de ACS para entrar en el consejo de Iberdrola, da cuenta el sumo cuidado con el que Ignacio Sánchez Galán ha evitado en las últimas comparecencias públicas atacar a Florentino Pérez, como había hecho tantas veces en el pasado.

Un pacto de no agresión en el que habrían intervenido otros accionistas relevantes de la compañía, como la BBK o Bancaja. Precisamente, estos son los únicos accionistas con representantes dominicales (Xabier de Irala y José Luis Olivas, respectivamente) en un consejo compuesto mayoritariamente por independientes.

Fuentes empresariales consideran que la entrada de ACS sólo se podrá realizar con la dimisión de uno de ellos.

En el orden del día de la junta de Iberdrola que se celebra el viernes figura la modificación de los estatutos que refuerzan el blindaje del consejo. Y, dado que cambiar dicho orden del día es casi imposible, la vía más sencilla es dejar un sillón libre para la constructora.

Tras abandonar el consejo de Fenosa, se ha especulado con que el ex presidente de esta eléctrica, Pedro López Jiménez, podría ocuparlo.

Bucle mítico / Jorge Fauró

Terra Mítica, el parque temático de Benidorm ideado para dinamizar la oferta turística de la provincia y encadenar unos cuantos triunfos electorales del PP de Zaplana, vuelve a estar en la misma encrucijada del año 2006, cuando, sumido en la suspensión de pagos, se hallaba con un pie bajo tierra y el otro semienterrado.

Una coyuntura económica muy desfavorable, la peor sin duda desde el crack de 1929; un sector que para obtener rentabilidad debe nutrirse de algo más que de su enclave inmediato (Benidorm, en este caso); un director general que ha tomado las de Villadiego cansado de un accionariado que aborrece cada uno de los títulos que componen el capital; una climatología paradójicamente adversa para el parque y milagrosa para las necesidades hídricas de esta provincia; y un Gobierno autonómico que se ha desentendido por completo del proyecto impulsado por el anterior inquilino del Palau de la Generalitat.

Todos estos factores han convertido una iniciativa de 70.000 millones de antiguas pesetas en un trasto inútil y en una inversión molesta para sus acaudalados socios de referencia (la Generalitat, Caja Mediterráneo y Bancaja, con más del 60% de los títulos entre los tres).

Desconcertado por los acontecimientos, el Consejo de Administración de la sociedad se reunió esta semana para debatir un orden del día que, según cuentan desde dentro, saltó de un asunto a otro como espejo del galimatías en que Terra Mítica vuelve a estar metido.

Tan pronto se habló de la dimisión de su primer ejecutivo, John Fitzgerald, como de las inyecciones de tesorería que el parque precisa con urgencia para abrir los tornos el 8 de abril y poder pagar la nómina de los trabajadores. La estimación de pérdidas del año 2008 asciende a 18 millones de euros después de impuestos. En el ejercicio inmediatamente anterior, los beneficios subieron a 20.108.414 euros.

Por partes. Fitzgerald ha hecho lo que ha podido con las armas que tenía. Nadie podrá decir de él que no ha trabajado duro para hacer de un parque sobredimensionado una alternativa competente al mercado de sol y playa del que se alimenta. Se atrevió a vender activos del complejo para sacarlo del atolladero y su principal defecto, posiblemente, fue su resuelto alejamiento del mundo real, entiéndase por ello, los tres grandes accionistas, con los que apenas mantenía contacto.

Pero esa gestión, posiblemente olvidada y maltratada hoy de manera injusta, no exime al norteamericano de merecer la reprobación por el tosco gesto de su despedida, por correo electrónico y desde Estados Unidos. Lo que posiblemente constituya algo habitual en su Nueva York natal, en la Marina Baixa representa una falta de elegancia casi imperdonable. Después de conocer las cuentas de la mercantil, un consejero resumía la dimisión del siguiente modo: «Ni siquiera se puede decir que se haya marchado por la puerta de atrás. Lo ha hecho por la puerta de seguridad».

Pero, ¿por qué un parque de atracciones cuyo presidente, David Lladró, aseguraba en julio de 2008 que iba a triplicar beneficios acaba regresando al peor de los escenarios financieros?

Hay varios factores que pueden explicarlo, a saber:

Gestión económica aparte, Terra Mítica ha sido el perro flaco al que acuden todas las pulgas de la perrera. El recinto abrió en Semana Santa de 2007 y apenas registró visitantes a causa de la lluvia. Lo mismo ocurrió en el puente de mayo y también en junio, como si los elementos hubieran decidido aguarle la temporada a la atracción. El mes de julio parecía prometedor, pero las visitas se hundieron a partir de agosto, con la clase media enfangada en la crisis económica y con los bares de playa ofreciendo menús a ocho euros.

Las cuentas, acompañadas de inversiones derivadas de la reordenación del parque (entre ellas, el traslado de una montaña rusa), comenzaban a no salir. Volvió a llover en octubre y con ello se deshizo toda esperanza de remontar la temporada. Sin apenas ingresos y con un consumo interno reducido a la nada, la contabilidad comenzó a dar señales de alarma cuando los interventores advirtieron que la campaña estaba casi perdida.

Pero, además, la tutela sobre Terra Mítica ha cambiado en muy pocos años como de la noche al día. Del control agobiante del gabinete Zaplana al más absoluto desinterés por parte de Francisco Camps. En tiempos del ex ministro de Trabajo no hubo mes en que no se diera un garbeo por el recinto y se hiciera la foto en lo que consideraba sus dominios. En la actualidad, en Terra Mítica no recuerdan la última vez que les visitó el hoy molt honorable, para quien el parque temático ni es suyo ni lo ha impulsado él, y no puede generarle más que titulares negativos en los periódicos.

Quizá haya tenido que ver en ello, además de que se erigió en proyecto estrella de Zaplana, el inesperado papel político adoptado por Fitzgerald en los últimos años, ocupado como ha estado en asesorar al PSPV y tratar, por consiguiente, de que el PP perdiera las elecciones.

«Al parque le faltado mucho cariño de Valencia», subrayan desde Terra Mítica. Pero se equivocan en el cap i casal si piensan que la empresa sólo es suya en poco más del 20% del capital. El portavoz del Consell, Vicente Rambla, no puede desentenderse ahora de los problemas de la sociedad. Terra Mítica es un proyecto tan propio como lo fue de Zaplana, con quien fue conseller de Sanidad, o de Camps, otro zaplanista de toda la vida reconvertido a sí mismo.

Y son este Consell y su vicepresidente económico, Gerardo Camps, quienes tendrán que explicar por qué no se vendió Terra Mítica, saneado y recién salido de la suspensión de pagos, cuando aún tenía valor.

(*) Bucle: sucesión de efectos tales que el último de ellos actúa sobre el primero.

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El sastre de Camps destroza la imagen política del 'molt honorable' y lo deja sin salida en el PP

MADRID.- El sastre José Tomás García fue citado a declarar por la policía cuando alguien le sopló a la Fiscalía Anticorrupción que se estaban regalando trajes a políticos valencianos que luego pagaba Orange Market, una empresa vinculada a la trama de corrupción comandada por Francisco Correa. La policía interrogó a Tomás sobre sus clientes, tanto de Milano -tienda en la que había trabajado durante 32 años- como de Forever Young, una continuación de la primera dirigida por Eduardo Hinojosa, de la familia propietaria de la firma Cortefiel. Entre los clientes figuraba el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps. A Camps y Tomás los presentó Álvaro Pérez, El Bigotes, otro de los empresarios de la trama.

Después de declarar ante la policía, Tomás hizo lo propio ante el juez Baltasar Garzón, y un día después fue despedido de su empresa. El sastre, testigo en la causa que destapó Garzón y que afecta a altos cargos del PP valenciano y madrileño, ha concedido una entrevista a El País. Éste es su relato de los hechos.

La primera vez que Tomás tomó medidas al presidente valenciano fue en la tienda de Milano, en la calle de Serrano de Madrid. Pero los cuatro trajes que encargó Camps los confeccionaron mal y los devolvió. Después continuaron la relación cuando Tomás ya estaba en Forever Young y Camps se desplazaba a Madrid por compromisos políticos.

"Siempre que venía a Madrid, Camps se alojaba en el Ritz", rememora el sastre. "Él me llamaba por teléfono cuando salía de Valencia o desde el coche y me decía a la hora que llegaba al Ritz. A su llegada yo ya le estaba esperando en el hotel y subía a su habitación. La primera vez le tomé las medidas y las dos siguientes le mostré algunas telas o una americana que le había hecho".

Francisco Camps era un cliente exigente. "Me hizo repetir bastantes trajes. Quería los pantalones con un ceñidor detrás y hubo que buscar una trabilla que tuvieron que traer de Italia. Pero era una persona amable, buena gente. Los trajes que le hice eran de unos 800 o 900 euros los primeros. Los últimos, de 1.000 o 1.200. En total le hice unos ochos trajes, tres americanas, pantalones... Tuvimos relación durante un año y pico".

El montante de las ventas de Tomás a Camps, según la contabilidad en poder de Garzón, ascendió a 12.783 euros. Para lo que se tarifa entre empresarios, políticos y famosos, Camps no era, según su sastre, de los más derrochadores. Nada que ver con su amigo el empresario Álvaro Pérez, El Bigotes. "Álvaro presumía de ser el tío mejor vestido de España, era un cliente compulsivo", cuenta. Las dos últimas ocasiones en que Tomás vio a Camps fue en la tienda de Forever Young, en el paseo de la Castellana, 140.

"Iba a la tienda porque era más cómodo. Había probadores muy grandes y los guardaespaldas podían dejar el coche a la puerta. Lo último que le hice fueron dos trajes de tejido fino, en agosto de 2008, para el Mundial de Fórmula 1 en Valencia. Se llevó también dos pares de zapatos Crockett & Jones, de 500 y pico euros cada par, que estaban en oferta, rebajados a 200".

Pero donde el presidente valenciano puso a prueba a su sastre fue en la confección de un esmoquin para un acto oficial en Nueva York. Tomás no recuerda bien las fechas, si fue a finales de 2006 o en la primavera de 2007, pero sí recuerda que, como casi siempre, le vinieron con prisas. Se lo encargaron con pocos días de antelación y no daba tiempo a hacerlo ni Tomás tenía las medidas.

"Por consejo del cortador de la fábrica le pedí a Camps que me enviase desde Valencia un traje que le quedase bien", prosigue Tomás. "Él lo envió y el patronista tomó las medidas y lo remitió todo a Satgor, una empresa de confección radicada en Caparroso [Navarra]. En ocho o diez días le enviaron el esmoquin a Valencia. Después me enseñaron una fotografía de una revista, en la que aparecía Camps en un acto oficial en Nueva York con el esmoquin".

Mucha tinta ha derramado también el famoso "chaleco blanco" para ir al Vaticano. El sastre conviene en que se trata de un error en el auto de Garzón. El chaleco era negro, no blanco. Lo explica así: "Yo le expliqué al juez que un frac va siempre con chaleco blanco, y de ahí el error. Tres o cuatro días antes del evento en el Vaticano, Álvaro Pérez me llamó y me dijo que el protocolo de la Santa Sede exigía chaleco negro, y me encargó dos chalecos: uno para él y otro para el presidente Camps.

Álvaro ya tenía encargado un frac pero no había tiempo para cortar el de Camps, así que le envié uno de confección, de unos 300 euros, que fue el que utilizó y que luego me devolvieron. Los chalecos se hicieron a medida y se encargaron al cortador de la fábrica de Satgor, SA, en Navarra, que los envió directamente a la sede de Orange Market, en la calle Conde de Salobreña, en Valencia".

Éste era el tipo de relaciones que Tomás mantenía con Camps y los demás políticos valencianos clientes de Milano o Forever Young, entre los que se cuentan Ricardo Costa, secretario general del PP de Valencia; José Víctor Campos, ex vicepresidente de la Generalitat, o Rafael Betoret, jefe del gabinete de la Consejería de Turismo. Tomás gozaba de prestigio y vestía a gente importante.

Hasta que Garzón destapó la Operación Gürtel. Al conocerse las primeras implicaciones, empezaron las llamadas de Camps a su sastre. "El domingo 8 de febrero, antes de mi declaración ante la policía, me llamó cuatro o cinco veces. Le noté muy nervioso. Me preguntó si habría alguna factura de Milano a su nombre. Yo le tranquilicé diciéndole que los cuatro trajes que encargó a Milano se habían devuelto y eso había sido antes de los encargos a Forever Young. Fue cuando me dijo que Álvaro era un bocazas".

Tomás ratifica lo que consta en el auto de Garzón. "Sí, es cierto, mientras estaba declarando [ante la policía] tenía el móvil abierto y me llamó entre ocho y diez veces. No cogí el teléfono y no he vuelto a hablar con él. Creo que ya estaba fuera de lugar. Todavía siguió llamándome un par de días más".

El día 11 le llegó la carta de despido. Las relaciones con su empresario, Eduardo Hinojosa, se habían deteriorado en los últimos años hasta el extremo de que sólo se comunicaban por fax. Tomás había dejado Milano después de 32 años para incorporarse al proyecto de Forever Young sin cobrar indemnización alguna, pero a cambio de perder toda su antigüedad exigió un contrato blindado para mantener su empleo un mínimo de cinco años.

En la nueva empresa empezó como director de sucursales, pero la creciente tirantez con el dueño culminó en su degradación a director de la sucursal de la calle de Serrano, en Madrid, y se le prohibió el acceso a las demás tiendas. Ahora la empresa ha aprovechado la declaración ante Garzón para despedirle cuando llevaba trabajando 29 meses.

La carta de despido le acusa de elaborar "facturas falsas". Tomás explica que la práctica habitual con los clientes importantes, como Antena 3, Tele 5 o la Comunidad Valenciana, era contabilizar los productos vendidos como "vales pendientes de cobro". Cada varios meses, una persona de Orange Market, Cándido Martínez, se ponía en contacto con el responsable de facturación de Forever Young, Javier García Fernández, con el que cuadraba los vales pendientes.

Los pagos en metálico los hacía el ex dirigente del PP gallego Pablo Crespo, número dos de Correa y administrador único de Orange Market. "Venía cada seis meses aproximadamente con un fajo de billetes de 500 y pagaba 30.000 o 35.000 euros. La última o las dos últimas veces pagó Orange Market mediante transferencias bancarias".

Según Tomás, Pablo Crespo pagó a Forever Young en 2005, el primer año de sus relaciones con ellos, entre 60.000 y 70.000 euros. Después, hasta 2008, algo menos: entre 50.000 y 60.000 euros anuales. Esas cantidades incluirían los trajes no sólo de Camps y de los cargos valencianos señalados por Garzón, sino también los de Álvaro Pérez y otros miembros de la trama.

Para documentar esos pagos se emitían facturas que ahora han aparecido cargadas a Orange Market, Diseño Asimétrico o Servimadrid Integral, empresas todas de Francisco Correa. Los "conceptos falsos" que se utilizan para justificar el despido del sastre se refieren al detalle de las facturas: "metros de tela blanca", "tela para tapizar", "batista suiza", etcétera.

"Yo jamás participé en la confección de esas facturas", asegura Tomás. "El responsable era Javier García Fernández, las facturas no pasaban por mí. ¿Qué ganaba yo con poner que en vez de trajes eran telas, si el precio se pagaba lo mismo, fuera por Pablo Crespo o fuera por Orange Market? Yo sólo he dicho que Camps y los demás jamás han pagado un euro en la tienda. Yo he dicho quién pagaba, pero ni siquiera puedo afirmar que luego Pablo Crespo u Orange Market no le pasasen el cargo a Camps, a Ricardo Costa [secretario general del PP valenciano] o a los demás políticos. Eso no lo sé".

Entonces, ¿por qué las facturas de trajes enviadas a Orange decían que se trataba de "metros de tela" o "tela para tapizar"? Tomás dice no saberlo, pero fuentes de la investigación aventuran que, siendo Orange Market una empresa dedicada a montar ferias, decorados y eventos, tenía más difícil justificar, incluso fiscalmente, la compra de trajes y ropa ya confeccionada que la de telas para decorados o "ropa para personal". De ahí que, según esas fuentes, Orange pidiese a Forever Young que hiciese constar esos conceptos en las facturas.

El auto del juez Garzón mantiene también esa tesis: "La elaboración de las facturas se realiza por conceptos que la tienda de Forever Young no comercializa y por cuantías que no se corresponden con los pagos. La elaboración de las facturas responde a las necesidades que precisa la organización, y así es ésta la que, a través de Pablo Crespo, Álvaro Pérez o Cándido Martínez, da las instrucciones del contenido de las facturas".

Lo cierto es que, al día siguiente de declarar ante el juez, Tomás se quedó en la calle y tiene muy claro por qué: "El propietario, Hinojosa, conocía la situación personalmente porque al menos en una ocasión tuvo un almuerzo con la dirección de Orange Market, al que asistieron Francisco Correa, Álvaro Pérez y Pablo Crespo. Las facturas falsas que me atribuyen desde mayo de 2007, además de que nunca han pasado por mis manos, no intenta nadie aclararlas hasta que declaro ante Garzón. Despidiéndome a mí se libran de un empleado con el que la empresa tiene problemas pero es muy caro de despedir porque tengo un blindaje. E intentan desvincularse de la Operación Gürtel haciéndome a mí el único responsable".

Trajes, pantalones, chaquetas y esmoquin

- Según el auto de Garzón, entre 2006 y 2008 Francisco Camps recibió "en especie" -en trajes- 12.783 euros de la trama corrupta comandada presuntamente por el empresario Francisco Correa. De esa cantidad, 4.700 euros corresponden a trajes a medida de la tienda Milano, y otros 8.083 euros a ropa de Forever Young, ambas en Madrid.

- La lista de regalos no está detallada, pero en ella figuran al menos dos trajes, cinco pantalones, una chaqueta deportiva, una chaqueta austriaca, una americana sport, una deportiva Barbour, una chaqueta fantasía y un cinturón de piel. También un esmoquin que el presidente valenciano lució en un acto oficial en Nueva York, y un chaleco para una recepción en el Vaticano.

- El juez sostiene que todos esos regalos fueron pagados a las tiendas por las empresas de Correa a través de cheque o transferencia bancaria, salvo un pedido de 3.300 euros cuya forma de pago se desconoce.

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Se disipan los recelos a las fusiones interregionales de cajas / Santiago Carbó

Es claramente perceptible estos días en los medios de comunicación y en los corrillos bancarios que los posibles procesos de integración entre entidades financieras se están planteando cada vez con más intensidad en España. La experiencia histórica ha mostrado que tras las crisis financieras se ha producido una tendencia generalizada hacia la consolidación bancaria. Sin embargo, el vínculo entre crisis y fusiones no es tan simple.

Las crisis a menudo conllevan cambios regulatorios y nuevos retos competitivos y estas transformaciones a los que en muchos casos responden los proyectos de fusión. También es cierto que la inestabilidad financiera puede poner en dificultades a algunas entidades bancarias y que las fusiones pueden ser una solución, en determinados casos, para solventar problemas de capitalización o, en general, de viabilidad financiera.

Hasta qué punto son o no convenientes las fusiones y en qué medida pueden paliar los efectos de las crisis es una cuestión compleja de responder. Tal vez la respuesta más simple, a la vez que menos concluyente, es que depende de cada caso. Esto no implica que no puedan extraerse conclusiones generales sobre la conveniencia o no de las fusiones y adquisiciones bancarias. La teoría económica sugiere que en las fusiones se confrontan dos tendencias que determinan su impacto en el bienestar social.

Por un lado, las entidades que proponen las fusiones suelen argumentar que se producirán importantes ganancias de eficiencia y que la mayor dimensión de la entidad resultante favorecerá su capacidad de reacción frente a entornos adversos. Por otro lado, sin embargo, las autoridades de la competencia y el supervisor tratarán de analizar hasta qué punto estas fusiones pueden reducir la competencia en el sector.

En tiempos de crisis, sin embargo, los argumentos relacionados con aumentos o disminuciones de la competencia pierden fuerza, y la preocupación se centra en la estabilidad financiera.

La experiencia histórica de las tres últimas décadas en España resulta, a este respecto, tranquilizadora, en la medida en que la mayor parte de los procesos de reestructuración se han realizado de forma ordenada y el sector bancario español ha logrado, con el tiempo, situarse como uno de los más sólidos del mundo.

A día de hoy parece que, de nuevo, en España se afronta una reordenación del mapa bancario y aunque son muchos los rumores, es imposible saber con certeza cuál será el alance final de estas transformaciones. Algunas cuestiones básicas pueden resultar de interés para trazar la hoja de ruta de cualquier proceso de integración en tiempos tan convulsos como los actuales.

En cuanto a la dimensión, hay quien pudiera pensar que el pescado pequeño es el más fácil de pescar pero tanto la experiencia histórica como la realidad actual del sector bancario sugieren que en los procesos de integración, las entidades llamadas "objetivo" pueden ser de cualquier tamaño y que muchas veces la fusión es sólo una opción.

Las entidades con elevados niveles de solvencia (aunque no sean excesivamente grandes) y con una base de clientes sólida pueden plantearse otros escenarios estratégicos para adaptarse a nuevas y más duras realidades competitivas, entre otros el de seguir caminando solas.

No obstante, si la opción de las fusiones es las que en los próximos meses adoptan muchas entidades estas serán, desde su propia iniciativa estratégica las que deban trazar las hojas de ruta para la integración, sin precipitaciones, tal y como se está haciendo afortunadamente hasta la fecha. Lo importante es que el proceso de reestructuración, siempre que las circunstancias lo permitan, se lleve por cauces de tranquilidad. No siempre es posible esa tranquilidad pero es aconsejable buscarla.

En determinados escenarios el consejo es, "sin prisa pero sin pausa". En el escenario alternativo, un número determinado de instituciones pueden optar por seguir su propio camino individualmente o por alianzas estratégicas que les permitan sumar capacidades sin perder su identidad corporativa y/o su marca.

En algunos casos se propone cooperar, con diferentes niveles de integración y fórmulas jurídicas, para afrontar aumentos de recursos propios -más necesarios hoy en día que nunca- haciendo frente común, ya que es más fácil (y menos costoso) generar recursos extraordinarios de capital con una dimensión más elevada.

Estas diferentes posibilidades de integración bancaria se dejan notar con intensidad en el sector de cajas de ahorros, donde los recelos respecto a la posibilidad de fusiones interregionales parecen disiparse progresivamente y se están poniendo todas las opciones sobre la mesa, sin dramatismos ni precipitaciones.

En cualquier caso, lo que es totalmente necesario ser dinámicos y reflexionar, interpretando las diferentes alternativas tanto en un escenario de corto plazo -en clave de crisis- como en una perspectiva más amplia, la del entorno competitivo pos-crisis.

En todas estas alternativas, debe medirse la capacidad de las entidades bancarias españolas para afrontar las llamadas "situaciones de estrés" de un entorno más adverso de lo esperado, como ha sugerido el propio gobernador del Banco de España. Las claves son, por lo tanto, profesionalidad y previsión. Con todo ello, puede que podamos evitar traumas y salir, una vez más, fortalecidos como uno de los más sectores bancarios más reputados del mundo.

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